En ese momento, la atención cardiovascular en el Centro se encontraba dispersa tanto física como orgánicamente, identificándose 4 Servicios totalmente dedicados a esta atención (Cardiología, Exploración Cardiopulmonar, Cirugía Cardiaca y Cirugía Vascular), y una parte de otros dos Servicios del Hospital: el área de Cuidados Críticos Cardiovasculares de Medicina Intensiva y el área de prevención cardiovascular (Unidad de Lípidos e Hipertensión) de Medicina Interna III.
Considerando además la creciente prevalencia de la enfermedad y la incidencia en el consumo de recursos económicos, se consideró adecuado comenzar la andadura en la gestión clínica con un Instituto Cardiovascular donde se integrasen (total o parcialmente según el caso), los seis servicios anteriormente mencionados, con el objetivo de satisfacer tres pilares básicos:
- Proporcionar una atención integral al paciente
- Con la máxima calidad y eficiencia
- A través de la participación de todos los profesionales
El Instituto Cardiovascular nace fundamentalmente con un espíritu de cambio, con la aspiración de mejorar la atención al paciente y bajo el paraguas de la búsqueda de la eficiencia y la mejora de la calidad, que sólo puede lograrse a través de la participación activa de los profesionales que integran la organización. El Documento de Bases consensuado en el año 1998 trata de recoger estas líneas, así como un modelo de funcionamiento basado en un Comité de Dirección, donde se encuentran dos miembros de cada servicio: el jefe de servicio y un facultativo elegido entre el resto.
Desarrolla su actividad como una agrupación funcional dentro del Hospital, que se apoya en el resto de servicios y unidades del Centro, tanto asistenciales como no asistenciales: servicios de suministros (para la realización de compras, convocatorias de concursos públicos, etc.); sistemas de información (adaptando su cuadro de mandos a los objetivos e indicadores propios del mismo); servicio de personal (para la gestión de recursos humanos, contrataciones, sustituciones); etc.
Uno de los mayores logros del Instituto Cardiovascular ha sido introducir un cambio en la forma de trabajar de sus profesionales. Romper la inercia en la "forma de hacer" y dar atención sanitaria en el entorno de los hospitales públicos no es fácil. La agrupación de los servicios directamente relacionados con la patología cardiovascular constituyendo un Instituto, que poco a poco va adquiriendo mayor capacidad de decisión, ha servido para acercar los objetivos institucionales a cada una de las unidades participantes y agilizar el desarrollo de las actuaciones institucionales en materia de calidad asistencial, de optimización en el uso de los recursos, reducción de las listas de espera, etc.
Son muchas las actuaciones que, en mayor o menor medida, han ido contribuyendo a la transformación de este Instituto, convirtiéndolo en un centro de atención de excelencia en el área cardiovascular.
Desde el punto de vista organizativo, y con un ritmo de cambio propio de un sistema público como el del Hospital Clínico San Carlos, se han ido produciendo una serie de transformaciones en el seno del Instituto, encaminadas a incrementar el grado de responsabilidad de los profesionales fundamentalmente a través de la potenciación de las unidades funcionales, que adquieren protagonismo al mismo nivel que los tradicionales servicios clínicos, a pesar de no contar con una participación activa en el Comité.
Todos estos cambios organizativos, así como la creciente necesidad de introducir cambios en el modo de funcionar, con objetivos cada vez más orientados al paciente y al proceso, no tenían cabida en el Documento de Bases inicialmente elaborado. Así pues, coincidiendo con la renovación del equipo directivo tras las elecciones en noviembre de 2.001, el Comité de Dirección del Instituto aprobó el inicio de un proceso de actualización de dicho Documento de Bases que culminó en julio de 2.002.
En este nuevo modelo de organización y funcionamiento, se ha creado una nueva estructura directiva, con un diseño flexible para poder adaptarse a la evolución asistencial, dotando al Instituto de dos órganos claramente diferenciados que sirven de apoyo a la labor de la Dirección del mismo:
- Un Órgano de Gobierno, de carácter estratégico y de representación de los diferentes profesionales: encargado de aprobar anualmente las decisiones estratégicas, balances y resultados del ejercicio, en el que participan todos los "socios" que de alguna manera aportan "capital humano" al Instituto, así como los representantes de los profesionales.
- Un Comité de Dirección, de carácter ejecutivo, donde participan los profesionales con responsabilidad directa sobre algún área asistencial o no asistencial, siendo este último el caso del coordinador de Investigación Cardiovascular. Este Comité aborda el establecimiento y seguimiento de los objetivos pactados anualmente, los objetivos del plan estratégico y todos aquellos asuntos inherentes al funcionamiento diario del Instituto, reuniéndose semanal o quincenalmente.
En noviembre de 2007, después de casi diez años desde la constitución del Instituto Cardiovascular, se produjo un relevo en la Dirección del mismo, planteándose nuevos retos en su organización y funcionamiento, encaminadas a la actualización del Documento de Bases, elaboración del nuevo Plan Estratégico, desarrollo de la gestión por procesos, etc.
Director del Instituto Cardiovascular:
Doctor Antonio Ignacio Fernández Ortiz
Comité de Dirección:
- Director del Instituto Cardiovascular
- Jefes de Servicio
- Jefes de Unidades
- Coordinador de Investigación
- Coordinadora de Enfermería
- Coordinadora de Gestión
- Jefe de Cardiología Hospital Carlos III
Consejo de Gobierno:
- Presidente Instituto Cardiovascular
- Director Intituto Cardiovascular
- Componentes Comité Dirección
- Jefes de Servico de Alianzas Primer Nivel
- Representantes Enfermería (2)
- Representantes Facultativos (4)
- Representaes MIR
- Jefe Cardiología Hospital Severo Ocho
- Jefe de Cardiología Hospital Príncipe de Asturias