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Pulseras repelentes de insectos: qué necesitas saber

En primavera y verano las picaduras de insectos están a la orden del día. Por ello, son muchos los que confían su protección a pulseras repelentes de insectos. Te explicamos lo que necesitas saber como persona consumidora sobre estos productos.

Las molestas picaduras de insectos están vinculadas a los meses con temperaturas más altas. Por eso, en verano especialmente, se demanda un mayor número de soluciones repelentes de insectos.

Para que las personas consumidoras estén informadas sobre este tipo de productos, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha difundido una serie de consideraciones sobre los repelentes de insectos.

Los repelentes de insectos cuentan con sustancias activas denominadas biocidas, capaces de repeler distintos tipos de insectos y, además, compatibles con el uso humano. Esto quiere decir que siguiendo las instrucciones de uso del producto no tienen ningún efecto a corto, medio o largo plazo en la salud de la persona consumidora.

Por tanto, el objetivo de los repelentes es evitar el contacto humano/vector, es decir, controlar a los organismos nocivos, capaces de producir picadoras y transmitir enfermedades infecciosas.

Existen varios tipos de repelentes que encajan en esta definición:

- Aplicación directa en la piel: se presenta en distintos formatos como aerosoles, sprays, lociones, geles, cremas...

- Aplicación en soportes: pulseras, colgantes o pegatinas.

En el siguiente enlace puedes consultar el listado de los repelentes de insectos de uso humano autorizados por la AEMPS.

 

Exigencias

Por norma general, es deseable que el repelente que estamos adquiriendo cumpla las siguientes condiciones:

•    Baja toxicidad: Debe ser inocuo. Los principios activos presentes en su formulación deben ser bien tolerados y no producir alergias ni irritación.
•    Tener un amplio espectro de acción y ser efectivos contra el mayor número posible de clases de insectos.
•    Tener una acción inmediata desde su aplicación y ser eficaz durante unas seis u ocho horas.
•    Que sus efectos permanezcan ante distintas condiciones ambientales.
•    Tener baja capacidad de creación de resistencias.
•    Tener unas propiedades organolépticas adecuadas, de tal forma que sus principios activos sean inodoros o presenten un olor discreto y nunca desagradable. 

 

Recomendaciones para su uso

En general, las recomendaciones a seguir para la aplicación de repelentes de insectos son:

•    Usar el repelente durante los periodos en los que pican los insectos y repetir la aplicación solamente si así se indica en la etiqueta del producto.

•    Evitar el contacto con mucosas, párpados o labios. Tampoco se debe aplicar sobre heridas, piel sensible, quemada por el sol o dañada, ni sobre pliegues profundos de la piel (axilas, ingles…).

•    No utilizar la presentación en spray directamente sobre la cara. Aplicarlo en las manos y después distribuirlo en el rostro.

•    En el caso de utilizar protectores solares, poner estos en primer lugar y dejar pasar al menos 30 minutos para posteriormente aplicar el repelente.

•    Los repelentes con atomizador es preferible aplicarlos en ambientes abiertos, para evitar la inhalación del producto.

•    No aplicar el spray o atomizador cerca de alimentos.

•    Lavarse las manos siempre después de su aplicación.

•    Cuando ya no sea necesaria la protección, lavar con jabón y agua las zonas del cuerpo donde se haya aplicado el repelente.

•    Guardar el repelente fuera del alcance de los menores.

Las pulseras repelentes

 

Una de las soluciones más populares por su comodidad son las pulseras repelentes. Suelen ser un recurso funcional, sobre todo para niños o personas que realizan actividades al aire libre.

Este tipo de producto debe contar con una autorización sanitaria. Su seguridad y eficacia, en las condiciones de uso establecidas en el etiquetado, han sido evaluadas por la AEMPS o por la Dirección General de Salud Pública. Esto quiere decir que contienen sustancias activas de carácter biocida capaces de mantener alejados a los insectos.

Por ello, su etiquetado siempre debe incluir un número de registro que garantice su control sanitario a las personas consumidoras.

Sin embargo, en el mercado también podemos encontrar otra categoría de pulseras, que cuentan sustancias no biocidas. Hablamos de fragancias como la citronela, cuya función no es repelente sino aromática. Este tipo de productos no está sujeto a evaluación sanitaria, por lo que no disponen número de registro en su etiquetado.

 

Recomendaciones de la AEMPS

 

Estas son las recomendaciones de la AEMPS para zonas de riesgo de enfermedades trasmitidas por insectos: 

    - Evitar el uso exclusivo de pulseras repelentes de insectos. 
    - Aplicar sobre la piel otras medidas de protección: repelentes en spray, en gel, etc. 

La AEMPS asimismo aconseja seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales y contactar con ellas en caso de duda.