Claves para la seguridad alimentaria
Alimentos seguros: evitar riesgos alimentarios
El derecho a la seguridad alimentaria es el derecho a conocer los riesgos asociados a un alimento o a alguno de sus componentes. Las administraciones competentes garantizan la protección frente a dichos riesgos alimentarios
Es importante mantener una conservación, transporte, empleo y consumo seguros de los alimentos para prevenir la aparición de riesgos para la salud.
Los alimentos pueden contener gérmenes patógenos o toxinas o contaminarse por contaminación cruzada, falta de higiene o temperaturas no adecuadas, entre otras causas. Las características del alimento (origen, contenido en agua, tipo de procesado, envasado...) pueden favorecer la multiplicación de bacterias (Salmonella, Listeria monocytogenes, Escherichia coli...), virus (Norovirus, Rotavirus, Hepatitis A...) o toxinas producidas por microorganismos (por Staphylococcus aureus, Bacillus cereus, Clostridium perfringens...) que dan lugar a intoxicaciones alimentarias.
¿Cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en casa?
Es una de las cinco recomendaciones que aconseja la Organización Mundial de la Salud, ya que, a través de ellas, se pueden transmitir bacterias a los alimentos. En este vídeo de la Escuela de Salud de la Comunidad de Madrid vamos a dar sencillas recomendaciones para poder elaborar y conservar alimentos en casa, y con ello, evitar que se produzcan enfermedades de origen alimentario, como puede ser las que se producen por Salmonella o Listeria.
Las cinco claves de la seguridad alimentaria
Cinco claves para manipular los alimentos de forma segura y prevenir enfermedades transmitidas por estos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Clave 1: Mantenga la limpieza
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Lávese las manos antes de empezar y durante la preparación de la comida, así como después de ir al baño.
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Lave y desinfecte todas las superficies y los utensilios empleados.
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Proteja los alimentos y las zonas de cocina de insectos, plagas, mascotas y otros animales.
¿Por qué?
Muchos microorganismos están presentes en el suelo, el agua, los animales y las personas.
Estas medidas evitan que se contaminen los alimentos o los utensilios empleados en su
preparación con esos microorganismos.
Clave 2: Separe los alimentos crudos de los cocinados
No utilice, sin haberlos limpiado adecuadamente, los mismos utensilios y
superficies, como cuchillos y tablas de cortar, para preparar alimentos crudos y alimentos
cocinados.
Conserve los alimentos en recipientes separados.
¡Al descongelar los alimentos en la nevera, evite el goteo de líquidos sobre otros alimentos!
Clave 3: Cocine completamente los alimentos
- En las carnes rojas y el pollo, compruebe que al corte los jugos no son rosados, sino de color pardo.
- Asegúrese de que las sopas y guisos alcancen la ebullición.
- Recaliente por completo la comida ya cocinada.
RECOMENDACIÓN: ALCANZAR 70º C EN EL CENTRO DEL PRODUCTO DURANTE 30 SEGUNDOS.
Así se inactivan la mayoría de los microorganismos.
Clave 4: Conserve los alimentos a temperaturas seguras
- Evite dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente.
- Refrigere lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos (preferentemente por debajo de 5º C).
- No descongele los alimentos a temperatura ambiente: hágalo en la nevera, utilizando el microondas o el horno.
- Si quiere conservar la comida en caliente para consumirla posteriormente, manténgala a 65º C o más. No guarde los alimentos ya cocinados durante más de 2 días en la nevera.
¿Por qué?
A temperatura ambiente los microorganismos se multiplican rápidamente y aumenta el riesgo de aparición de enfermedades.
Al refrigerar se ralentiza su crecimiento y al congelar se detiene.
Clave 5: Utilice agua y alimentos seguros
- Use siempre agua potable para cocinar y beber.
- Los alimentos, incluyendo el agua y el hielo, pueden contener microorganismos o sustancias químicas.
- Lave y desinfecte las frutas y las hortalizas, especialmente si se comen crudas.
- No utilice alimentos después de la «fecha de caducidad». No obstante, el alimento sigue siendo seguro una vez superada la fecha de «consumo preferente», siempre que se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado. Amplíe información.
- No consuma ni utilice alimentos que presenten signos de alteración (con malos olores, mohos, etc.) y deseche las conservas o envases abombados, con óxido, goteos, etc.