
Cómo preparar biberones
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva para los bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida. Cuando ésta no sea posible o resulte insuficiente, es necesario reemplazarla o complementarla, utilizando por ejemplo, preparados en polvo para lactantes. Estos productos han de utilizarse únicamente por consejo de personas cualificadas en medicina, nutrición o farmacia o de otros profesionales encargados de la asistencia materno-infantil.
¿Por qué hay que tomar precauciones para preparar un biberón?

LA LECHE EN POLVO NO ES ESTÉRIL.
SI NO TOMAS PRECAUCIONES, LAS BACTERIAS PUEDEN MULTIPLICARSE
La tecnología de fabricación de la leche en polvo para lactantes no garantiza su esterilidad aunque se haya fabricado respetando todas las normas de higiene vigentes. Además, el riesgo de multiplicación de bacterias aumenta cuando las tomas preparadas se almacenan o se manipulan de forma incorrecta.
La adecuada preparación y conservación de los biberones se convierte por ello en la mejor forma de prevenir las enfermedades, a veces muy graves para el bebé, causadas por bacterias como Cronobacter y Salmonella.
Todas las personas encargadas del cuidado de lactantes deben seguir unas pautas de higiene adecuadas durante la preparación, la manipulación y el almacenamiento de productos en polvo, tanto en el hogar, como en hospitales y guarderías.
Salmonella y Cronobacter en preparados en polvo para lactantes
¿QUÉ LACTANTES TIENEN MÁS RIESGO DE ENFERMAR?
Todos los grupos de edad tienen riesgo de enfermar por Salmonella spp. y Cronobacter spp. No obstante, los lactantes (menores de 1 año) están más expuestos, siendo los más vulnerables los recién nacidos y los menores de 2 meses de edad. En particular:
- Los bebés prematuros.
- Los bebés con bajo peso al nacer.
- Los bebés con inmunodeficiencia.
SALMONELLA Y CRONOBACTER
La información obtenida en la investigación de los brotes producidos por Salmonella spp. o por Cronobacter spp. indica que estos pueden producir la enfermedad a dosis muy bajas, aunque se desconoce cuál es la dosis infecciosa para lactantes. Se han atribuido casos de enfermedad muy grave (y en ocasiones muertes de lactantes) debidas al consumo de preparados de leche en polvo contaminados.
- En las preparaciones secas (como por ejemplo, en la leche en polvo) Cronobacter y Salmonella no son capaces de multiplicarse, pero sí pueden sobrevivir en ellas durante largos periodos de tiempo (se ha demostrado que Cronobacter puede sobrevivir hasta un año o más).
- La leche reconstituida es un medio idóneo para el crecimiento de organismos patógenos y su almacenamiento a temperatura ambiente produce una rápida proliferación de cualquiera de estas dos bacterias.
El almacenamiento a temperaturas menores a 5 ºC de las preparaciones en polvo para lactantes una vez reconstituidas, impide el crecimiento de Salmonella y de Cronobacter, en especial si se conservan durante periodos prolongados.
Cómo preparar un biberón en casa
La esterilización de los biberones es un paso imprescindible en el caso de los bebés más vulnerables:
- Los recién nacidos.
- Los menores de 2 meses de edad. En particular:
- Los bebés prematuros.
- Los bebés con bajo peso al nacer.
- Los bebés con inmunodeficiencia.
LIMPIEZA DE BIBERONES Y UTENSILIOS
- Lavarse las manos con agua y jabón. Secarse las manos.
- Lavar todas las piezas de los biberones (tetinas, roscas, tapas, válvulas...) y todos los utensilios (por ejemplo, las cucharas) que se vayan a emplear para preparar el biberón, con agua caliente y jabón. Utilizar un cepillo especial para biberones y tetinas para poder eliminar los restos de la toma anterior. Aclarar bien.
- Lavar y desinfectar la superficie o la zona donde se va a preparar el biberón.
ESTERILIZACIÓN DE BIBERONES Y UTENSILIOS
Una vez limpios, los utensilios se esterilizan usando:
- un esterilizador comercial, según las instrucciones del fabricante, o
- un cazo con agua hirviendo, siguiendo los siguientes pasos:
- Sumergir totalmente todas las piezas en el agua del cazo.
- Tapar el cazo y hervir el agua, asegurándonos de que no se evapore completamente.
- Mantener el cazo tapado hasta que se vaya a preparar el biberón.
ALMACENAMIENTO DEL MATERIAL ESTERILIZADO
Hay que lavarse y secarse las manos antes de manipular el material esterilizado, o bien usar pinzas esterilizadas.
Se recomienda dejar las piezas esterilizadas dentro del aparato esterilizador o del cazo hasta el momento en que se vayan a utilizar, para así impedir la recontaminación. No obstante, si queremos extraer las piezas del biberón (ya esterilizadas) antes de necesitarlo, hay que ensamblarlas por completo, para impedir que el interior y el exterior de la botella del biberón y de la tetina vuelvan a contaminarse. Mantener el biberón ensamblado cubierto en un lugar limpio.
PREPARACIÓN DEL BIBERÓN
- Limpiar y desinfectar la superficie donde se va a preparar el biberón.
- Lavarse las manos con agua y jabón. Secárselas con un paño limpio o desechable.
- Hervir agua potable limpia (si se utiliza agua mineral embotellada, asegurarse de que en la etiqueta aparece la mención "indicada para la preparación de alimentos infantiles").
- Leer las instrucciones de preparación que figuran en la etiqueta del envase de leche en polvo, para calcular qué cantidad de leche y agua se necesita.
- Verter el agua (que debe estar como mínimo a 70 ºC) en el biberón limpio y esterilizado. No dejar enfriar el agua durante más de 30 minutos antes de hacer la mezcla, pues se enfriaría demasiado y no alcanzaría los 70 ºC necesarios para destruir las bacterias.
- Agregar la cantidad exacta de polvo al biberón que contiene el agua.
- Cerrar el biberón y agitar suavemente.
- Enfriar rápidamente el biberón hasta la temperatura adecuada para alimentar al bebé, colocándolo bajo el chorro del grifo o en un recipiente con agua fría o con hielo. El nivel del agua debe quedar por debajo de la tapa del biberón, para no contaminar el contenido.
- Secar el biberón con un paño limpio o desechable.
- Verter unas gotas en la zona interior de la muñeca, para comprobar la temperatura de la leche, (debe estar tibia, no caliente).
- Darle el biberón al bebé.
- Desechar todos los restos que no se hayan consumido en un plazo máximo de 2 horas.
Recuerda que...
Resolvemos tus dudas
Si utilizo agua embotellada o agua potable del grifo ¿debo hervir el agua?
Sí. A continuación, indicamos los motivos:
- Ni el agua del grifo ni el agua embotellada son estériles, excepto si la etiqueta del agua embotellada indica que sí lo es.
- Al no ser estériles, pueden contener bacterias causantes de enfermedades entre los grupos de lactantes de mayor riesgo.
En cualquier caso, el agua debe calentarse hasta 70 ºC, ya que esta temperatura destruye cualquier bacteria que pudiera haber en el preparado en polvo para lactantes.
¿Y si no dispongo de agua hirviendo? ¿o si el producto no se puede preparar con agua caliente?
Si no dispones de agua hirviendo, puedes utilizar preparaciones para lactantes líquidas estériles.
También puedes preparar el biberón con agua a temperatura ambiente y administrarlo inmediatamente. Es importante no olvidar que si la temperatura del agua es inferior a 70 ºC no se inactiva la bacteria Cronobacter spp. y hay riesgo de que en la mezcla ya reconstituida las bacterias se multipliquen. Esta práctica debe evitarse entre los grupos de lactantes de mayor riesgo (los recién nacidos y los menores de 2 meses de edad, en particular: los bebés prematuros, con bajo peso al nacer, o con inmunodeficiencia).
¿Puedo usar el microondas para calentar el agua o la leche?
No.
Nunca se deben utilizar hornos microondas, ya que el calentamiento en ellos no es uniforme y puede producir "bolsas calientes" que pueden quemar la boca del bebé.
¿Cuánto tiempo dura una toma preparada?
Al cabo de 2 horas como máximo, hay que desechar todos los restos de tomas preparadas.
¿Cuánto tiempo dura el bote de leche en polvo una vez abierto?
Fíjate en la etiqueta del bote de leche en polvo, que indicará cuál es el tiempo de duración del producto una vez abierto, siguiendo las instrucciones establecidas por el fabricante.
¿Puedo preparar el biberón por adelantado y conservarlo para dárselo al bebé más tarde? ¿Cuánto tiempo aguanta refrigerado?
Lo más higiénico es preparar cada biberón en el momento en que se necesite, ya que el alimento preparado y mantenido a temperatura ambiente ofrece las condiciones idóneas para que proliferen las bacterias.
No obstante, si necesitas preparar el biberón por adelantado y conservarlo para dárselo al bebé más tarde, es importante que una vez lo prepares, lo enfríes rápidamente y lo metas en el frigorífico. La temperatura del frigorífico debe estar a menos de 5 ºC y el biberón sólo puede conservarse durante un máximo de 24 horas.
Una vez pasadas esas 24 horas, hay que desechar el biberón, aunque no se haya utilizado.
Si vas a preparar más de un biberón por adelantado, debes preparar cada biberón por separado.
Si voy a hacer un viaje ¿Cómo puedo llevarme los biberones ya preparados?
Hay que asegurarse de que el biberón está frío antes de llevárselo, y después mantenerlo frío durante todo el viaje. Se recomienda seguir estos pasos:
- Una vez preparado el biberón, hay que enfriarlo rápidamente y meterlo en el frigorífico (a menos de 5 ºC). Esperar a que se enfríe y asegurarse de que está frío antes de transportarlo.
- Inmediatamente antes de salir de casa, hay que meter el biberón (previamente frío) en una bolsa de conservación en frío con paquetes de hielo. Las tomas transportadas en bolsas frías se utilizarán en un máximo de 2 horas.
- Al llegar a su destino, meter inmediatamente el biberón en el frigorífico. Si se mete el biberón en la nevera antes de que hayan transcurrido 2 horas, podrá tomarse en un plazo máximo de 24 horas desde que fue preparado.
Si el viaje dura más de 2 horas, tendrá que preparar las tomas a medida que las necesite. Para ello, puede llevar porciones individuales de la leche en polvo en recipientes limpios, esterilizados y tapados.
¿Cómo se calientan los biberones refrigerados?
- Sacar el biberón de la nevera inmediatamente antes de utilizarlo.
- Calentar el biberón, durante un máximo de 15 minutos*, utilizando:
- un recipiente de agua caliente, sin que el agua alcance el borde de la tapa del biberón (para no contaminar la toma), o
- un calientabiberones.
Nunca utilizar el horno microondas, ya que no calienta de manera uniforme, puede provocar "bolsas calientes" que quemen la boca del bebé.
3. Agitar el biberón para que la temperatura sea uniforme en todo el contenido.
4. Comprobar la temperatura, vertiendo unas gotas en la cara interna de la muñeca. Debe estar tibia, no caliente.
5. Desechar todo el producto recalentado que no se haya consumido en 2 horas.
*Recuerda que calentar la leche o mantenerla en el calientabiberones durante más de 15 minutos, favorece el desarrollo de bacterias nocivas, como Cronobacter spp.
¿Y si no dispongo de medios para refrigerar el biberón?
Si no se puede mantener el biberón refrigerado, no es seguro prepararlo por adelantado ni almacenarlo para tomarlo después. Por tanto, sólo queda la opción de preparar cada biberón en el momento que se necesite.
Cómo llevar los biberones a la guardería
- Los padres prepararán las tomas con agua a no menos de 70 °C y las dejarán enfriar. Es importante que el enfriamiento se realice rápidamente, por ejemplo, sumergiendo la toma en agua fría o dejándola bajo el chorro de agua del grifo.
- Las tomas frías pueden entonces ser transportadas a la guardería en condiciones de frío (por ejemplo, una bolsa de conservación en frío con paquetes de hielo). La OMS ha elaborado folletos sobre la preparación higiénica de alimento para lactantes en el hogar a partir de sucedáneos de la leche materna.
- Los padres rotularán cada una de las tomas de su bebé con cuidado para que no se confundan con las de otros niños de la guardería.
- El personal de la guardería introducirá las tomas en un frigorífico de uso exclusivo en cuanto éstas lleguen a la guardería.
- La temperatura del frigorífico no superará los 5 °C y será supervisada diariamente.
Cómo preparar biberones en entornos asistenciales
En los entornos asistenciales (como hospitales y guarderías) a veces se preparan varios lotes de biberones con antelación, para usarlos más adelante o bien, grandes volúmenes de alimento de una sola vez en un recipiente grande para después distribuirlo en varios biberones. Esta práctica, si no se realiza correctamente, aumenta el riesgo dado que la leche tarda más tiempo en enfriarse, aumentando el potencial de proliferación de bacterias como Cronobacter.
A continuación presentamos los aspectos a tener en cuenta y las recomendaciones a seguir para evitar riesgos.
¿QUÉ PREPARACIÓN PARA LACTANTES SELECCIONAR?
- Las preparaciones para lactantes se seleccionarán de acuerdo con las necesidades nutricionales y/o médicas del niño.
- En el caso de niños especialmente vulnerables, se utilizarán preparaciones líquidas para lactantes comercialmente estériles.
REQUISITOS GENERALES DE PREPARACIÓN
Selección del preparado
Se identificará el preparado para lactantes que tenga pautado cada niño en función de sus necesidades nutricionales y/o médicas. Cuando sea posible, se utilizarán preparaciones líquidas comercialmente estériles para los lactantes más vulnerables.
Directrices escritas
Tal y como establece la legislación, cada institución asistencial debe elaborar su propio sistema de seguridad alimentaria basado en los principios del APPCC. Por lo tanto, se identificarán los peligros que pueden aparecer durante todo el proceso y se diseñarán medidas para su prevención y control. El personal implicado estará perfectamente formado en el sistema de seguridad alimentaria y en la correcta aplicación de las prácticas de higiene y manipulación. Como cualquier sistema de seguridad alimentaria, estará sometido a verificaciones periódicas.
Consulte este ejemplo perteneciente al documento Directrices para el desarrollo de un sistema de seguridad alimentaria en el servicio de comidas para la población vulnerable.
Zona exclusiva de preparación y almacenamiento
Debe disponerse de una zona limpia exclusivamente dedicada a la preparación y la conservación del alimento para lactantes. Se recomienda disponer de una pila que se utilice exclusivamente para el lavado de manos.
Si las tomas van a prepararse por adelantado y almacenarse antes de utilizarlas, hay que disponer de un frigorífico exclusivamente dedicado a su conservación. La temperatura del frigorífico no debe superar los 5°C y debe disponer de un termómetro que permita supervisar su temperatura.
Trazabilidad
Es importante que todo el alimento para lactantes que se prepare en entornos asistenciales tenga plena trazabilidad. Esto significa que todas las tomas preparadas deben ser etiquetadas con la información apropiada, como el tipo de preparado para lactante que se ha utilizado, el nombre o la identificación del niño, el nombre de la persona encargada de prepararlo, la fecha y la hora de preparación.
BUENAS PRÁCTICAS DE HIGIENE
Los que se preparen biberones, aplicarán programas de buenas prácticas de higiene (mantenimiento, limpieza, plagas,…) y manipulación.
Todos los trabajadores implicados en la preparación de tomas para lactantes deberán tener la formación adecuada acerca del riesgo asociado a estos alimentos y cómo prepararlos en condiciones higiénicas.
Los manipuladores aplicaran unos hábitos higiénicos adecuados especialmente en lo referido al lavado de manos. Las manos se lavarán con agua y jabón:
- Antes de la preparación de las superficies de trabajo y la manipulación de los utensilios.
- Antes de la preparación de los biberones.
- Después de utilizar el baño y después de cambiar pañales, pues en la orina y las heces de los lactantes se han encontrado bacterias nocivas, incluido Cronobacter spp.
LIMPIEZA, ESTERILIZACION Y ALMACENAMIENTO DE BIBERONES Y UTENSILIOS
Debido al mayor riesgo de los lactantes hospitalizados, en las unidades de lactodietética hospitalarias con frecuencia se emplean biberones y tetinas de un solo uso o bien se llevan a las unidades de esterilización del hospital.
En otros entornos asistenciales, las prácticas establecidas deberían de considerar:
-
Lavar, con agua caliente y jabón, todas las piezas de los biberones (tetinas, roscas, tapas, válvulas...) y todos los utensilios (por ejemplo, las cucharas), que se vayan a emplear en la preparación. Utilizar un cepillo especial para biberones y tetinas para poder eliminar los restos de la toma anterior. Aclarar bien.
-
Esterilizar, el material utilizando:
-
un esterilizador comercial, según las instrucciones del fabricante, o
-
un recipiente con agua hirviendo, siguiendo los siguientes pasos: sumergir totalmente todas las piezas en el agua del recipiente, tapar y hervir el agua, asegurándonos de que no se evapore completamente, mantener el cazo tapado hasta que se vaya a preparar el biberón.
-
- Realizar una correcta higienización de manos antes de manipular el material esterilizado. Es recomendable utilizar pinzas también esterilizadas. Es preferible extraer los utensilios esterilizados justo antes de usarlos. No obstante, si se extrae el material del esterilizador antes de su uso, hay de almacenarlo en un lugar limpio y lo más aislado posibles. En el caso de los biberones se almacenarán ensamblados completamente, para impedir que el interior de la botella y el interior y el exterior de la tetina vuelvan a contaminarse.
PREPARACIÓN DE UNA TOMA EN UN BIBERÓN
- Aplicar las medidas higiénicas descritas sobre utensilios, superficies y manos del manipulador.
- Hervir agua potable limpia (si utilizas agua mineral embotellada, asegúrate de que en la etiqueta aparece la mención "indicada para la preparación de alimentos infantiles").
- Leer las instrucciones de preparación que figuran en la etiqueta del envase de leche en polvo, para calcular qué cantidad de leche y agua se necesita.
- Verter el agua (que debe estar como mínimo a 70 ºC) en el biberón limpio y esterilizado. No dejar enfriar el agua durante más de 30 minutos antes de hacer la mezcla, pues se enfriaría demasiado y no alcanzaría los 70 ºC mínimos para destruir las bacterias. La temperatura del agua se comprobará mediante un termómetro esterilizado.
- Si se prepara un lote de producto en un recipiente grande, éste habrá sido limpiado y esterilizado. No tendrá más de 1 litro de capacidad, estará fabricado con un material apto para uso alimentario y para soportar líquidos calientes.
- Agregar al biberón (o al recipiente para varias tomas), la cantidad exacta de polvo, conforme a las instrucciones de la etiqueta. La proporción es un cacito raso de leche en polvo por cada 30 ml de agua.
- Cerrar el biberón y agitar suavemente. . Si se ha preparado un lote en un recipiente grande: se removerá con una cuchara limpia y esterilizada y se distribuirá el contenido inmediatamente en los biberones.
- Enfriar rápidamente el biberón hasta la temperatura adecuada para alimentar al bebé, colocándolo bajo el chorro del grifo o en un recipiente con agua fría o con hielo. El nivel del agua debe quedar por debajo de la tapa del biberón, para no contaminar el contenido.
- Secar el biberón con un paño limpio o desechable.
- Rotular cada biberón con la siguiente información: tipo de preparación, nombre o número de identificación del bebé, fecha y hora de preparación, y nombre de la persona que lo preparó. Un etiquetado apropiado garantizará la trazabilidad de todas las tomas.
- Verter unas gotas en la zona interior de la muñeca, para comprobar la temperatura de la leche, (debe estar tibia, no caliente).
- Darle el biberón al bebé.
- Desechar todos los restos que no se hayan consumido en un plazo máximo de 2 horas.
PREPARACION DE TOMAS CON ANTELACION
Lo mejor es reconstituir los preparados en polvo para cada toma, ya que una vez preparados ofrecen las condiciones ideales para el crecimiento de bacterias nocivas. No obstante, en los entornos asistenciales a veces es preciso preparar lotes y almacenarlos hasta que se necesitan.
No se recomienda refrigerar y almacenar grandes volúmenes preparados reconstituidos, dado que los procesos de enfriamiento y almacenamientos pueden ser más lentos y complejos. Si no se dispone de refrigeración acorde a la cantidad de preparado que se regenera, las tomas habrán de ser preparadas de nuevo cada vez y consumidas de inmediato; no se prepararán por adelantado para utilizarlas después.
Preparación:
- Seguir los pasos 1 a 8 del apartado de preparación de una toma de biberón.
- Enfriar los biberones antes de introducirlos en la nevera, ya si se introducen calientes, aumentarán la temperatura de este.
- Secar el exterior del biberón y rotular cada biberón con la información indicada en el apartado anterior.
- Introducir los biberones enfriados y rotulados en un frigorífico de uso exclusivo a 5ºC. El preparado regenerado deberá conseguir alcanzar una temperatura no superior a 5 ºC en un plazo de 1 hora desde su preparación.
Almacenamiento:
- La temperatura del frigorífico no superará los 5 ºC y se controlará todos los días.
- Las tomas podrán almacenarse en el frigorífico durante un máximo de 24 horas.
Calentamiento:
- Extraer sólo las tomas del frigorífico inmediatamente antes de utilizarlas.
- Recalentar durante un máximo de 15 minutos.
- Agitar o mover de vez en cuando la toma en su recipiente cubierto durante el calentamiento para cerciorarse de que el contenido se calienta uniformemente. Nunca se utilizarán hornos microondas para recalentar las tomas, ya que el calentamiento no es uniforme y puede haber “bolsas calientes” que quemen la boca del bebé.
- Comprobar la temperatura del alimento antes de comenzar a alimentar al bebé.
- Desechar toda toma recalentada que no se haya consumido en dos horas.
TRANSPORTE DE LAS TOMAS PREPARADAS
Si las tomas se preparan en un lugar central desde el cual se distribuyen a distintas zonas del establecimiento, hay que tener en cuenta que el transporte de los biberones ya preparados aumenta el riesgo de proliferación de bacterias, ya que transcurre más tiempo entre su preparación y su consumo. Por ello, indicamos las prácticas más seguras en el transporte de tomas ya preparadas:
- Si los biberones se van a consumir en un plazo máximo de 2 horas desde su preparación: las tomas se prepararán, se transportarán y se administrarán de inmediato.
- Si los biberones no se van a consumir en las 2 horas siguientes a su preparación, habrá que seguir los pasos indicados en el apartado de PREPARACION DE TOMAS CON ANTELACION y a continuación:
-
Extraerlas del frigorífico y justo antes de transportarlas.
-
Transportar las tomas frías de inmediato a su destino. Si el transporte dura más de 30 minutos, las tomas se transportarán en condiciones de refrigeración o en bolsas de conservación en frío con paquetes de hielo.
-
Una vez en el destino:
- recalentar las tomas para administrarlas inmediatamente; o
- conservarlas en el frigorífico para utilizarlas en un plazo máximo de 24 horas desde que fueron preparadas.
-
*Las tomas que hayan sido recalentadas y las que hayan sido parcialmente consumidas no se meterán de nuevo en el frigorífico, sino que se desecharán en un plazo de 2 horas.
TIEMPOS DE ESPERA Y ADMINISTRACION
Aunque se haya utilizado agua caliente a una temperatura superior a 70 ºC para hacer la preparación, se recomienda que no se mantenga a temperatura ambiente durante más de 2 horas. Por ello:
- Se desecharán todas las tomas que no hayan sido consumidas en las dos horas siguientes a su preparación (a menos que se hayan conservado en el frigorífico).
- Las tomas ya preparadas podrán conservarse en el frigorífico (≤5 oC) durante un máximo de 24 horas.
- El tiempo de espera para la administración por sonda continua o en bolos no superará las dos horas a temperatura ambiente.
- El alimento destinado a la administración por sonda continua o en bolos no se calentará durante la administración.
UNIDADES DE LACTODIETÉTICA
En esas unidades, que existen en un 70% de los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, se gestiona la alimentación de los lactantes ingresados cuando la lactancia materna no es posible por diferentes circunstancias.
Como orientación puede consultar un ejemplo de Análisis de Peligros e identificación de PCC en una unidad de lactodietética.
Publicaciones
Etiquetado de las leches de fórmula y alimentos infantiles

El etiquetado de los preparados para lactante está regulado por la normativa.
Normativa. Límites legales para las empresas de preparados para lactantes
Criterios de seguridad alimentaria para Cronobacter spp.
- Los Criterios de Seguridad Alimentaria se aplican durante toda la Vida Útil del Alimento y definen la aceptabilidad de un producto.
Categoría de alimento | Nº unidades de muestra | Límite máximo permitido | Fase en la que se aplica el criterio |
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Preparados deshidratados para lactantes y alimentos dietéticos deshidratados destinados a usos médicos especiales para lactantes de menos de seis meses* | 30 | No detectado en 10 g | Productos comercializados durante su vida útil. |
*Se realizarán en paralelo análisis para la detección de Enterobacteriáceas y de Cronobacter spp., a menos que se haya establecido una correlación entre estos microorganismos a escala de mataderos concretos. Si se detectan Enterobacteriáceas en cualquiera de las muestras tomadas de tal planta, entonces se realizarán análisis en busca de Cronobacter spp. El fabricante tendrá que demostrar, a satisfacción de la autoridad competente, si existe tal correlación entre las Enterobacteriáceas y M9 Cronobacter spp.
Medidas ante resultados insatisfactorios
Ante resultados insatisfactorios, los explotadores de las empresas alimentarias deben:
- Tomar las medidas necesarias para encontrar la causa de la contaminación.
- En su caso, modificar el plan APPCC, para prevenir la repetición de la contaminación microbiológica inaceptable.
- Retirar el producto o el lote de productos del mercado e informar de ello a las autoridades competentes:
- Si los productos o los lotes de productos afectados todavía no han llegado al comercio minorista, la empresa puede optar por aplicar tratamientos que eliminen el riesgo (por ejemplo, tratamiento térmico que inactive la bacteria). Este tratamiento posterior nunca puede ser realizado por el comercio minorista.
- En el caso de realizar un tratamiento para eliminar el riesgo del patógeno detectado, la empresa puede utilizar el lote de productos para otros fines distintos a los previstos, siempre que éste uso no plantee un riesgo para la salud pública o animal, se contemple en el plan APPCC y haya sido autorizado por la autoridad competente.