Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. Paisaje con vacas

Reservas de la Biosfera

Las Reservas de la Biosfera son zonas representativas de los diferentes hábitats del planeta, cuya importancia para la conservación de la biodiversidad y como modelo de desarrollo sostenible es reconocida a nivel internacional por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Designadas por el Consejo Internacional de Coordinación del Programa MAB (Man and Biosphere – Hombre y Biosfera) a petición del Estado interesado, las Reservas de la Biosfera forman una Red Mundial en la cual los Estados participan de manera voluntaria. En España, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales es el encargado de coordinar el desarrollo del Programa MAB de la UNESCO.

Las Reservas de la Biosfera tienen la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales y cumplen las siguientes funciones:

  • Conservación: contribuir a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética.
  • Desarrollo: fomentar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.
  • Apoyo logístico: prestar apoyo a proyectos de demostración, de educación y capacitación sobre el medio ambiente y de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible.

Estas funciones deben cumplirse mediante el siguiente sistema de zonación:

  • Una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo plazo conforme a los objetivos de conservación de la reserva de biosfera, de dimensiones suficientes para cumplir tales objetivos.
  • Una o varias zonas tampón claramente definidas, circundantes o limítrofes de la(s) zona(s) núcleo, donde sólo puedan tener lugar actividades compatibles con los objetivos de conservación.
  • Una zona exterior de transición donde se fomenten y practiquen formas de explotación sostenible de los recursos.

El reconocimiento de la UNESCO no supone, por si mismo, una figura de protección del territorio, ni impone restricciones específicas. En estos espacios pueden desarrollarse, respetando la normativa aplicable, aquellas actividades que sean compatibles con el mantenimiento de los valores reconocidos a través de la declaración de reserva de la biosfera.