
Zoonosis no alimentarias
Las zoonosis son enfermedades que se transmiten entre los animales vertebrados y el hombre, bien directamente, a través de alimentos o de vectores como mosquitos, flebotomos o garrapatas.
Actualmente hay descritas cerca de 200 zoonosis (o enfermedades zoonóticas) que el ser humano puede padecer. Los mecanismos de transmisión son muy variados y en ocasiones complejos. En función de éstos, se pueden agrupar en:
- Zoonosis no alimentarias:
- Por contacto con el animal, como por ejemplo:
- Rabia: por la agresión o mordedura de un animal (mamífero) infectado.
- Hidatidosis: por contacto con perros enfermos o sus deyecciones.
- Psitacosis: a través de las aves enfermas.
- Transmitidas a través de vectores, como por ejemplo:
- Mosquitos y flebotomos: a través de su picadura se transmiten enfermedades como la Leishmaniosis o la enfermedad del virus del Nilo Occidental.
- Garrapatas: transmiten enfermedades como la Enfermedad de Lyme o la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo.
- Por contacto con el animal, como por ejemplo:
- Zoonosis alimentarias, como por ejemplo:
- Triquinosis: a partir de carne de cerdo, jabalí o caballo sin control veterinario.
- Listeriosis: la zoonosis más grave en embarazadas, niños, mayores e inmunodeprimidos.
- Campylobacter: la zoonosis alimentaria más frecuente.
- Salmonelosis: a través de huevo crudo o poco cocinado y ovoproductos.
- Anisakiasis: a través de ciertos pescados y cefalópodos.
¿Qué son las zoonosis?
Factores como la globalización, el cambio climático y un mayor contacto del hombre con animales (gatos, perros, etc.) hacen que estas enfermedades sean cada vez más frecuentemente diagnosticadas. En este vídeo de la Escuela de Salud de la Comunidad de Madrid vamos a explicar por qué es importante conocerlas, cuáles son las zoonosis de mayor importancia en nuestra comunidad y cómo podemos prevenirlas.

Introducción Zoonosis no alimentarias
Antes se las consideraba como propias de sociedades poco industrializadas y con escasa infraestructura sanitaria. Actualmente, factores como la globalización, el cambio climático, los cambios demográficos, el incremento del movimiento de personas, animales y mercancías de una parte a otra del planeta y en un breve espacio de tiempo, así como las modificaciones del medio ambiente por el hombre, hacen que la incidencia y la distribución de determinadas enfermedades esté sufriendo un considerable aumento.
Enfermedades “nuevas” tales como el SIDA, el coronavirus, el SARS, el Ébola o el Marburgo, tuvieron un origen animal, para posteriormente saltar al hombre. Así el salto del SARS o del SARS-CoV-2 (responsable de la COVID-19) a los humanos se produjo en los mercados de animales salvajes de China, donde se venden animales capturados vivos o muertos, bien como alimento o para otros fines (medicina tradicional). Se ha podido comprobar que el origen del SARS estaba en las civetas, unos pequeños carnívoros que, a su vez, habían contraído el virus de los murciélagos. El origen del SARS-CoV-2 está todavía por determinar, pero todos los indicios señalan el mercado de animales de Wuhan como posible origen.
Se estima que entre el 60-75% de las enfermedades emergentes o reemergentes son zoonosis y que el 28% están propagadas por vectores, principalmente artrópodos, aves y también roedores.
Los animales de compañía son importantes en la sociedad. Además de haberse convertido en un miembro más de nuestra familia, nos aportan numerosos beneficios, pero también debemos saber que las mascotas y otros animales domésticos o de granja pueden ser portadores de enfermedades que se transmiten al hombre. Consulte a su veterinario.

Más información de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Aminal), de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la Comisión Europea.
Cómo pasear a los animales de compañía
Informe SARS-CoV-2 en animales
Informe SARS-CoV-2 en visones
Más información sobre animales de compañía y COVID-19
Sabías que ...
Respuestas sobre zoonosis
¿Cuáles son las principales zoonosis y cómo se transmiten?
Actualmente hay descritas cerca de 200 zoonosis (o enfermedades zoonóticas) que el ser humano puede padecer. Los mecanismos de transmisión son muy variados y en ocasiones complejos. En función de éstos, se pueden agrupar en:
- Zoonosis no alimentarias:
- Por contacto con el animal, como por ejemplo:
- Rabia: por la agresión o mordedura de un animal (mamífero) infectado.
- Hidatidosis: por contacto con perros enfermos o sus deyecciones.
- Psitacosis: a través de las aves enfermas.
- Transmitidas a través de vectores, como por ejemplo:
- Mosquitos: a través de su picadura se transmiten enfermedades como la Leishmaniosis.
- Garrapatas: transmiten enfermedades como la Enfermedad de Lyme o la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo.
- Por contacto con el animal, como por ejemplo:
- Zoonosis alimentarias, como:
- Triquinosis: a partir de carne de cerdo, jabalí o caballo sin control veterinario.
- Brucelosis: a partir de la leche o productos lácteos de la vaca, oveja, cabra sin tratar.
¿Qué riesgo existe de que un animal pueda transmitir una enfermedad a las personas?
El riesgo de contraer una enfermedad zoonótica es, en principio, común a toda la población, pero tiene una especial trascendencia en niños, en inmunodeprimidos y en personas cuya actividad laboral se desarrolla con animales y/o productos derivados de los mismos, como ganaderos o veterinarios.
Sin olvidar los enormes beneficios tanto físicos como psicológicos que proporciona la interacción con los animales, su tenencia no está exenta de riesgos y hay que tener en cuenta que algo más de una tercera parte de los hogares madrileños tiene animales de compañía. Además, está aumentando el número de animales exóticos en nuestros hogares, pudiendo ser en muchos casos fuente de contagio de enfermedades a las personas.
¿Cómo puedo evitar una zoonosis en mi entorno?
Se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Evite el contacto con animales que puedan estar enfermos.
- Responsabilícese de la recogida y eliminación adecuada e higiénica de sus heces.
-
Mantenga buenas prácticas higiénico sanitarias:
-
Lávese siempre las manos tras haber estado en contacto con su mascota y/o sus enseres.
-
Procure no acariciar animales desconocidos.
-
-
Utilice de forma responsable los espacios públicos comunes e impida el acceso de su mascota a zonas exclusivas de uso infantil y otras zonas reservadas de uso público.
- Después de adquirir un animal de compañía, llévelo a su veterinario lo antes posible. Es el único que está capacitado para realizarle una revisión y establecer las pautas de vacunación y desparasitación adecuadas, con el fin de evitar que el animal pueda transmitir alguna enfermedad a usted o a su familia.
- Mantenga a su mascota limpia, al igual que el lugar donde duerme, recipientes de bebida, comida, útiles y juguetes con los que contacte.
- Nunca alimente a su mascota con carne y/o vísceras crudas.
Mascotas
Las mascotas o animales de compañía pueden convertirse en una parte esencial de nuestra vida. La decisión de tener una mascota es un acto de responsabilidad y debemos conocer los compromisos que adquirimos con el nuevo miembro de la familia, así como las precauciones sanitarias que implica la convivencia de una mascota en nuestro hogar.
Los animales enseñan a los más pequeños valores tales como el respeto, el compromiso y la tolerancia, aumentando la autoestima y mejorando la integración de nuestros hijos. Junto a las mascotas, los niños desarrollan la capacidad de cuidar de alguien, refuerzan el sentido de competencia y seguridad, aportándoles así una mayor autonomía.
¿Qué es una mascota?
Las mascotas son animales que conviven con nosotros a los que debemos cuidar. Pueden ser nuestros mejores amigos, pero debemos de mantener una serie de normas, dado que pueden transmitirnos enfermedades.
Para elegir la mascota más adecuada para mí y mi familia, es mejor que pregunte a los veterinarios, ya que son los que mejor las conocen. El tener una mascota es una responsabilidad y se debe hablar en casa para que toda la familia esté de acuerdo y sepa cuáles son las obligaciones que conlleva.
Los animales silvestres no son mascotas
Los animales como las tortugas, periquitos y otras aves, hámsteres y cobayas, no son adecuadas para niños menores de 5 años por los riesgos para su salud, dado que su sistema inmunológico no está totalmente desarrollado.
¿Qué precauciones debemos mantener en un hogar donde habitan mascotas?
Los animales pueden ser portadores de enfermedades que se transmiten al hombre, las llamadas zoonosis.
Los más pequeños son la población más expuesta a estas enfermedades porque:
- se chupan las manos y se llevan objetos a la boca.
- no se lavan las manos solos.
Además, estas enfermedades pueden ser más graves en los niños, porque su sistema inmunitario no está plenamente desarrollado.
No es fácil saber si una mascota es portadora de alguna zoonosis, pues muchas de ellas pasan desapercibidas y no muestran síntomas. En cambio, es muy sencillo prevenirlas con el fin de que todos en casa aprendan la forma correcta de relacionarse con los animales, para una amistad sana y respetuosa:
- Llevar a su mascota regularmente al veterinario (al menos una vez al año) para que vigile su buena salud y siempre que esté enferma.
- Mantener una adecuada vacunación y desparasitación de su mascota conforme a lo indicado por su veterinario. Esto es importante para enfermedades zoonósicas tales como la rabia, la hidatidosis y la leishmaniosis entre otras.
- Mantener buenas prácticas higiénico sanitarias, que evitarán la trasmisión de enfermedades tales como la salmonelosis, hidatidosis o psitacosis:
- Lavarse siempre las manos con agua y jabón tras haber estado en contacto con su mascota y/o sus enseres.
- Procurar no acariciar animales desconocidos.
- Responsabilizarse de la recogida y eliminación adecuada e higiénica de sus heces.
- Utilizar de forma responsable los espacios públicos comunes e impedir el acceso de su mascota a zonas exclusivas de uso infantil y otras zonas reservadas de uso público.
- No alimentar a su mascota con carne y/o vísceras crudas.
- Limpiar su cama, terrario o jaula, así como los recipientes para su comida, sus juguetes, etc., y hacerlo donde no se almacenen o preparen alimentos.
Su salud, es nuestra salud, y la de todos los nuestros
Publicaciones
Mi mascota y yo: sana amistad (2ª edición)
Recomendaciones dirigidas a la población en general y especialmente a niños menores de 10 años sobre medidas higiénicas en el cuidado de los animales de compañía y las responsabilidades que conllevan su tenencia. Se incluyen actividades de entretenimiento para mejorar la comprensión de los niños.
Su salud, nuestra salud (3ª edición)
Folleto orientado a la prevención de la transmisión de zoonosis, destinado a propietarios de animales de compañía. Aborda la transmisión de enfermedades de los animales de compañía al hombre, así como las pautas sanitarias básicas para una convivencia responsable y saludable: identificación, desparasitación, vacunaciones, alimentación, acceso a parques públicos, eliminación de las heces, lavado de manos, etc.
Salud pública y tenencia responsable de perros y gatos
Díptico orientado a una convivencia responsable y saludable con los animales de compañía, para que éstos no supongan un riesgo para sus dueños. Los animales de compañía tienen en nuestra sociedad un papel importante al mejorar el bienestar personal, la salud mental y física e intervenir como ayuda terapéutica en ciertas situaciones. Sin embargo, al tiempo que disfrutamos de su compañía, debemos asumir responsabilidades y tomar precauciones.
Folleto orientado a los niños, donde se explican las nociones básicas higiénico sanitarias que deben guardar los más pequeños de la casa en relación con las mascotas y otros aspectos importantes en relación a la tenencia responsable de animales. Además se incluyen recomendaciones en relación a las visitas a las granjas escuelas

Las zoonosis son las enfermedades transmitidas de los animales vertebrados al hombre y viceversa, directamente o a través de vectores
Hidatidosis
La hidatidosis es una enfermedad parasitaria que el perro puede transmitir al hombre, con consecuencias graves para la salud.
En las personas da lugar a quistes que pueden alcanzar gran tamaño, principalmente en el hígado y los pulmones, llamados “quistes hidatídicos”, que solo pueden ser tratados mediante cirugía hospitalaria.
¿Cómo se transmite a las personas?
El parásito se encuentra en el intestino de los perros infectados y pone unos huevos que son eliminados con las heces, de manera que cuando defeca un perro que tiene dicho parásito, expulsa con sus heces miles de huevos que pueden dispersarse por el terreno o bien quedarse adheridos alrededor del ano.
Así, cuando los perros se lamen, los huevos quedan pegados alrededor del hocico, de manera que pueden pasar a las manos o partes del cuerpo de las personas que los acarician o atienden. Igualmente dichos huevos liberados al exterior con las heces de los perros infectados, también pueden contaminar el agua empleada para el riego de huertas, contaminándose así las verduras, frutas y hortalizas.
La enfermedad la pueden contraer las personas a través de perros infectados con este parásito al acariciarlo o convivir con él y también a través de la ingestión de frutas y verduras regadas con aguas contaminadas por éstos huevos de parásitos
¿Cómo se puede prevenir?
A través de medidas preventivas de higiene:
- En las personas:
- Cada vez que un adulto o un niño acaricie a un perro, debe lavarse las manos con jabón y agua abundante.
- Las frutas y verduras que consumimos siempre deben de ser lavadas con agua abundante, siendo recomendable que estén en remojo al menos 10 minutos en un recipiente con agua y lejía de uso alimentario (2 ó 3 gotas de lejía por litro de agua). Después, aclárelas con abundante agua corriente.
- Antes de consumir cualquier tipo de alimento hay que lavarse las manos con agua y jabón.
- En los perros:
- Nunca alimente a su perro con vísceras crudas.
- No deje que su perro pasee por vertederos de basura ni por huertas.
- Desparasite a su perro siguiendo las indicaciones de su veterinario, siendo recomendable hacerlo cada 45 días. Como siempre, recoja sus heces, no deje que pueda contaminar a otras personas y al medio ambiente.
Evitar el contagio de la hidatidosis pasa por lavarse las manos adecuadamente y con frecuencia, el lavado de frutas y verduras, no alimentar a los perros con vísceras crudas, desparasitarlos adecuadamente y siempre recoger las heces de nuestras mascotas.
¿Cuáles son los síntomas?
En las personas:
- Los síntomas de la hidatidosis son variables de acuerdo al órgano afectado, tamaño y número de quistes, siendo los principales: dolor abdominal, picor cutáneo, tos, fiebre, vómitos y diarrea.
- En muchas ocasiones estos síntomas no aparecen o pueden tardar años en hacerlo.
En los perros:
- No causa ningún trastorno aparente.
Saber más de hidatidosis
¿Qué es la hidatidosis?
La Hidatidosis o Quiste Hidatídico es una enfermedad zoonótica grave provocada por vermes de la clase de los cestodos, del filo de los platelmintos, Familia Taeniidae y género Echinococcus.
Ciclo biológico del Echinococcus granulosus
El Echinococcus granulosus, también llamado tenia del perro, es un cestodo parásito del intestino delgado del perro (y ocasionalmente otros cánidos) en su forma adulta, y del ganado ovino o caprino (y ocasionalmente otros herbívoros) en su fase larvaria, aunque de forma secundaria o accidental ésta también puede ser parásito de otros animales, incluyendo al ganado bovino, equino, porcino, algunos roedores y el hombre.
Produce la hidatidosis o quiste hidatídico, enfermedad que se caracteriza principalmente por la formación de uno o más de los denominados “quistes” que contienen en su interior las larvas del parásito.
Estas formaciones, que se corresponden a las formas larvarias del parásito, se desarrollan principalmente en el hígado y los pulmones, y con menor frecuencia en los huesos, riñones, bazo, músculos, sistema nervioso central y ojos. Con frecuencia se observa dolor abdominal, náuseas y vómitos cuando éstos se localizan en el hígado. Cuando afecta a los pulmones, los signos clínicos que aparecen son tos crónica, dolor torácico y disnea.
Presentan un patrón de crecimiento "tumoral" lento, lo que origina un período asintomático que puede durar años de incubación de la enfermedad hasta que los quistes hidatídicos crecen hasta un punto que desencadenan signos clínicos. Entre los signos no específicos figuran anorexia, pérdida de peso y debilidad. Otros signos dependen de la localización de los quistes y la presión que ejercen sobre los tejidos circundantes.
Normalmente, y tras el hallazgo de los quistes mediantes técnicas de diagnóstico por imagen, se requiere de cirugía para la eliminación de los mismos.
¿Cómo se transmite?
Los ejemplares adultos del parásito viven en el intestino delgado de los hospedadores definitivos (perros u otros carnívoros). Cuando se reproducen, liberan huevos en el medio ambiente a través de las heces. Los huevos pueden sobrevivir hasta un año en el frío y la humedad, pero son sensibles a la desecación. Los huevos frescos son pegajosos y pueden adherirse al pelo de los hospedadores definitivos, facilitando su diseminación.
Los hospedadores intermediarios (herbívoros principalmente) ingieren los huevos accidentalmente, cuando se alimentan o beben con pastos, alimentos o agua contaminados. Los huevos eclosionan en el intestino delgado y liberan las larvas que atraviesan las paredes intestinales. Posteriormente, el sistema circulatorio las transporta a distintos órganos donde se forman los denominados quistes hidatídicos.
El ciclo biológico termina cuando un carnívoro (hospedador definitivo) ingiere quistes, que luego liberan larvas en el intestino delgado, donde éstas se convierten en cestodos adultos que, entre 25-80 días después, liberan a su vez huevos en el medio ambiente.
El ser humano es un huésped intermediario accidental y no puede transmitir la enfermedad.
La transmisión de la E. granulosus al ser humano se produce por la ingestión de tierra, agua o alimentos contaminados con huevos del parásito eliminados en las heces de perros y otros cánidos.
El ser humano también puede infectarse mediante la transmisión de la mano a la boca de huevos después de haber estado en contacto con el pelo contaminado de perros
La equinococosis quística se mantiene principalmente en un ciclo perro-oveja-perro.
Los perros, que son huéspedes finales para el parásito, se infectan mediante el consumo de vísceras frescas o residuos de cadáveres de ovejas parasitadas
Cuando un perro parasitado defeca elimina en sus heces miles de huevos que pueden dispersarse por el terreno, contaminando así las tierras de pastoreo o pueden contaminar el agua empleada para el riego de huertas, contaminando de esta forma las verduras, frutas y hortalizas de las mismas.
¿Cómo prevenir y actuar ante la hidatidosis?
Las medidas a aplicar son medidas higiénico-sanitarias, principalmente encaminadas a interrumpir el ciclo biológico del parasitario, aplicándose las mismas tanto en el hospedador definitivo (perro) como en los hospedadores intermediarios (animales hervíboros), con el fin de vitar la enfermedad en el hombre. Para ello, los veterinarios oficiales de la Dirección General de Salud Pública, realizan la inspección post mortem de los animales sacrificados, decomisando las vísceras afectadas de hidatidosis e impidiendo de este modo su entrada en la cadena alimentaria.
Medidas higiénico-sanitarias a aplicar por las personas
- Correcta higiene de las manos, máxime después de estar en contacto con perros.
- Correcto lavado y desinfección con abundante agua de frutas y verduras que se consuman.
- Correctas medidas higiénico-sanitarias en mataderos.
Medidas higiénico-sanitarias a aplicar en los perros
- Los perros no deben ser alimentados con vísceras crudas y se debe de impedir su acceso a los cadáveres y vísceras de vacas, ovejas y cerdos en las explotaciones, hogares, mataderos y carnicerías.
- Los perros no deben vagabundear por vertederos de basuras ni huertas.
- Desparasitación periódica de los perros.
- Eliminación de las heces de los perros de las vías públicas, parques y demás espacios públicos.
Tratamiento antiparasitario en perros
Para una correcta desparasitación contra el Echinococcus granulosus causante del quiste hidatídico en las personas, se ha de desparasitar a los perros cada 45 días, lo cual supone la administración del tratamiento 8 veces a lo largo del año.
El tratamiento se realiza con praziquantel vía oral (5mg/kg), siendo importante la eliminación higiénica de las heces de los perros desparasitados. Este fármaco penetra en el parásito y lo paraliza, al producir una alteración en el flujo de iones de calcio en sus células, generando una contracción muscular o espasmo y disminuyendo su capacidad para contraerse o relajarse, siendo eliminado del organismo al no poder fijarse en él.
Leishmaniosis
La leishmaniosis o leishmaniasis es una enfermedad grave producida por un parásito del género Leishmania. Se transmite al ser humano a través de la picadura de un mosquito (flebotomo) hembra, actuando así como vector de la enfermedad.
Para que este mosquito sea capaz de transmitir la enfermedad debe haber ingerido sangre de un animal infectado por el parásito, es decir, de un reservorio. Los perros domésticos constituyen el principal reservorio de esta enfermedad, aunque también pueden actuar como reservorios otros animales silvestres: zorros, roedores, liebres, conejos, etc.
Hay dos formas clínicas principales de presentación:
- Leishmaniasis cutánea, que se manifiesta con lesiones en la piel
- Leishmaniasis visceral, también conocida como kala azar, más grave, con gran variedad de síntomas, como episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia y anemia.
El periodo de incubación de la enfermedad en el hombre puede variar desde una semana hasta varios meses.
La mejor manera de disminuir el riesgo de contraer esta enfermedad es evitar las picaduras del flebotomo, tanto dentro como fuera de casa, mediante medidas preventivas como el uso de repelentes, el empleo pantalones largos y camisa de manga larga, la instalación de telas mosquiteras de malla fina, etc.
El periodo de actividad de este insecto comprende los meses de mayo a octubre y el momento del día de mayor actividad es al atardecer y a primeras horas de la noche.
Al ser el perro doméstico el principal reservorio de esta enfermedad, es recomendable efectuar revisiones periódicas acudiendo a su veterinario, quién le aconsejará sobre las pautas sanitarias a seguir más adecuadas.
En la zona suroeste de la Comunidad de Madrid se detectó en 2009 un brote de leishmaniosis con un elevado número de casos humanos. La Consejería de Sanidad, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, ha demostrado la implicación de las liebres y los conejos silvestres en la transmisión de esta enfermedad. Solo a través de un adecuado control de estas poblaciones, como el que se está efectuando en coordinación con la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio y los Ayuntamientos implicados en el brote de esta enfermedad de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid, se impedirá que estos animales jueguen un papel activo como reservorios.
La enfermedad no se transmite por el consumo de conejos o liebres enfermos
Publicaciones técnicas
Brote de leishmaniasis en Fuenlabrada y otros municipios
Este libro recoge los avances científicos llevados a cabo en la investigación del brote de leishmaniasis en el municipio de Fuenlabrada y colindantes de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid. Además pone de manifiesto el papel de las liebres y los conejos como reservorios de la enfermedad.
La leishmaniasis en España: evolución de los casos notificados a La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica desde 2005 a 2017 y resultados de la vigilancia de 2014 a 2017.
Resumen de un estudio descriptivo en el que se analizó la distribución temporal de casos y las tasas de las comunidades autónomas (CCAA) con notificación estable (2005 a 2017). Además, a partir de los casos autóctonos notificados entre 2014 y 2017 se realizó un estudio descriptivo que incluyó la distribución temporal y espacial (casos y tasas).
Otras publicaciones
Rabia
La rabia es una de las zoonosis más importantes, resultando un serio problema de salud pública debido a su gravedad clínica.
Es una enfermedad infecciosa causada por un virus, caracterizada por una encefalomielitis aguda y mortal que afecta al hombre y a gran número de animales, tanto domésticos como salvajes.
Todos los animales de sangre caliente son hospedadores válidos; no obstante su susceptibilidad varía en función de la especie, pudiendo actuar como transmisores del virus rábico tanto los animales silvestres como los domésticos, diferenciándose dos ciclos de transmisión en función del animal implicado. En el ciclo de la rabia silvestre está implicado principalmente el zorro y en ocasiones el murciélago, por lo que no se deben capturar ni tocar si encontramos estos animales. En el ciclo de la rabia urbana está implicado principalmente el perro, por lo que es preciso vacunar a las mascotas anualmente.
¿Cómo actuar ante mordeduras de animales?
El agredido debe acudir a su médico de cabecera para que le realice la cura y tratamiento de la herida, administración de suero antitetánico, administración de antibióticos, etc., según criterio médico.
Si el animal agresor es un perro o un gato se someterá a una observación obligatoria durante 14 días desde el día de la mordedura, con el fin de comprobar si manifiesta signos de rabia.
Si la agresión ha sido por otro mamífero, se valorarán las circunstancias de la agresión, procedencia del animal, indicios de importación ilegal o sintomatología clínica del mismo, entre otros aspectos, para valorar el riesgo y evaluar la necesidad de tratamiento profiláctico y/o análisis del animal.
¿Quién hace el control antirrábico obligatorio?
El perro o gato agresor se someterá a un control obligatorio durante 14 días desde el día de la mordedura, para comprobar si manifiesta signos de rabia.
¿Quién hace el control antirrábico obligatorio?
- Si el propietario del animal reside en Madrid capital: Servicios Veterinarios Oficiales del Ayuntamiento de Madrid
- Si el propietario reside en el resto de la Comunidad de Madrid: Veterinarios de la Dirección General de Salud Pública.
- Si reside en otra Comunidad Autónoma: Servicios Veterinarios Oficiales de esa Comunidad Autónoma. La notificación se tramitará a través del Área de Vigilancia de Riesgos Ambientales en Salud de la Consejería de Sanidad (vigilancia.ambiental@salud.madrid.org)
No se debe sacrificar ni vacunar al animal antes de concluir el control
Si por cualquier motivo muere el animal, el propietario conservará el cadáver y lo comunicará urgentemente a los Servicios Veterinarios Oficiales, que actuarán en consecuencia.
Información para profesionales sanitarios
El profesional sanitario contactará con los Servicios de Inmunoprofilaxis de Rabia Humana, para valorar la estrategia a seguir, cuando:
- la observación no sea posible, y además
- la mordedura la haya producido un murciélago, o bien
- se sospeche que el animal puede tener rabia, o bien
- concurra cualquier circunstancia que lo aconseje: viajeros procedentes de países con rabia y que hayan sido mordidos allí, etc.
Publicaciones
Saber más de rabia
¿Qué es la rabia?
La rabia está causada por virus de la Familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus, que a día de hoy comprende 15 virus o genotipos diferentes. Esta clasificación está evolucionando constantemente, debido a la activa investigación y aislamiento de nuevos Lyssavirus.
La enfermedad en los mamíferos terrestres está producida por el virus clásico de la rabia o genotipo 1 (RABV), afectando a un gran número de especies. La infección por otros Lyssavirus es anecdótica.
La entrada del virus de la rabia tiene lugar generalmente a través de heridas producidas por la mordedura de un animal infectado o, más raramente, a través de la saliva infectada por contacto con la superficie de las mucosas. El virus no puede atravesar la piel intacta. El periodo de incubación es muy variable dependiendo de la especie animal y de otros factores: el lugar de la herida (siendo menor el tiempo de aparición de los síntomas cuanto más próxima esté la herida al sistema nervioso central), la severidad de la herida provocada y la cantidad de partículas virales inoculadas.
Desde el lugar de la mordedura, el virus se replica en tejidos no nerviosos, normalmente el músculo, o accede directamente a nervios periféricos, donde sigue su curso hasta alcanzar el sistema nervioso central, de manera que el virus rábico sólo queda expuesto de forma pasajera al sistema inmune. Pueden verse implicadas tanto fibras motoras como sensoriales. Una vez infectado el encéfalo, se produce una migración del virus hacia el sistema nervioso periférico y a las glándulas salivares, desde donde se asegura la transmisión de la infección. La infección del cerebro normalmente conduce a la aparición de la sintomatología clínica, con una progresión rápida y fatal.
El RABV transmitido por carnívoros, y muy especialmente por el perro, es el responsable de más de 50.000 casos anuales de rabia humana en el mundo.
Susceptibilidad de los animales a la infección por virus rábico
Muy baja | Moderada | Alta | Muy alta |
---|---|---|---|
Aves | Hombre Perro Oveja Cabra Primates |
Mofeta Mapache Gato Murciélago Lince Cobaya Otros roedores Conejos Bovinos |
Zorro Coyote Chacal Lobo Rata de campo |
Situación en España
España se encuentra libre de rabia terrestre desde el año 1978
La rabia es una de las zoonosis más importantes, resultando un serio problema de salud pública debido a su gravedad clínica. España (territorio peninsular e islas) ha estado libre de rabia terrestre desde el año 1978, a excepción del caso de rabia importado de Marruecos declarado en junio de 2013. Las campañas de vacunación llevadas a cabo en perros dieron excelente resultado, erradicando la enfermedad de todo el territorio nacional. Únicamente en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla se dan, de forma esporádica, casos importados de rabia, principalmente en perros.
Sin embargo, hechos como los anteriormente mencionados, dada nuestra proximidad geográfica con países endémicos de rabia, hacen que no se pueda descartar la aparición de esta enfermedad en nuestro territorio como consecuencia de casos importados de rabia o por la entrada ilegal de animales en periodo de incubación. A este hecho se une el intenso tráfico de personas y animales, que continuamente se mueven por nuestro país y por todo el territorio europeo. Existen, en todas las Comunidades Autónomas, medidas encaminadas a evitar el contagio de la enfermedad a las personas, manteniendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los quirópteros (murciélagos) y la rabia
Es conveniente recordar que los quirópteros (murciélagos) pueden actuar como reservorios de rabia.
En Europa se ha comprobado la presencia de dos Lyssavirus asociados a rabia en diferentes especies de quirópteros: el European Bat Lyssavirus tipo 1 (EBLV-1) y el tipo 2 (EBLV-2), de los cuales el primero de ellos se ha detectado con frecuencia en murciélagos en España. De hecho, el número de casos en murciélagos ha ido aumentando progresivamente desde mediados de los ochenta.
Afortunadamente el ciclo de la rabia en quirópteros no se cruza con el de la rabia en mamíferos, por lo que la transmisión de rabia de murciélagos a mamíferos terrestres es ocasional.
Sin embargo, es importante recordar que la rabia en murciélagos constituye también un potencial problema de salud pública, ya que dichos virus pueden ser mortales para los mamíferos terrestres y para el hombre, por lo que todo el territorio nacional debe considerarse endémico para rabia en murciélagos.
Transmisión del virus
La transmisión del virus rábico se produce, fundamentalmente, mediante la mordedura de un animal enfermo, o cuando su saliva se pone en contacto íntimo con heridas frescas y abiertas.
El periodo de transmisibilidad de un perro enfermo de rabia comprende desde que empieza a eliminar el virus por la saliva hasta que muere, no siendo este periodo superior generalmente a 10 días. Por lo tanto, los 14 días que la legislación española determina como obligatorios para mantener a un perro en observación, contados a partir de haber producido una mordedura, son suficientes para asegurar, si es que el animal sigue con vida, que no ha podido transmitir la rabia mediante esa agresión.
Tratamiento médico
El agredido debe acudir a su médico de atención primaria para que le realice el tratamiento de la herida. El tratamiento local de la herida abarcará todas las zonas lesionadas, recomendándose las siguientes actuaciones:
- Lavado exhaustivo de la herida bajo un fuerte chorro de agua y limpieza con jabón durante un periodo aproximado de cinco minutos, retirando todo tipo de cuerpos extraños y zonas desvitalizadas.
- Aclarado de la herida con agua abundante para eliminar todas las partículas restantes de jabón.
- Aplicación de un desinfectante mediante irrigación, entre los que cabe citar el alcohol etílico (40-70%) y la tintura o solución acuosa yodada (10%).
- No deberá suturarse la herida salvo que sea inevitable por razones de estética o conservación de los tejidos. Las suturas quedaran laxas y no interferirán la salida libre de sangre y líquidos de drenaje. Se valorará la necesidad de infiltrar inmunoglobulina antirrábica humana.
- En aquellas heridas susceptibles de contaminación, y con objeto de prevenir infecciones secundarias a la mordedura, se podrán administrar antibióticos de amplio espectro.
- Se aplicara profilaxis antitetánica, de acuerdo a los antecedentes de vacunación del individuo.
Notificación obligatoria urgente
Toda sospecha de caso de rabia humana y/o animal se considera de notificación obligatoria urgente y deberá notificarse en menos de 24 horas a las autoridades sanitarias.
Psitacosis
La psitacosis es una enfermedad causada por una bacteria, Chlamydia psittaci, que se encuentra principalmente en las aves, quienes actúan como reservorios.
Si bien la enfermedad afecta principalmente a los pájaros, los seres humanos esporádicamente pueden contraerla.
¿Cómo se transmite a las personas?
A través de aves enfermas como loros, cotorras, papagayos, agapornis, periquitos, etc. Esas aves cuando están enfermas eliminan Chlamydias al medio ambiente a través de secreciones oculares, excrementos secos, secreciones respiratorias y polvo de las plumas.
Al secarse estas secreciones permanecen en el aire y son aspiradas por las personas, que de esta forma se pueden infectar, o también por contacto directo con ellas.
¿Cuáles son los síntomas en las personas?
Los síntomas más comunes son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga y tos seca. Algunas personas con la infección desarrollan neumonía. Los síntomas normalmente aparecen entre los 7 y los 14 días.
La psitacosis se trata con antibióticos
Si bien la enfermedad suele ser leve o moderada, a veces puede ser grave, especialmente en los adultos mayores y ancianos que no reciben tratamiento.
¿Cómo sé si tengo psitacosis?
Ante la sospecha de padecer esta enfermedad por haber tenido contacto previo con aves enfermas, se debe acudir al médico lo antes posible. Es el médico quién hará las pruebas pertinentes para determinar si padece o no la enfermedad e instaurar el tratamiento.
Es altamente improbable que la enfermedad se transmita de una persona a otra
¿Cómo se previene la psitacosis?
Evite el contacto con aves que puedan estar enfermas. Algunos signos de enfermedad en las aves son secreciones por ojos y nariz, diarrea y plumas erizadas. Ante estos síntomas acuda cuanto antes a su veterinario, es el único que puede determinar si su ave está enferma o no, y si es preciso que reciban tratamiento, evitando así la transmisión de la enfermedad a las personas.
- Después de comprar un ave, llévela a su veterinario lo antes posible para que le realice una revisión.
- Lave con agua todos los días las jaulas, los cuencos de alimentos y los bebederos, y desinféctelos por lo menos una vez por semana.
Salmonelosis
Muchas personas piensan que la única causa de las infecciones por Salmonella son los alimentos contaminados, pero también son fuente de infección la manipulación de mascotas tales como reptiles, anfibios, roedores y aves.
La Salmonelosis es una enfermedad, causada por la bacteria Salmonella, que cursa con síntomas gastrointestinales (diarrea, vómitos, dolor abdominal). En la mayoría de los casos dura de 4 a 7 días, pero puede ser grave e incluso requerir hospitalización, especialmente en niños, personas de edad avanzada o personas inmunodeprimidas.
Aunque la Salmonella normalmente se transmite a través de los alimentos contaminados, algunas mascotas también suelen portar estas bacterias y pueden infectarnos. Así réptiles (tortugas, lagartos o serpientes), anfibios (ranas o sapos), roedores (hámster, cobayas o ratones) y pájaros (canarios o periquitos), pueden contaminar con sus excrementos todos los objetos de su entorno, como los acuarios, terrarios o jaulas, el agua de sus estanques o las áreas por donde deambulan.
Es necesario conocer esta posibilidad de transmisión en los hogares, en particular en aquellos en los que vivan personas con mayor riesgo de desarrollar sintomatología grave, como niños pequeños, personas inmunodeprimidas o de edad avanzada y embarazadas.
Las mascotas pueden ser portadoras de Salmonella aunque no manifiesten síntomas de estar enfermas. Estas bacterias suelen habitar en el tracto digestivo de reptiles, anfibios, roedores o aves sanas, y causar infección en personas que tengan contacto con estos animales o su entorno.
Por tanto, para tener este tipo de mascotas, es necesario conocer cómo cuidarlas y cuáles son las precauciones que es preciso tomar, siendo imprescindible el control veterinario periódico, y la adopción de una serie de rutinas higiénico-sanitarias, que disminuyan el riesgo de infección.
Si tengo estas mascotas en casa, ¿cómo puedo protegerme a mí y a mi familia de la salmonelosis y otras enfermedades zoonóticas?
Adquiera estas mascotas en tiendas o comercios especializados con garantías sanitarias
- No adquiera estas mascotas a través de comercio ilegal o sin control sanitario adecuado.
- No recoja animales silvestres en el campo para tenerlos en casa como mascotas. No manipule animales silvestres o desconocidos.
- En la vivienda no instale el terrario, acuario o jaula, en la cocina ni cerca de donde la familia prepara o consume los alimentos.
Mantenga limpio el entorno de la mascota
- Limpie periódicamente el hábitat de la mascota (terrarios, jaulas…) así como los recipientes para su comida y otros equipos (accesorios, juguetes...).
- Preferiblemente utilice utensilios y materiales exclusivos para su limpieza, asegurándose de hacerlo en profundidad y de forma correcta.
- Realice esta tarea de limpieza preferiblemente en la terraza o cualquier otro lugar donde no se almacenen, o preparen alimentos.
- Si su mascota disfruta de periodos fuera de su terrario o jaula, limpie y desinfecte todas las superficies que hayan estado en contacto con ella.
Lávese las manos
- Lávese siempre las manos con agua y jabón después de manipular, alimentar o limpiar las superficies que hayan estado en contacto con su mascota.
- Supervise la limpieza de las manos de los niños para asegurar que lo hacen de forma correcta.
Manipule de forma adecuada a su mascota
- No mantenga estas mascotas cerca de su cara, no las bese. Vigile que los niños cumplan esta medida.
- Después de tocar a estos animales evite tocarse la cara, así como realizar cualquier actividad que conlleve estos gestos.
- No consuma alimentos o bebidas cuando manipule a estas mascotas.
- No las deje vagar por su casa libremente y recuerde realizar la desinfección de las superficies de su hogar que entran en contacto con su mascota.
Asegure que su mascota goza de una buena salud
- Visite a su veterinario periódicamente. El veterinario le informará sobre las necesidades de alimentación, cuidados y salud de su mascota.
Recuerde que los animales silvestres y desconocidos no son sus mascotas, no debe llevárselos a casa, ni tocarlos aunque parezcan dóciles.
Enfermedad del virus del Nilo Occidental
La enfermedad del virus del Nilo Occidental (VNO), también conocida como West Nile, es producida por un virus del género Flavivirus que se encuentra principalmente en las aves, las cuales actúan como reservorio. Es una enfermedad transmitida por mosquitos que, aunque la mayoría de las veces cursa de forma asintomática o con síntomas leves que incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, erupción cutánea e inflamación ganglionar, en ocasiones puede causar encefalitis o meningitis, siendo entonces una enfermedad neurológica grave.
¿Cómo se transmite?
La principal vía de transmisión del virus del Nilo Occidental es la picadura de un mosquito infectado (mosquitos del género Culex principalmente). Estos se infectan cuando se alimentan de la sangre de aves virémicas (portadoras del virus). Una vez infectados los mosquitos pueden transmitir el virus a los seres humanos y a otros animales, como los caballos, durante toda su vida.
El virus se mantiene en las poblaciones de mosquitos gracias a la transmisión vertical (de los adultos a su descendencia) hecho que se ha comprobado en algunas especies y a la llegada de aves migratorias infectadas desde el continente africano.
Además de la transmisión a través de la picadura de mosquitos, este virus se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y la lactancia, también por trasplante de órganos y por transfusión sanguínea.
¿Puede un caballo o un ave contagiarme la enfermedad?
No, este virus se transmite fundamentalmente a través de la picadura de un mosquito infectado y más raramente por las otras vías antes descritas. No hay transmisión directa entre aves, caballos o personas.
En cualquier caso, y como medida preventiva de carácter general, si encuentra un animal muerto o enfermo, debe siempre mantener unas medidas de higiene y seguridad básicas, no tocando o manipulando el cadáver del animal, ya que podemos infectarnos con alguna enfermedad zoonótica.
¿Cuáles son los síntomas en los seres humanos
La mayoría de las personas infectadas por el virus del Nilo Occidental (70-80%) no presentan síntomas. Aproximadamente 1 de cada 5 personas que están infectadas presentarán fiebre junto con otros síntomas como dolor de cabeza, malestar general, dolor en las articulaciones, vómitos, diarrea o sarpullido. La mayoría de las personas se recuperan completamente aunque, en ocasiones, la fatiga y la debilidad pueden durar semanas o meses.
Algunas personas (menos del 1%) pueden presentar enfermedad neurológica grave como encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro o tejidos que lo rodean). En estos casos, la enfermedad cursa con dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez en el cuello, desorientación, temblores, convulsiones o parálisis.
¿Cuál es la situación de la enfermedad en Europa y en España?
Desde hace más de 10 años se ha producido un repunte de esta enfermedad en Europa, aumentando el número de casos en países donde ya había sido observada, como Francia, Hungría, Italia, Portugal o Rumanía y apareciendo en nuevos territorios, por lo que se considera una enfermedad emergente.
La estratégica situación de España en relación con el paso de aves migratorias entre Europa y África, donde este virus es endémico, y la importancia de nuestros humedales como áreas de nidificación de muchas de estas aves, hace que puedan darse casos esporádicos o brotes en determinadas circunstancias, en particular en áreas cercanas a humedales.
En Europa, sobre todo en los países del Este, se diagnostican casos todos los años. Hasta el momento en España se habían identificado solo 5 casos de enfermedad neuroinvasiva, dos en 2015 y tres en 2016, pero en agosto de 2020 se ha diagnosticado un importante brote en la provincia de Sevilla en las localidades de Puebla del Río y Coria del Río, dentro del área de marismas del Guadalquivir, con varios casos de meningoencefalitis vírica.
¿Tiene tratamiento la enfermedad del virus del Nilo Occidental?
Hasta el momento no hay medicamentos específicos ni vacunas para su uso en humanos, por lo que el tratamiento es sintomático y de apoyo.
En équidos sí se dispone de vacunas.
¿Cómo puedo prevenir la enfermedad del virus del Nilo Occidental?
La prevención de la infección en personas está basada en evitar las picaduras de los mosquitos. El pico de infecciones en Europa por este virus se produce generalmente de julio a octubre, coincidiendo con el periodo de máxima actividad de los mosquitos.
1. Medidas de protección personal frente a picaduras de mosquitos:
- Evitar la exposición a los mosquitos y protegerse de sus picaduras: Para ello, evitar permanecer en zonas con abundante presencia de mosquitos (humedales) o en los momentos de mayor actividad, al atardecer o en las primeras horas del día y utilizar ropa adecuada (pantalones largos y camisas de manga larga, calcetines y zapatos cerrados), que cubran la mayor superficie de piel posible.
- Utilizar repelentes de mosquitos en la piel expuesta, siguiendo las recomendaciones del farmacéutico y las indicaciones del fabricante del producto. No utilizar repelentes por debajo de la ropa.
- Impregnar la ropa con productos preparados para ello, como las permetrinas, en caso de gran abundancia de mosquitos o riesgo de transmisión.
- Eliminar o tratar las áreas de cría de mosquitos (zonas inundables, depósitos de aguas estancadas, albercas, tanques o cualquier recipiente al aire libre que pueda acumular agua etc.) en zonas de riesgo de transmisión del VNO.
- Instalar mosquiteras en ventanas y puertas. La luz atrae a los mosquitos, por lo que en ausencia de telas mosquiteras lo mejor es mantener cerradas puertas y ventanas mientras estén encendidas las luces en la vivienda.
- Utilizar mosquiteras para cubrir las cunas y los carritos de los bebés.
- Cuando sea posible, utilizar ventiladores ya que generan corrientes de aire que impiden el vuelo de los mosquitos.
2. Medidas de protección de los caballos a picaduras de mosquitos:
- La prevención de la infección en caballos está basada en evitar la picadura de los mosquitos, en este caso, podría ser interesante su vacunación, para lo que deberá consultar con el veterinario.
- Resguarde a los caballos en sus cuadras al atardecer y al amanecer cuando los mosquitos son más activos.
- Si es posible, ponga mosquiteras en las ventanas de las cuadras.
- Apague las luces para que no atraigan a los mosquitos por la noche.