Lactancia materna
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses. Dar el pecho a tu hijo recién nacido puede tener múltiples efectos beneficiosos tanto para tu salud como para la de tu bebé.
Los bebés amamantados presentan menor riesgo de padecer enfermedades (otitis, gastroenteritis, infecciones respiratorias, dermatitis, obesidad, diabetes, etc.). Así mismo, la lactancia materna facilita el establecimiento del vínculo entre la madre y su hijo/a.
Las mujeres que amamantan presentan menor riesgo de hemorragia postparto, depresión, diabetes, enfermedad coronaria y cáncer de mama y de ovario.
El amamantamiento conlleva una disminución del gasto sanitario, un menor gasto familiar y un nulo impacto en el medio ambiente.
Recomendaciones
Iniciando la lactancia
Vídeo
Algunos mitos sobre lactancia materna
Existen numerosas creencias en torno a la lactancia materna que no son ciertas y que pueden perjudicar la salud de nuestro bebé, además de crearnos desasosiego e impedir que vivamos esta etapa con nuestro hijo con plenitud. Por ello es de vital importancia desmentir algunas de estas falsas creencias:
Redes de apoyo a la lactancia y más información
En ocasiones podemos sentir confusión por la diversidad de opiniones de nuestro entorno más cercano sobre qué es lo mejor para nuestro bebé y cómo debemos hacer las cosas. Para apoyar a la familia en este proceso, los profesionales que prestan atención, (pediatras, enfermeras pediátricas, matronas, obstetras y el resto de personal sanitario de Atención Hospitalaria y Atención Primaria responsable de la atención a madres y lactantes) serán de gran ayuda.
Las recomendaciones anteriores se basan en la guía editada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que cuenta con información especializada para profesionales y con una versión adaptada para familias.
Información sobre recomendaciones y habilidades que facilitarán el amamantamiento. Editada por la Consejería de Sanidad.
Cuando la lactancia materna no es posible
En diferentes circunstancias la lactancia materna no es posible y debemos alimentar a nuestro bebé con biberón. Aquí encontrarás la información que necesitas para hacerlo de la mejor manera posible.
Más información sobre la crianza
Lactancia y COVID-19
Aun no existiendo datos suficientes para hacer una recomendación en firme sobre el amamantamiento en el caso de mujeres afectadas por COVID-19, es importante insistir en que la lactancia materna otorga muchos beneficios, como el potencial paso de anticuerpos madre-hijo, por ello y ante la evidencia actual se recomienda el mantenimiento de la lactancia materna desde el nacimiento, siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre así lo permitan.
La OMS y la Sociedad Española de Neonatología recomiendan mantener el amamantamiento tanto para casos de madres confirmadas como probables, siempre y cuando se mantengan medidas para la prevención de infección por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto: desinfectarse las manos antes de cada toma y colocarse la mascarilla facial.
En casos de madres con enfermedad grave o en aislamiento, se recomienda recurrir a la extracción de la leche y la administración de la misma al bebé por una persona sana.
No es preciso pasteurizar la leche extraída antes de administrarla al neonato.
La decisión final sobre el tipo de alimentación del recién nacido deberá consensuarse entre la paciente y el equipo sanitario que la atiende, de acuerdo con los conocimientos científicos de cada momento y el estado de salud de la madre y el recién nacido.
Estas recomendaciones pueden ir variando día a día a medida que se vayan teniendo más datos sobre el comportamiento del Coronavirus SARS CoV-2.