Contaminación producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias
El uso de nitratos como fertilizante agrícola es causa de contaminación de las aguas subterráneas. La identificación de las zonas vulnerables que puedan estar afectadas y la aplicación del Código de Buenas Prácticas Agrarias tienen el objetivo prevenir y reducir la contaminación causada por esta práctica.
Zonas vulnerables a la contaminación de nitratos de origen agrario
Las Comunidades Autónomas designan como zonas vulnerables todas aquellas superficies del territorio cuya escorrentía contribuya a la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrarias.
En la Comunidad se han designado las siguientes zonas (Decreto 27/2020, de 15 de abril):
- Zona 1. La Alcarria.
- Zona 2. Sectores sur de las Masas de Agua Subterránea “Madrid: Guadarrama-Manzanares” y “Madrid: Guadarrama-Aldea del Fresno”.
- Zona 3. Sur de Loranca.
- Zona 4. Sector sureste del arroyo de la Marcuera-Valdeavero.
- Zona 5. Bajo Algodor.
Buenas prácticas agrarias
Es una recopilación de prácticas agrarias para el desarrollo de una agricultura compatible con el medio ambiente, en consonancia con una racional utilización de los fertilizantes nitrogenados.
Una vez la Administración designa las zonas vulnerables y establece los programas de acción, las medidas contenidas son de obligado cumplimiento para las zonas vulnerables, para el resto de las zonas son de carácter voluntario.
Recomendable el abonado nitrogenado con abonos minerales para todos los cultivos excepto las leguminosas, en las que es deben aportarse de 10 a 20 kilos de nitrógeno por hectárea.
Terrenos inclinados y escarpados:
- Realizar la aplicación de los fertilizantes de tal forma que no se produzca escorrentía.
- Mantener con hierba ciertos desagües, setos y taludes, así como los fondos de laderas.
- No utilizar cañones de aspersión con presión alta (superior a 3 bars en el aspersor) para los fertilizantes líquidos.
Fertilizantes |
Suelo helado |
Suelo helado |
Suelo nevado |
Suelo inundado |
---|---|---|---|---|
Minerales |
Posible |
Casos límite |
No aconsejable |
No aconsejable |
Estiércol, compost y lodos |
Posible |
Casos límite |
Casos límite |
No aconsejable |
Lisiers y purines |
Posible |
Desaconsejado |
Desaconsejado |
No aconsejable |
Terrenos cercanos a cursos de agua:
- Dejar una franja de entre 2 y 10 metros de ancho sin abonar, junto a todos los cursos de agua. Los sistemas de fertirrigación trabajarán de modo que no haya goteo o pulverización a menos de 2 a 10 metros de distancia a un curso de agua, o que la deriva pueda alcanzarlo.
- No aplicar a menos de 35-50 metros de una fuente, pozo o perforación que suministre agua para el consumo humano o se vaya a usar en salas de ordeño.
- Mantener las orillas o márgenes con hierba.
- Conservar los árboles, setos y zonas boscosas en los márgenes de los ríos y arroyos.
- Aplicar fertilizantes químicos y estiércol para controlar las perdidas de nutrientes hacía el agua.
Todas las explotaciones agrícolas deben establecer planes de abonado para cada parcela y que lleven un libro de registro de aplicación de fertilizantes. En él estarán especificados la naturaleza de los cultivos, las fechas de aplicación, los volúmenes y cantidades utilizados de nitrógeno de cualquier origen (deyecciones, lodos, basuras o composts producidos o introducidos en la explotación, abonos nitrogenados comprados, etcétera).
- El riego a manta y de percolación honda debe realizarse en terrenos arcillosos para cultivos con sistema radicular profundo.
- El riego por infiltración lateral (por surcos) debe aplicarse en suelos arcillosos, expansivos y de baja permeabilidad, profundos y en cultivos con raíces profundas.
- En riego por aspersión deben tenerse en cuenta la distribución de los aspersores y la interferencia del viento.
- Fertirrigación, el fertilizante no debe ser puesto en el agua desde el comienzo del riego, sino preferiblemente después de haber suministrado cerca del 20-25 por 100 del volumen de agua; la fertirrigación debe completarse cuando se ha suministrado el 80-90 por 100 del volumen de agua.
- Riego por goteo, variar periódicamente los caudales y los tiempos de riego.
- Mejorar el orden de sucesión de los cultivos de modo que se reduzca la superficie de suelo desnudo durante los períodos que presenten riesgos de lavado.
- Enterrar los residuos de las cosechas, pues las cantidades cada vez mayores dejadas por los cultivos bien abonados, han demostrado ser mejorantes del suelo y dotar a éste de mayor poder retentivo de agua, disminuyendo así la erosión de la tierra.
- Proteger el barbecho de la erosión semillándolo con leguminosas.
- Implantar rápidamente un cultivo exigente en nitrógeno después de una leguminosa.
- Combinar técnicas culturales (laboreo perpendicular a la pendiente, cultivos intermediarios) y de mejora (setos, taludes y desagües encespedados).
- Mantener impermeables todas las áreas de espera y de ejercicio, en especial las exteriores, accesibles a los animales y todas las instalaciones de evacuación o de almacenaje de los efluentes del ganado.
- La pendiente de los suelos de las instalaciones donde permanezcan los animales debe permitir la evacuación de los efluentes. Estos últimos serán evacuados hacia los contenedores de almacenaje.
- Recolectar las aguas de limpieza en una red estanca y dirigirlas hacia las instalaciones de almacenaje o de tratamiento de los efluentes.
- Almacenar las deyecciones sólidas en una superficie estanca dotada de un punto bajo, de modo que se recojan los líquidos de rezume y se evacuen hacia las instalaciones de almacenaje o de tratamiento de los efluentes.
- Disponer, como mínimo, de una capacidad de almacenaje suficiente para cubrir los períodos en que la distribución no es aconsejable.
- Recoger por separado las aguas de lluvia de los tejados y evacuarlos directamente en el medio natural.
Programa de actuación sobre las zonas vulnerables
Tienen como objeto prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos de origen agrario, pudiendo ser diferentes para distintas zonas vulnerables, cuando esta solución sea más apropiada.
El órgano ambiental de la Comunidad de Madrid realiza programas de muestreo y seguimiento de la calidad de las aguas de las zonas vulnerables para conocer de las tendencias del contenido de nitratos y confirmar su origen.