
Riesgos del consumo de alcohol
Información sobre riesgos del consumo de alcohol
No existe un nivel de consumo seguro de alcohol.
El consumo de riesgo, el consumo perjudicial, el consumo excesivo episódico y la dependencia del alcohol, son considerados hoy en día grandes problemas de salud pública y en sus causas confluyen múltiples circunstancias y determinantes.
Se calcula que el uso nocivo del alcohol causa cada año 3,3 millones de muertes y una proporción considerable de ellas corresponde a personas jóvenes.
Según un estudio llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad, en 2010-2017 se produjeron en España 15.489 muertes al año atribuibles a alcohol , suponiendo un 55,7% de muertes prematuras.
- El consumo de bebidas alcohólicas ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de mala salud en el mundo.
- Puede crear adicción y problemas en nuestra salud física, psíquica y social.
- No existe un nivel de consumo seguro de alcohol
- No consumir es lo único que evita sus efectos perjudiciales
- En base a la evidencia científica actual, ningún profesional de la salud o institución debe recomendar su consumo para mejorar la salud
Causas que confluyen en el consumo de alcohol
- La personalidad
- El contexto social y familiar de la persona
- El ambiente social y cultural
- La presencia cotidiana del alcohol en las relaciones interpersonales
- La accesibilidad y permisividad que normaliza su consumo, lo que hace que incluso se deje de percibir como una droga.
- La publicidad, que siempre asocia el consumo de alcohol a la felicidad
- La situación laboral
Estos determinantes no tienen la misma importancia y grado de influencia en todas las personas, variando según cada caso.
Riesgos del consumo de alcohol
No existe un consumo seguro de alcohol. Su consumo siempre supone un riesgo para la salud.
El alcohol es uno de los principales factores de riesgo evitables en el desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones, incluyendo, entre otras:
- Enfermedades cardiovasculares,
- Enfermedades hepáticas,
- Enfermedades neuropsiquiátricas
- Enfermedades transmisibles.
- Existe una sólida evidencia de la asociación del consumo de alcohol y ciertos tipos de cáncer.
El impacto del consumo de alcohol va más allá de la salud de la persona que consume, ya que puede producir daños a terceras personas y a la sociedad en su conjunto:
- Accidentes de tráfico,
- Conductas violentas,
- Desempleo, absentismo laboral.
- Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF)
Si usted o algún familiar tiene problemas de dependencia con el alcohol no dude en solicitar ayuda en su Centro de Salud. Sepa también que en la Comunidad de Madrid también existe una importante red de Asociaciones de Ayuda Mutua.
Mejor sin alcohol
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, coincidiendo con el inicio del curso escolar, pone en marcha la campaña divulgativa "Mejor Sin Alcohol" para sensibilizar tanto a adolescentes/jóvenes como a la población general sobre los riesgos y daños asociados al consumo de esta droga mediante cuatro vídeos
- Un vídeo dirigido a madres y padres
- Un vídeo dirigido a población general
- Un vídeo dirigido a adolescentes de 12 a 14 años
- Un vídeo dirigido a adolescentes de 15 a 18 años
Y sus cuatro carteles informativos correspondientes, disponibles para descarga en el siguiente enlace :
Alcohol y salud. Saber más
Aclarando conceptos
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No existe un nivel de consumo seguro de alcohol.
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No consumir es lo único que evita sus efectos perjudiciales.
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En base a la evidencia científica actual, ningún profesional de la salud o institución debe recomendar su consumo para mejorar la salud.
- El consumo de riesgo se refiere a la situación de la persona que aparentemente aún no presenta ningún trastorno evidente.
- El consumo perjudicial o nocivo es una forma de consumo mayor y persistente que siempre causa daño a la salud física y mental de la persona y, a menudo, tiene consecuencias sociales adversas.
- El consumo intensivo de alcohol ("Binge Drinking") implica el consumo de una gran cantidad de alcohol en un corto periodo de tiempo: consumo de 60 o más gramos (6 UBEs) en varones, y de 40 o más gramos (4 UBEs) en mujeres, concentrado en una sesión de consumo -habitualmente 4-6 horas- durante la que se mantiene un cierto nivel de intoxicación (alcoholemia no inferior a 0,8 g/l) ". No existe un nivel de consumo intensivo de bajo riesgo. Estos episodios son perjudiciales, con consecuencias tanto en la salud de las personas que consumen, como en su entorno.
- En la dependencia del alcohol la persona bebe cada vez más cantidad, transformando en prioritario el consumo sin que aparentemente se noten los efectos de la embriaguez. En esta fase el organismo ha creado una gran tolerancia. Además si deja de beber bruscamente, puede aparecer síndrome de abstinencia, con alteraciones físicas y psíquicas como temblor, náuseas, ansiedad o irritabilidad entre otras. En algunas ocasiones puede derivar en delirium tremens.
- Las personas jóvenes son más sensibles a los efectos perjudiciales del alcohol, y la exposición temprana a esta sustancia, es un claro predisponente a una posible dependencia en la edad adulta.
- También, ésta especial vulnerabilidad tiene lugar durante el embarazo, de manera que quienes han realizado consumos de riesgo de alcohol durante este periodo, pueden padecer el Síndrome alcohólico fetal, la primera causa prevenible de defectos congénitos y deficiencia mental, disminución del peso al nacer y otras malformaciones del organismo.
- Las mujeres dependientes del alcohol han estado especialmente estigmatizadas y marginadas socialmente, y en cierta medida lo siguen estando.
Los efectos del alcohol
El alcohol afecta a todo el organismo, principalmente al aparato digestivo y en especial al hígado. La cirrosis alcohólica es una de las principales causas de muerte en los adultos de la Comunidad de Madrid. Afecta también al corazón, a la circulación de la sangre y al sistema nervioso. La afectación del cerebro produce entre otros problemas, falta de atención, problemas de memoria, cambios en la conducta, alucinaciones, celos patológicos, y delirium tremens.
Si a nivel personal, y en dosis reducidas, el alcohol puede llegar a ser un estimulante del sistema nervioso central, produciendo desinhibiciones, verborrea, risa fácil, etc., en cantidades excesivas se comporta como lo que realmente es: un depresor del sistema nervioso, produciendo:
- Enlentecimiento de los tiempos de reacción,
- Problemas de coordinación psicomotriz
- Cefaleas, sudoración excesiva, náuseas, vómitos, temblores, fiebre, taquicardias
- Pérdida progresiva del dominio personal y del sentido de la realidad
- Deterioro intelectual
- Comportamientos disfuncionales e inestabilidad afectiva
- .Alteraciones de la personalidad y el carácter
- Ansiedad
- Estados depresivos
El ambiente familiar se ve gravemente distorsionado ante la existencia de una persona dependiente del alcohol. A veces, en las fases iniciales, la familia adopta una actitud de negación de la dependencia del alcohol. En otros momentos posteriores, puede soportar la enfermedad de su familiar en solitario y sin compartirlo con nadie. En la medida en que el problema crece, la familia comienza a pedir ayuda, realizando consultas a otros familiares, a amigos y conocidos, a profesionales sanitarios y a asociaciones de ayuda mutua de familiares y personas que han tenido grave dependencia al alcohol.
A nivel social, las consecuencias del consumo de riesgo y dependencia del alcohol pueden ser muy importantes, generando problemas serios de convivencia social, laboral y familiar, aumento de la accidentabilidad de tráfico y laboral o aparición de episodios de violencia y agresión física y psíquica. El consumo de riesgo y dependencia del alcohol es una de las causas más frecuentes del absentismo laboral e indirectamente del escolar.
Aclarando mitos
- Aunque algunos estudios señalaban que la ingesta de bajas cantidades de alcohol era beneficiosa para la enfermedad isquémica del corazón,, la evidencia epidemiológica revisada no permite concluir que el consumo de bebidas alcohólicas como vino o cerveza, a pesar de incluir en su composición sustancias potencialmente beneficiosas para la salud, tenga un efecto diferencial en el riesgo cardiometabólico o de otro tipo.
- Es incorrecto hacer extensivos los beneficios del consumo a dosis bajas del alcohol al conjunto de enfermedades cardíacas o de la enfermedad isquémica del corazón y cerebral, puesto que no se aprecian estos efectos beneficiosos.
- El consumo continuado de alcohol no favorece las relaciones sociales, ni ayuda a tomar decisiones, por el contrario produce un grave deterioro de las mismas y una desestructuración de las relaciones laborales, familiares y de amistad.
- El consumo de alcohol a largo plazo no solo no aumenta el deseo sexual, lo disminuye y en ocasiones produce impotencia en el hombre.
- El alcohol no ayuda a hacer bien la digestión, curar afecciones catarrales o combatir las bajas temperaturas, por el contrario contribuye a la aparición de problemas de salud como gastritis y úlcera gastroduodenal, trastornos renales, cardiacos, alteración de la regulación de la temperatura corporal y sobre todo afecciones del hígado.
Por tanto, recomendar el consumo de algunas bebidas alcohólicas, atribuyendo a éstas beneficios diferentes, no estaría justificado con la evidencia científica disponible en la actualidad.
Circunstancias en las que no se debería beber nada
- Menores de edad
- Embarazo y lactancia.
- Manejo de vehículos o maquinaria peligrosa.
- Otras actividades que requieran concentración o habilidades psicomotrices.
- Personas con patología médica y medicación incompatible con el consumo de alcohol.
- Personas con antecedentes o presencia de una grave enfermedad mental.
- Personas con antecedentes de dependencia alcohólica u otra drogadicción.
- Personas que no pueden detener o controlar su ingestión de alcohol
Adolescencia y alcohol
La adolescencia representa un periodo de especial riesgo para el inicio en el consumo de alcohol. En ella confluyen una serie de circunstancias y características que lo favorecen, como son:
- La asociación entre ocio y alcohol
- La baja percepción del riesgo de su consumo
- Las decisiones personales están especialmente condicionadas en esta etapa por las del grupo de iguales.
- El adolescente no ha alcanzado la plena madurez biológica y fisiológica por lo que el consumo de alcohol es más dañino que en la edad adulta,
En la adolescencia el consumo de alcohol tiene un especial impacto en el sistema nervioso central. Afecta a la plasticidad sináptica, lo que causa daño y muerte de células neuronales en ciertas regiones cerebrales. Esta neurotoxicidad se asocia con alteraciones, a corto y largo plazo en los procesos cognitivos (atención, memoria y aprendizaje).
El consumo de alcohol también lleva asociadas otras consecuencias:
- Consumo de otras drogas.
- Accidentalidad en carretera. Una de las primeras causas de mortalidad entre la población joven son los accidentes de tráfico asociados al consumo de alcohol y otras drogas.
- Peor rendimiento escolar.
- El consumo de alcohol durante la adolescencia puede predisponer a un posterior consumo y abuso en la edad adulta.
Abordando el problema
La persona enferma por lo general es muy reticente a ponerse en tratamiento, por lo que es muy importante la actitud de los familiares y amigos.
Es muy importante ser muy paciente y apoyar sin reservas a la persona dependiente, evitando su culpabilización.
No debe plantearse el tema cuando la persona esté bajo los efectos del alcohol, sino durante los periodos de abstinencia y sobriedad.
Hay que intentar hacerle ver las complicaciones ocasionadas por el consumo de riesgo y perjudicial, haciendo hincapié en los problemas de salud, los de tipo familiar y social.
La dependencia del alcohol puede superarse
Si quiere ayudar a algún familiar, amigo o amiga a dejar el alcohol, pida consejo sin demora en los Centros Sanitarios y/o Servicios Sociales.
Igualmente puede acudir o llamar por teléfono a alguna de las Asociaciones de Ayuda Mutua de familiares y personas que han tenido grave dependencia al alcohol existentes en la Comunidad de Madrid. En ellas encontrarán el consejo, el apoyo y la ayuda de quienes en algún momento tuvieron problemas de dependencia del alcohol y han podido superarlos. Su testimonio y ayuda tiene un gran valor y poder de convicción.
Durante todo el proceso del tratamiento, uno de los papeles fundamentales es desempeñado por la familia o el grupo primario de convivencia.
Las familias han de recabar información y asesoramiento a los profesionales sanitarios y sociales, para entender el estado de su familiar enfermo y poder ofrecer mejor el apoyo emocional que la persona dependiente necesita para su recuperación.
Hay que entender que la recaída es siempre una posibilidad, el éxito en el tratamiento no siempre se consigue en los primeros intentos.
Autoevaluación del consumo
Si piensa que usted o un allegado tiene problemas con el consumo del alcohol puede responder a las siguientes preguntas test* y si resultara positivo, es muy conveniente que consulte en su Centro de Salud:
1. ¿Ha tenido usted alguna vez la impresión de que debería beber menos?
O si O no
2. ¿Le ha molestado alguna vez la gente criticándole su forma de beber?
O si O no
3. ¿Se ha sentido alguna vez mal o culpable por su costumbre de beber?
O si O no
4. ¿Alguna vez lo primero que ha hecho por la mañana ha sido beber para calmar sus nervios o para librarse de una resaca?
O si O no
Valoración de resultados:
- Si responde No a todas las preguntas (0 puntos): ausencia de problemas relacionados con el alcohol
- Si responde SI a una pregunta (1 punto): se presuponen indicios de problemas con el alcohol
- Si responde SI a dos preguntas (2 puntos): se considera positivo para la dependencia del alcohol
Le reiteramos que ante cualquier duda, consulte con los profesionales sanitarios de su Centro de Salud habitual.
(*Test de CAGE)
Prohibición de la venta y consumo de alcohol
El Artículo 30.2 de la LEY 5/2002, de 27 de junio, sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos dispone la prohibición de la venta y suministro de bebidas alcohólicas a menores de 18 años, así como su consumo por los mismos.
Así lo recuerda este cartel, disponible para su impresión y que ha de estar fijado de forma visible y legible en los puntos de expedición.