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Tiroiditis

  • ¿Qué es una Tiroditis? La palabra tiroiditis quiere decir “inflamación de la glándula tiroides”. La tiroides es una glándula situada en la región anterior de nuestro cuello y es la encargada de sintetizar la hormona tiroidea, la cual regula el metabolismo de nuestro cuerpo. Diferenciaremos distintos tipos de tiroiditis según la causa que haya provocado la inflamación.

    Síntomas de la tiroiditis Si la inflamación causa daño y destrucción lenta y crónica de la glándula, los niveles de hormonas tiroideas se verán afectados, disminuyendo y provocando en el paciente síntomas de hipotiroidismo.  Si por el contrario la inflamación causa un daño y destrucción rápida de la glándula, la hormona tiroidea almacenada en el interior de la misma puede liberarse a la sangre aumentando los niveles rápidamente y provocando síntomas de hipertiroidismo.  Algunas tiroiditis pueden venir acompañadas de dolor en la glándula tiroidea.

    Tipos de tiroiditis Tiroiditis de Hashimoto: Es el nombre que recibe la inflamación de la glándula tiroides causada por anticuerpos de nuestro propio cuerpo. A la larga llevará a la destrucción de la glándula, causando hipotiroidismo en el paciente. Tiroiditis subaguda: Se desconoce la causa exacta aunque se ha asociado a la infección previa por algunos virus. Normalmente manifiesta con dolor en la región anterior del cuello irradiado a la mandibula y un estado inicial de hipertiroidismo que durará de 1 a 3 meses. Estos síntomas desaparecen y suele continuarse con un estado de hipotiroidismo que en la mayoría de los casos es leve o moderado. Tras este el 95% de los pacientes, el tiroides recupera su función normal al cabo de 12-18 meses. Tiroiditis no dolorosa y tiroiditis postparto: Ambas siguen la misma clínica que la tiroiditis subaguda, pero sin manifestar dolor. Suelen estar producidas por anticuerpos contra el tiroides, con la diferencia de que el primero puede suceder tanto en hombres como en mujeres y en el segundo tipo solo ocurre en mujeres después de un parto. El porcentaje de recuperación es menor, siendo solo un 80% los que recuperan la función normal del tiroides. Tiroiditis aguda o infecciosa: Esta tiroiditis es muy poro frecuente Es causada por una infección directa en la glándula tiroides por bacterias. En estos casos los síntomas de la tiroiditis pueden ir acompañados de fiebre, dolor, enrojecimiento, crecimiento de la glándula y normalmente hipotiroidismo. Los síntomas suelen desaparecer sin secuelas cuando se cura la infección. Tiroiditis por radiación o fármacos: La radiación sobre la zona del cuello o la toma de determinados medicamentos pueden provocar tiroiditis. Causan estados de hipotiroidismo hipertiroidismo que en el caso de los fármacos puede ceder al abandonar el medicamento, mientras que los causados por la radiación tienden a ser permanentes.  Diagnóstico Cuando un paciente presente síntomas que hagan sospechar una tiroiditis, confirmaremos el diagnóstico analizando los niveles de hormonas tiroideas en sangre, así como la posible presencia de anticuerpos que actúen contra la misma.  La tiroglobulina puede aparecer elevada en los casos de destrucción aguda-subaguda. Algunos marcadores de inflamación como la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la interleucina 6 elevados pueden ser útiles en casos concretos.

    Tratamiento  El tratamiento dependerá del tipo de tiroiditis así como de los síntomas que manifieste el paciente.  En caso de presentar hipertiroidismo, se pueden utilizar unos medicamentos llamados beta-bloqueantes para mejorar los síntomas del paciente. Como este hipertiroidismo suele ser transitorio, a medida que mejore el cuadro se podrá ir reduciendo la dosis progresivamente hasta suspenderlos.  Si el paciente presenta hipotiroidismo, se valorará el uso sustitutivo de hormonas tiroideas que mejoren los síntomas según su gravedad. Si el hipotiroidismo es transitorio, se podrán retirar al cabo de un tiempo. Aquellos pacientes que no recuperen la función tiroidea después del episodio de tiroiditis deberán continuar con el tratamiento de forma permanente.  Si la tiroiditis va acompañada de dolor, generalmente bastará con añadir a lo anterior tratamiento anti-inflamatorio (ibuprofeno, aspirina). En caso de que el dolor no se controle de esta manera, deberá acudir a su médico quien podrá valorar añadir tratamiento con corticoides en algunos casos.

    Webs de interés http://www.thyroid.org/tiroiditis/ http://es.familydoctor.org/familydoctor/es/diseases-conditions/thyroiditis.html