Sanidad forestal

Para que nuestros bosques gocen de buena salud es fundamental una gestión adecuada de los montes y de los problemas fitosanitarios que puedan afectarlos.

Desde la Sección de Defensa Fitosanitaria de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal realiza una labor de evaluación continua de estos ecosistemas, mediante herramientas como la Red de Seguimiento de la Evolución Sanitaria de las Masas Forestales de la Comunidad de Madrid (Red SESMAF), la caracterización de las masas de pinar para la valoración de daños de procesionaria, la implantación de estaciones de medición de contaminantes o el establecimiento de una red de capturas selectivas para la determinación de las curvas de vuelo de las principales plagas de la Comunidad de Madrid.

Además, los denominados organismos de cuarentena han obligado a reforzar las medidas de vigilancia, e implantar un sistema de prospecciones para detectar la posible presencia de determinados organismos nocivos que pueden afectar a nuestros montes.

Estado de la procesionaria del pino en la Sierra del Guadarrama (marzo 2022)

A principios de la década de los ochenta, el continuo y progresivo deterioro del estado de salud de los bosques que se registraba en Europa empezó a suscitar una preocupación general en la sociedad. En 1986, la Comunidad Europea (CE) sentó el fundamento jurídico para desarrollar los trabajos de seguimiento y control del estado de salud de los sistemas forestales. Así surgieron las Redes Europea de Seguimiento de Daños en los Bosques (Redes de Nivel I y II).

La Red de Seguimiento de la Evolución Sanitaria de las Masas Forestales de la Comunidad de Madrid (Red SESMAF) surgió en el año 2002, y se basa y complementa a la Red Europea de Nivel I, aunque presenta ciertas modificaciones con respecto a la original tanto en la metodología empleada para la selección de parcelas como en alguno de los parámetros a evaluar.

En la actualidad hay establecidas 91 parcelas en las que se evalúa, una vez al año, el grado de defoliación y decoloración de los árboles de la parcela, y se identifican los agentes patógenos observados.

Los objetivos de la Red SESMAF son los siguientes:

• Determinación anual del estado sanitario de las diferentes formaciones arbóreas de la Comunidad.
• Identificación de los agentes causales del deterioro sanitario.
• Valoración en el tiempo y en el espacio de la evolución de los daños analizados.
• Relaciones causa-efecto del decaimiento de las masas.
• Análisis comparativo de la evolución global del estado sanitario de las diferentes formaciones forestales.

A continuación se pueden consultar los informes anuales de la Red de seguimiento de la evolución sanitaria de las masas forestales (SESMAF).

La contaminación del aire se viene estudiando desde la segunda mitad del siglo XIX, siendo el estudio de sus efectos sobre los ecosistemas forestales un tema prioritario por su importancia sobre la producción y propia pervivencia.

De entre todos los contaminantes que pueden afectar a la vegetación destacan por su peligrosidad el SO₂, NO_x y el O₃. Los tres muy ligados a la actividad humana. El primero procedente –a grandes rasgos- de combustibles que contienen azufre y de la fusión de metales no ferrosos, y los otros dos a la quema de hidrocarburos (tráfico rodado).

A fin de evaluar el probable deterioro por contaminación atmosférica producido en las masas de pinar de la Comunidad de Madrid, la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal realiza, desde el año 2003, muestreos sobre la presencia de contaminantes en una red de puntos coincidentes con determinadas parcelas de la Red SESMAF.

Actualmente, hay establecidas un total de 10 estaciones para la medición de estos contaminantes. Cada estación está compuesta por una caja de registro con dos tipos de dosímetros pasivos (para la medición de los niveles de NO₂ y O₃), y un captador de agua de lluvia, que son revisados quincenalmente entre los meses de marzo y octubre para la recogida de muestras y posterior traslado a laboratorio.

Los resultados obtenidos permiten evaluar de manera continua la presencia de distintos contaminantes, determinar los daños directos producidos por ozono, y valorar la incidencia de los contaminantes en las masas de pinar de la Comunidad de Madrid. 

Los daños en las masas forestales pueden estar causados por agentes vivos (daños bióticos), o, por otros, que son consecuencia principalmente de factores ambientales y nutricionales (daños abióticos).

La identificación del problema requiere un primer análisis o evaluación que nos permita ir descartando si la causa del daño es abiótica, es decir, motivada por, heladas, fuego, nieve, viento o sequía u otros factores relativos a carencias edáficas. Para ello, es muy importante conocer las necesidades fisiológicas de los arboles y la calidad del hábitat donde se encuentran (clima, suelo, agua disponible, competencia, contaminación atmosférica,…).

La determinación de los agentes bióticos se realiza mediante la observación directa de síntomas y signos, y, en su caso, por la toma y reemisión de muestras al laboratorio para su diagnóstico.

En muchas ocasiones las causas que originan el deterioro de los bosques van interrelacionadas, siendo una consecuencia de la otra, es decir, una sequía prolongada o la falta de nutrientes provoca que la masa se debilite y facilite el ataque masivo de otros agentes patógenos.

La Ley 43/2002 de Sanidad Vegetal, define como “Plaga de cuarentena” a aquella plaga que pueda tener importancia económica potencial y que figure en la lista comunitaria o así haya sido calificada por el Ministerio con competencia en la materia.

La normativa europea y nacional, establece para los diversos Estados miembros la obligación de realizar prospecciones en sus territorios para conocer la situación de determinados organismos nocivos para los vegetales.

Es fundamental la detección precoz de aquellos agentes nocivos que aparecen por primera vez en un Estado miembro o en parte del mismo, para evitar su establecimiento o al menos su propagación.

El Ministerio con competencias en la materia establece un calendario anual de prospecciones de organismos de cuarentena y planes o programas de prevención, erradicación o control de determinadas plagas vegetales de interés en España, que las Comunidades Autónomas deben de llevar a cabo.

La Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal de la Comunidad de Madrid a través la Sección de Sanidad Forestal viene realizando con carácter anual diferentes prospecciones para detectar la presencia de determinados organismos nocivos de cuarentena en el ámbito forestal, que pueden afectar a vegetales y cuyo efecto pernicioso puede implicar graves pérdidas económicas a los sectores implicados, así como derivar en graves consecuencias medioambientales.

En todos los casos, las observaciones de campo y las muestras analizadas en laboratorio dieron negativo a la presencia de los organismos prospectados.