
Alimentación en situaciones específicas
Muchos problemas de salud en las sociedades desarrolladas tienen su origen, en gran parte, en unos hábitos inadecuados. En este sentido, la conducta alimentaria representa uno de los aspectos de mayor repercusión sobre la salud; si además, hablamos de personas con alguna patología añadida el problema se puede agravar, siendo fundamental tener en cuenta que la nutrición juega un papel muy importante en la recuperación de los pacientes.
Geriatría: Disfagia y dificultad para masticar y tragar
La Disfagia es la dificultad para tragar los alimentos o para hacer progresar correctamente los alimentos (sólidos o líquidos) desde la boca hasta el estómago. Puede ser peligrosa porque puede provocar problemas respiratorios, si el alimento, parte de ello o la saliva, pasan hacia la vía respiratoria. También puede asociarse a problemas de hidratación, pérdida de peso y desnutrición, entre otros.
Si antes, durante, o después de tragar, presentas tos, tienes cambios en el tono de voz, te queda algo de alimento en la boca o en la garganta que te obliga a carraspear, o te atragantas al comer, consulta a tu equipo sanitario, puedes necesitar una adaptación más personalizada de estas recomendaciones.
Tu alimentación puede modificarse en tres aspectos:
- Consistencia o textura: Elije alimentos blandos o triturados con textura uniforme y evita mezclar alimentos con distintas consistencias así como los líquidos finos o de viscosidad baja (se pueden utilizar espesantes).
- Cantidades: Si son pequeñas presentan menor riesgo. Inicia la introducción en la boca de pequeñas cantidades de alimentos o líquidos, en torno a una “cuchara de café” y si lo toleras bien, aumenta a “cuchara cadete” y después a “cuchara sopera”. Evita la utilización de jeringas y pajitas.
- Elije alimentos que estimulen sensorialmente como alimentos ácidos y temperaturas frías (helado de limón o de piña).
Recomendaciones dietético nutricionales ante la dificultad de tragar (disfagia)>>
Riesgo cardiovascular
La alteración en el metabolismo de las grasas o Hiperlipemia es el aumento de lípidos o grasas en la sangre, que tiene efectos perjudiciales sobre la salud de las personas al producir un aumento en la probabilidad de padecer enfermedad cardiovascular.
La alimentación es un factor decisivo en el control de las hiperlipemias. Se conoce bien la relación entre la ingesta elevada de grasas y un perfil lipídico de riesgo cardiovascular (colesterol total alto, LDL alto, HDL bajo y triglicéridos altos). La ingesta excesiva de grasa saturada en primer lugar y de colesterol en segundo lugar, son los factores dietéticos que más se relacionan con el aumento de los niveles del colesterol perjudicial en la sangre. Los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados tienen un efecto protector. Las grasas tipo trans o grasas hidrogenadas se utilizan industrialmente para convertir los aceites líquidos en grasas sólidas o semisólidas y se ha demostrado que son perjudiciales para la salud.
Algunas recomendaciones dietéticas para reducir los niveles de lípidos en sangre:
- Evita consumir grasas en exceso y especialmente las grasas saturadas.
- Toma la leche y derivados desnatados. Excluye la mantequilla, la nata, ciertas margarinas y los quesos muy curados.
- Elije las carnes magras (solomillo o lomo), elimina la piel de las aves y la grasa visible (lo que se conoce coloquialmente como “el gordo”).
- Consume con más frecuencia pescados que carne, por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, especialmente en los azules.
- Puedes consumir 4 yemas de huevo a la semana, las claras tómalas libremente.
- Evita el consumo de alimentos precocinados.
- Si en algún momento lees “elaborado con grasa vegetal”, lo habitual es que sea un producto preparado con aceite de palma, coco o grasa trans, que no son recomendables evítalas.
- Desgrasa siempre los caldos que hayas preparado con huesos, carne grasa ó tocino, antes de tomarlos. Una vez frío, introdúcelo en la nevera y elimina la capa de grasa que se forma en la superficie.
- Modera el consumo de azúcar y evita el consumo de productos de pastelería, bollería industrial y repostería, así como los helados cremosos.
- Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra como vegetales y frutas (consumirlos preferentemente crudos y con su piel), cereales, panes o harinas integrales, legumbres (especialmente soja y avena).
- Puede ser útil el consumo de esteroles vegetales que disminuyen la absorción de colesterol (presentes habitualmente en yogures enriquecidos).
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con hiperlipemia>>

La alimentación saludable es un factor decisivo en el control de la hipertrigliceridemia. Se recomienda evitar las bebidas alcohólicas, pastelería, bollería, y helados cremosos, alimentos precocinados, grasas vegetales que no sean de girasol u oliva, aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra, consumir más pescado que carne y esta última sea preferiblemente magra, y tomar los lácteos desnatados.
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con hipertrigliceridemia>>


¡TRUCO!: Puedes potenciar el sabor de los alimentos sin recurrir a la sal de mesa, mediante las siguientes recomendaciones:
- Cocina los alimentos con técnicas culinarias sencillas como la cocción al vapor o el papillote, que conservan mejor el sabor de los alimentos.
- Utiliza aceites de sabor potente como el aceite de oliva virgen, aunque siempre en cantidades moderadas.
- Utiliza condimentos dependiendo del tipo de alimento y de la técnica de cocinado.
Digestivo
Cirugía
Cirugía mayor
La aparición de posibles complicaciones después de una cirugía está en relación, con la enfermedad de base, con el tipo de cirugía y con el estado nutricional previo a la misma. Llegar con un adecuado estado nutricional a la cirugía es fundamental, para disminuir el riesgo de complicaciones posteriores.
Con un adecuado estado nutricional se facilita la cicatrización de las heridas quirúrgicas, se disminuyen posibles complicaciones infecciosas y se consigue una recuperación más rápida.
Una alimentación saludable, debe ser:
- Completa: debe aportar todos los nutrientes que precisa el organismo (hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua).
- Equilibrada: todos los nutrientes deben guardar una relación entre sí (hidratos de carbono 55-60%, proteínas 12-15%, grasas 25-30% de las calorías totales diarias; 1,5 a 2 litros de agua al día).
- Suficiente: la cantidad de alimentos a ingerir debe ayudar a mantener el peso de la persona dentro de los límites de la normalidad.
- Variada: se deben elegir diferentes alimentos dentro de cada grupo de alimentos.
- Adaptada: a la edad, sexo, actividad física, tipo de trabajo, necesidades específicas,…
Recomendaciones dietético nutricionales para preoperatorio de cirugía mayor>>
Cirugía maxilofacial y otorrinonaringológica
Determinadas técnicas de cirugía maxilofacial y otorrinolaringología (zona de la cara y cuello) producen alteraciones temporales y en ocasiones mantenidas en el tiempo, que pueden limitar su capacidad de masticar o tragar los alimentos, condicionar su estado nutricional, la evolución de su enfermedad y la eficacia de los tratamientos que pueda necesitar después de la cirugía.
- Toma los alimentos sin que estén ni muy fríos ni muy calientes. Ten en cuenta la recomendación de su equipo sanitario sobre la temperatura más adecuada.
- Come despacio y procura realizar las comidas en un ambiente tranquilo.
- Evita condimentar con especias fuertes (pimienta, pimentón, etc.), sabores ácidos (zumos de cítricos o vinagre) y alimentos muy salados.
- En caso de poco apetito haz comidas frecuentes de poco volumen, nutritivas y agradables de sabor y olor.
Recomendaciones dietético nutricionales para cirugía maxilofacial y otorrinonaringológica>>
Obesidad
EL exceso de peso condicionado por un aumento de la grasa corporal aumenta a su vez el riesgo de padecer otras enfermedades (colesterol elevado, diabetes, hipertensión, problemas óseos y articulares, etc.). A mayor IMC, mayor riesgo para su salud.
El cambio en la alimentación debe ser flexible, estructurado y variado, manteniendo el consumo de todos los grupos de alimentos, pero reduciendo las cantidades, especialmente de los alimentos grasos.
Estas pautas de alimentación saludable y controlada en energía junto a cambios en el estilo de vida, deben ser progresivas y mantenerse en el tiempo, por lo que la educación nutricional debe ser la base para ayudar a establecer pautas alimentarias efectivas a medio y largo plazo.
Una alimentación más baja en calorías y grasas, junto al aumento de la actividad y ejercicio físico son la base del tratamiento para reducir peso.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a gran parte de nuestra población. La mayoría de los diabéticos (el 85%) son obesos (diabéticos tipo 2) o han tenido previamente obesidad y generalmente tienen antecedentes de diabetes en su familia. El 50% suele tener de tensión arterial elevada, y a menudo, presentan también una elevación en la sangre de colesterol y triglicéridos y por ello tienen más riesgo de padecer enfermedades del corazón o cardiovasculares (ateroesclerosis).
Por todo ello, el control de los niveles de la glucosa en sangre es primordial para prevenir todas las enfermedades asociadas y se puede lograr con una alimentación adecuada y con la ayuda de medicamentos si fuera necesario.
La alimentación del paciente con diabetes debe ser equilibrada, ajustada a las necesidades energéticas de cada individuo y contener todos los nutrientes imprescindibles para la vida.
Algunas recomendaciones dietéticas:
- Realizar un ajuste en la cantidad de energía o calorías de la dieta.
- Disminuir el consumo de grasa total, grasa saturada y colesterol, y fomentar el consumo moderado de aceite de oliva y de pescados.
- Moderar o reducir el aporte de sal de la dieta.
- Ajustar la cantidad, el tipo de hidratos de carbono y su reparto a lo largo del día, en función del resto del tratamiento (pastillas, insulina, etc.).
- Aumentar el aporte de alimentos que contengan fibra dietética.
- Conocer en profundidad la frecuencia de ingesta de los diferentes grupos de alimentos y sus equivalencias.
Para mantener durante todo el día la glucosa sanguínea en un nivel adecuado (sin grandes subidas ni bajadas):
- Realiza 5 o 6 comidas al día (desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y postcena). En horarios regulares. Evita estar más de 3 horas sin comer.
- Procura comer la misma cantidad de alimento todos los días.
- Haz ejercicio regularmente, y si es posible, más o menos a la misma hora todos los días.
- Toma tus medicamentos para la diabetes aproximadamente a la misma hora diariamente.
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con diabetes>>
Presta atención al etiquetado nutricional de los alimentos para conocer el aporte energético y el contenido de nutrientes del alimento.
Cálculos renales
Los cálculos o “piedras” renales se componen de sustancias normales de la orina, pero que por diferentes razones se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño. Se producen por eliminación excesiva de dichas sustancias o porque la formación de orina es escasa. Si son pequeños se eliminan por la orina sin producir síntomas, pero si son de gran tamaño quedan atrapados en el uréter o en la vejiga ocasionando un cuadro denominado cólico renal.
Los factores predisponentes más importantes para la aparición de un cólico renal son los siguientes: las infecciones urinarias, la inmovilización prolongada, el exceso de peso o la deshidratación.
Algunas recomendaciones dietético nutricionales para evitar la generación de cálculos:
- Bebe líquidos (agua, infusiones, caldos, etc.) en cantidad suficiente para que el volumen de orina sea al menos de 2 litros por día. La cantidad mínima diaria de agua de bebida a consumir será de 2 litros. Puede distribuirla de la siguiente forma: 1 vaso antes de desayunar, 1 vaso en cada comida, 2 vasos entre comidas, 1 vaso antes de acostarse, y 1 ó 2 vasos si se levanta por la noche.
- Evita el consumo de bebidas alcohólicas y refrescos carbonatados (tipo cola, tónica, etc.).
- Modera el consumo de alimentos proteicos (carnes, huevos, pescados), favorecen el aumento de ciertos componentes que influyen en la aparición de cálculos renales (oxalato, calcio y ácido úrico en la orina). La cantidad diaria recomendada de estos alimentos es de aproximadamente 150-170 gramos o un huevo.
- Reduce el consumo de sal, ya que aumenta la eliminación de calcio en la orina. Elimina el salero de la mesa. Evita los siguientes alimentos por su alto contenido en sal: preparados comerciales precocinados, patatas fritas, conservas en general (salvo atún sin sal), aceitunas, sopas de sobre, purés instantáneos, cubitos de caldo concentrado, bebidas gaseosas, salsas comerciales (mahonesa, kétchup...), etc.
- Salvo indicación expresa por parte de tu médico, no reduzcas el consumo de alimentos ricos en calcio, aunque sus cálculos sean de calcio.
- Se recomienda una ingesta adecuada de leche y derivados: 4 raciones de lácteos por día. Una ración de lácteo consiste en 250 ml de leche (un vaso) ó 2 yogures ó 40-50 gramos de queso.
- Controla tu peso. La obesidad es uno de los factores asociados a la formación de cálculos. No hagas dietas muy restrictivas por su cuenta, consulte a su equipo médico.
- El exceso de vitamina D puede favorecer la formación de cálculos, aunque también la vitamina D es necesaria para sus huesos. No tomes suplementos o alimentos enriquecidos con vitamina D sin indicación médica.
- Aguas comercializadas: según el tipo de litiasis puede ser aconsejable incluir aguas bicarbonatadas para prevenir los cálculos de fosfato cálcico y de ácido úrico. Es aconsejable beber 2 litros de agua por día con bajo contenido en sodio y calcio.
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con cálculos renales>>
Enfermedad obstructiva crónica (EPOC) y sobrepeso
Tu enfermedad respiratoria y los episodios de descompensación pueden producirte dificultades para mantener un buen estado nutricional. Los músculos que se utilizan en la respiración pueden requerir más energía para trabajar adecuadamente que los de una persona sin su problema pulmonar.
El exceso de peso tiene consecuencias adversas sobre tu salud (mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas, articulares, etc.) y además dificulta por sí mismo la respiración.
Además de que exista un exceso de peso, puedes tener al mismo tiempo una falta de masa muscular y empeorar tu función respiratoria.
Pérdidas moderadas, por ejemplo, de 4-5 kilos, son muy beneficiosas para tu salud. Sin embargo una pérdida de peso no controlada o realizada con una dieta inadecuada puede empeorar tu situación, ya que puede originar una pérdida de masa muscular que empeore tu función respiratoria.
No se trata únicamente de comer menos calorías. Resulta fundamental que realices una adecuada selección de los alimentos. La falta de apetito, fatiga o sensación de plenitud mientras comes puede hacer que tienda a elegir alimentos que no sean los más adecuados y ser causa de deficiencia de nutrientes, como hierro, vitaminas etc.
Mejorar tus hábitos alimentarios no cura la EPOC, pero puede ayudarte a mantener un adecuado estado nutricional y a sentirte mejor.
Algunas recomendaciones dietético nutricionales:
- Realiza 5 ó 6 comidas al día, con raciones pequeñas y frecuentes. Esto evitará que te canses al comer, que enseguida te sientas lleno y sin apetito, y disminuya la sensación de fatiga al terminar de comer. Si sientes hambre en algún momento del día, toma alguna pieza más de fruta o zanahorias, pepinos, pepinillos, cebolletas, o berenjenas en vinagre.
- Procura reducir la cantidad de comida que sueles servirte en el plato: en los primeros platos no superes el plato hondo medio lleno (cacillo y medio) y sírvete porciones medianas en los segundo.
- Toma los alimentos a temperatura templada, ni muy fríos, ni muy calientes, porque pueden provocarte sensación de ahogo o tos.
- Reposa sentado, una media hora después de las comidas principales.
- Toma diariamente al menos 2 litros de líquidos para reblandecer la mucosidad y facilitar la expectoración, salvo que tengas problemas de corazón y tu médico te aconseje limitarlos. Tómalos preferentemente, una hora antes o después de las comidas.
- Si usted recibes tratamiento con oxígeno domiciliario continuo, no olvides mantener tus gafas nasales puestas mientras comes, ya que para comer y hacer la digestión se requiere más oxígeno.
- Si presentas flatulencia evita comer alimentos que causan gases, o distensión abdominal. Un estómago muy lleno puede hacer que su respiración sea más difícil. Algunos alimentos que pueden causar gases o mayor sensación de plenitud son: las bebidas carbonatadas (gaseosa, cerveza, sidra, refrescos con gas, etc.), verduras como, el brócoli, las coles de Bruselas, repollo, la coliflor, etc. Evita los alimentos muy grasos, que retrasan el vaciamiento del estómago y favorecen la sensación de saciedad, reflujo y/o plenitud abdominal.
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con EPOC>>
Enfermedad ósea y articular
En la OSTEOPOROSIS existe una reducción de la masa ósea que aumenta la fragilidad de los huesos y el riesgo de fracturas, sobre todo en las vértebras y en el cuello del fémur. Es una enfermedad muy frecuente que afecta fundamentalmente a los ancianos y a las mujeres después de la menopausia.
Para prevenir la osteoporosis es necesario mantener una alimentación saludable y un adecuado consumo de calcio durante toda la vida, y sobre todo en los periodos de crecimiento: infancia y adolescencia, embarazo y lactancia. La absorción del calcio de los alimentos se ve favorecida por la presencia de vitamina D y por los componentes presentes en la leche y sus derivados. A su vez, la exposición controlada a los rayos del sol facilita que se forme y active la vitamina D.
Recuerda que la inmovilización prolongada, la falta de ejercicio y el consumo de tabaco o alcohol, así como algunos medicamentos como los corticoides, contribuyen a la pérdida de calcio de los huesos y a que aparezca osteoporosis.
Con respecto a la ARTRITIS REUMATOIDE, esta se puede presentar a cualquier edad siendo más frecuente en mujeres.
Generalmente afecta a las articulaciones de ambos lados del cuerpo por igual, siendo las muñecas, los dedos de las manos, las rodillas, los pies y tobillos las partes del cuerpo más afectadas. El curso y la gravedad de la artritis reumatoide puede variar considerablemente en cada caso.
Algunas recomendaciones dietético nutricionales:
- Toma leche y derivados diariamente, al menos 4 raciones de lácteos al día para asegurar el aporte del calcio y vitamina D necesario.
- Si no toleras la leche (intolerancia a la lactosa), debes cubrir sus necesidades con lácteos sin lactosa.
- Si consumes los lácteos desnatados recuerde que debe elegir aquellos suplementados en vitaminas (A y D). También existe la opción de elegir leche y yogures con alto contenido en calcio y vitamina D para alcanzar el consumo necesario cada día.
- Otra buena fuente de calcio está en las espinas de los pescados, fáciles de consumir en los pescados enlatados o en los pescados de menos tamaño (boquerones, sardinilla...).
- La ingesta de proteínas en la dieta debe ser suficiente; muy especialmente en los ancianos y después de una fractura o de una cirugía traumatológica. Se pueden necesitar suplementos en estas circunstancias. Sin embargo, fuera de estas circunstancias, evite un consumo excesivo de proteínas. Se recomienda consumir más a menudo pescado que carne.
- Consume diariamente tres piezas de frutas frescas, una ración de verduras crudas y otra cocinada y legumbres 2 a 4 veces por semana.
- Utiliza la sal con moderación. Recuerde que la sal de la alimentación es aportada a través de la sal que añadimos al cocinar y al aliñar, además de la sal contenida en los alimentos. Se recomienda emplear vinagre, ajo, cebolla, limón y especias para aliñar.
- Bebe entre dos y tres litros de agua al día y no consumas refrescos de forma excesiva.
- Toma el sol directamente (sin excederte y con crema de protección solar), sus rayos son una excelente fuente de vitamina D.
- Diariamente camina en tus desplazamientos, sube escaleras, etc. Además, si te es posible, realiza ejercicio físico 30-45 min. 3 días/semana de forma regular (montar en bicicleta, natación, clases de gimnasia colectivas, etc.).
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con osteoporosis>>
Recomendaciones dietético nutricionales para personas con artritis reumatoide>>
Oncología
Tu dieta es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Tanto la propia enfermedad como los efectos secundarios de los diferentes tratamientos pueden alterar tu forma de alimentarte, pudiendo producir desnutrición. Éste es un problema común que puede ser causa de empeoramiento de tu estado de salud. Si estás bien nutrido, tolerarás mejor los tratamientos que puedas necesitar (cirugía, quimio, radioterapia o trasplante) o serán más eficaces, presentarás menos complicaciones y tendrás mejor calidad de vida.
Algunas recomendaciones dietético nutricionales generales para pacientes oncológicos:
- Realiza una alimentación adecuada a tus necesidades, en función de tu edad, sexo, talla y grado de actividad física, capacidad de tu aparato digestivo y dificultades para la ingesta ocasionadas por los tratamientos para la enfermedad y cumpliendo los criterios de una dieta saludable.
- Varía al máximo el tipo de alimentos dentro de cada grupo y los menús a lo largo de la semana. Presenta y prepara los platos de forma agradable y atractiva, con cocinados sencillos, combinaciones variadas de alimentos y colores llamativos.
- Come despacio, masticando bien, si es posible, hazlo acompañado y trata de que el momento de las comidas sea en un ambiente tranquilo y agradable.
- Aléjate de los olores de la cocina, que favorecen la aparición de sensación de saciedad, las náuseas y los vómitos.
- No te saltes ninguna comida y reposa después de cada una de ellas, recostado o semisentado y si es posible evita el tumbarte en los 30 minutos siguientes.
- Aprovecha para comer más en las horas de más apetito e intenta comer algo antes de ir a dormir, ya que no afectará a tu apetito del día siguiente. Ten disponible alimentos líquidos (leche, yogur líquido, batidos, suplementos nutricionales), para tomarlos sí te despiertas por la noche.
- Enriquece tus platos con alimentos como (miel, leche en polvo, frutas en almíbar, frutos secos triturados, etc.).
- Estimula el apetito con pequeñas cantidades de zumo, frutas, caldos o masticando chicles.
- Bebe, si es posible, de 2 a 3 litros de líquidos al día (agua, leche, zumos, infusiones, caldos, sopas y refrescos) pero hazlo preferiblemente fuera de las comidas, y en pequeñas cantidades.
- Procura realizar al menos 5- 6 comidas al día, variadas y de pequeño volumen.
Recomendaciones dietético nutricionales generales para personas que padecen cáncer>>
Según el tipo de tumor, su localización y el tratamiento antineoplásico (cirugía, quimioterapia, radioterapia o trasplante) los síntomas que se pueden presentar y que dificultan la ingesta serán distintos. A continuación detallamos las pautas nutricionales e higiénico-sanitarias para los síntomas más frecuentes:
FALTA DE APETITO O ANOREXIA Y PLENITUD GÁSTRICA O SENSACIÓN DE SENTIRSE LLENO
- Intenta tomar varias ingestas de menor volumen con menús variados, utilizando colores atractivos, diferentes olores y sabores. Respetando un horario, creado por ti y en función de tus preferencias e intenta mantenerlo.
- Se flexible y ten en cuenta el momento del día de mayor apetito, ánimo y menor fatiga e introduce entonces mayor volumen de alimentos (suele ser en el desayuno).
- Evita aquellos alimentos que en mucho volumen aportan pocos nutrientes y energía (ensaladas, sopas, infusiones…) y sustitúyelos por otros que en poco volumen estén más concentrados (pastel de carne, pescado, pasta, carne o huevo con
bechamel…).
- Intenta dar un paseo antes de la comida principal y come acompañado siempre que sea posible, escucha la radio o ve la televisión.
- Adecúa las texturas y consistencias de los alimentos a tus posibilidades de masticación y apetito.
- Evita los alimentos bajos en calorías y que te sacien rápidamente (caldos, refrescos con gas…).
- Si durante el tratamiento un alimento ha sido rechazado, deberías evitarlo hasta la finalización del mismo, e introducirlo posteriormente.
- Bebe los líquidos entre horas, fuera de las comidas y a pequeños sorbos.
- Enriquece tu dieta añadiendo a sus platos: leche en polvo, quesitos, azúcar, nata líquida, etc.
- Si existe dolor abdominal causado por flatulencia, evita aquellos alimentos que la provoquen y pásalos por la túrmix si es necesario. Además se puede acompañar la comida con una infusión a base de manzanilla con anís estrellado para mejorar la digestión.
ALTERACIONES DEL GUSTO Y OLFATO
- Realiza enjuagues frecuentes e ingiera de 2 a 3 litros de líquido al día (agua, zumos, infusiones, agua de limón…).
- Si percibes sabores metálicos utiliza utensilios de plástico.
- Utiliza sal, ajo, cebolla, especias y hierbas aromáticas (pimienta, perejil, clavo, nuez moscada, cilantro, orégano, tomillo) de manera suave.
- Evita los olores ambientales (perfumes, productos de limpieza, cocina, etc.) y alimentos con aromas muy fuertes.
- No destapes, remuevas, ni sirvas un alimento caliente delante del paciente, hazlo lejos para que no le moleste el olor.
- Consume alimentos fríos o a temperatura ambiente, ya que no desprenden olor.
- Si rechazas las carnes rojas, por su sabor metálico, sustitúyela por pollo, conejo, pavo, jamón, pescados o huevos.
- En el caso que estas recomendaciones sean insuficientes se te recomendará el consumo de Suplementos calórico proteicos adecuados a tus necesidades.
DIARREA
- Realiza comidas frecuentes y en pequeñas cantidades, en torno a 5 ó 6 al día.
- Bebe más líquidos (al menos 3 litros), en pequeñas cantidades y con más frecuencia. Se recomienda la limonada alcalina (1litro de agua, dos cucharadas soperas de azúcar, media cucharada pequeña de sal y de bicarbonato, y el zumo de un limón mediano), el agua de arroz (50 gr de arroz y una zanahoria grande pelada, un litro y medio de agua con sal, hervir durante 20 minutos, a fuego medio) o soluciones rehidratantes como Sueroral®, Isotonar®, Bebesales®, infusiones, o refrescos para deportistas, repartidos en pequeñas tomas a lo largo del día.
- Evita bebidas con gas, café, té, especias, chocolate y los alimentos muy fríos.
- Consume leche baja o sin lactosa, yogures y quesos frescos.
- Realiza una dieta astringente a base de arroz, pasta, patata y zanahoria cocida, en sopa o en puré, pescado, jamón y huevo cocido.
- En cuanto la diarrea se alivie vuelve lentamente a tu alimentación habitual.
NAUSEAS Y VÓMITOS
- Come en un ambiente tranquilo.
- Permanece sentado después de comer, y no te tumbes en los 30 minutos siguientes.
- Fracciona la comida en 5 ó 6 veces al día y mastica bien.
- Realiza pequeñas tomas con bocadillos, galletas, sorbetes, helados o gelatinas. Los alimentos es mejor que estén fríos o a temperatura ambiente.
- Ingiere los líquidos entre las comidas y a pequeños sorbos; los refrescos de cola (batidos para quitar el gas) y las infusiones (tipo manzanilla) le pueden ayudar.
- Evita los alimentos grasos, fritos, ácidos y los batidos de leche y derivados.
- Evita cocinar y oler los alimentos durante su elaboración y recuerda que:
- Si tienes náuseas por la mañana: tome alimentos secos (tostadas, galletas o cereales) y evita los líquidos.
- Si sueles vomitar durante la sesión de tratamiento: No comas nada las 2 horas previas.
- Si vomitas repetidamente: beba los líquidos a pequeños sorbos (tipo zumos o bebidas azucaradas, infusiones ó consomés. Si los toleras, introduce entonces leche, batidos, puré de patata o de verduras y por último carnes, aves y pescados.
INFLAMACIÓN Y LLAGAS EN LA BOCA (MUCOSITIS)
Excluye los alimentos ácidos, amargos, picantes, muy salados o muy dulces. Utiliza hielos o helados que disminuyen el dolor.
- Prepara los alimentos en forma de cremas, guisados o asados con salsas suaves.
- Realiza 5 ó 6 ingestas al día, con pequeñas cantidades cada vez.
- Mastica bien y coma despacio.
- Toma batidos a base de lácteos y frutas no ácidas (pera, manzana, plátano, melocotón).
- Toma alimentos fríos o a temperatura ambiente.
- Mantén una buena higiene bucal, realiza enjuagues con agua y manzanilla.
DISMINUCIÓN DE LA SALIVA O BOCA SECA (XEROSTOMÍA)
- Prepara platos muy jugosos, con salsas o caldos, evitando las cocciones tipo fritos, plancha y los alimentos más secos (galletas, patatas fritas y frutos secos), para que se puedan tragar bien.
- Los líquidos tipo zumos, caldos, yogures, cremas, sorbetes, helados… serán tu primera elección.
- Lleva una escrupulosa higiene bucal, limpiando la lengua antes y después de comer. Aumenta el estímulo de producción de saliva mediante el limón o caramelos ácidos, o con preparaciones comerciales, tipo Saliva artificial (Metilcelulosa 12 g, Limón 0,2 ml y agua 600 ml) o Cocimiento Llantén (para 100 ml: extracto fluido de llantén 3 g, Miel rosada 30 g, Tetraborato sódico 3 g, clorato potásico 4 g, y agua destilada).
DIFICULTAD O DOLOR AL TRAGAR (DISFAGIA)
- Come despacio, relajado y sin distracciones.
- Consume los alimentos deben estar a temperatura ambiente (ni muy fríos ni calientes).
- Evita aquellos alimentos que en mucho volumen aportan poca energía (ensaladas, sopas, infusiones…) y sustitúyelos por otros que en poco volumen sean muy calóricos (pastel de carne, pescado, pasta, carne o huevo con bechamel…)
- Si te cuesta tragar los sólidos, elija alimentos preferiblemente cocidos, suaves y de consistencia blanda. Si no puedes tragar los alimentos blandos con salsa, tendrás que probar a comerlos en forma de purés. Los purés deben ser siempre homogéneos; sin trozos ni partículas mezcladas.
- En el caso que no toleres los líquidos, prueba a beberlos muy lentamente a pequeños sorbitos y si es necesario utiliza espesantes naturales tipo harinas o ya elaborados que se venden en las farmacias.
- Dificultad menor: elije una consistencia tipo néctar o como la del yogur líquido.
- Dificultad mediana: elije una consistencia tipo miel o natillas.
- Dificultad severa: elija una consistencia tipo flan o yogur.
Alergias alimentarias
Las alergias alimentarias se producen cuando una persona ingiere, entra en contacto o inhala un alimento (alérgeno), provocando una reacción adversa o respuesta anormal. Sólo se produce en algunos individuos previamente sensibilizados y puede ocurrir con cantidades mínimas de alimentos, por lo que necesitan eliminarlos completamente de su dieta.
En cambio, las intolerancias alimentarias se producen como una respuesta clínica a un alimento cuyo mecanismo no es inmunológico al contrario que en las alergias alimentarias, por lo que en estos casos se pueden consumir pequeñas cantidades del alimento, sin producirse síntomas inmediatos.
Algunas recomendaciones dietético nutricionales:
- Sigue una alimentación equilibrada, variada y suficiente según te indicamos en la tabla de frecuencia de consumo para cada grupo de alimentos que podrá descargar más abajo.
- Una vez que se haya determinado el tipo de alimento que causa la reacción alérgica, la única forma de tratarla es evitando su consumo.
- Si la exclusión de alimentos que debe llevar a cabo es muy amplia, habrá que buscar siempre alimentos sustitutivos del mismo grupo para poder cubrir tus necesidades en energía y nutrientes (por ejemplo si la alergia es al pescado, éste se sustituirá por otro alimento del grupo proteico como carne, pollo o huevos).
- Existen alérgenos ocultos, cuya detección resulta a veces casi imposible, y que están presentes en los alimentos procesados industrialmente a los que para mejorar su aspecto, color y sabor se les añade sustancias como caseína, proteína de soja, gluten de trigo, derivados de maíz o avena, extractos de levaduras o huevo. Por ello debes leer siempre detenidamente la lista de ingredientes, donde el fabricante debe incluir toda la información al respecto.
Recomendaciones dietético nutricionales generales ante alergias alimentarias>>
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