El programa PRISUMO del Centro de Salud Mental de Moratalaz , dependiente del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, se ha puesto en marcha en octubre de 2019. Consiste en una intervención ambulatoria inmediata, intensiva, integral y multidisciplinar para todos aquellos pacientes mayores de 18 años de edad con un riesgo moderado-alto de suicidio.
Los pacientes son derivados al programa directamente desde el servicio de Urgencias del hospital cuando se ha valorado ideación autolítica grave y/o persistente o cuando el paciente haya realizado una tentativa autolítica. También pueden ser derivados desde el propio centro de salud mental, cuando se considera que un paciente con un riesgo de letalidad que en un principio era leve o moderado, y que ya se encontraba previamente en el programa de Atención al Riesgo Suicida (ARSUIC) se considere en ese momento subsidiario de una intervención más exhaustiva, por haberse detectado un aumento del riesgo suicida.
Todos los pacientes derivados en relación con una tentativa o ideación autolítica grave y/o persistente son evaluados tanto por enfermería como por psiquiatría en una misma semana, tras lo cual se realiza una reunión conjunta del equipo del Programa PRISMO (constituido por una psiquiatra, una psicóloga clínica, una enfermera y una trabajadora social de referencia). A través de una serie de entrevistas semiestructuradas y de valoraciones obtenidas en las consultas de Psiquiatría, Psicología Clínica, Enfermería y Trabajo Social se decide la inclusión o no de los pacientes en el programa en base a la cuantificación del riesgo. El programa de prevención de riesgo de suicidio tiene una duración de tres meses que se pueden prolongar otros tres meses más según la evolución de cada paciente.
El seguimiento de los pacientes se realiza a través de varias consultas, semanales en su inicio y cuya frecuencia se puede ir espaciando de manera progresiva, dependiendo de la gravedad particular de cada caso. Los pacientes acuden durante los tres primeros meses al menos a seis consultas con Psiquiatría y a otras seis con Psicología Clínica, al final de este periodo se contrasta la evolución del paciente para decidir si continúa en el programa o si pasa a un seguimiento ordinario en el Centro de Salud Mental.
Todos los pacientes firman un consentimiento informado y contrato terapéutico en la primera consulta, donde el paciente se compromete, entre otras cosas, a acudir a todas las citas programadas en el plan terapéutico, a no realizar actos que pongan en riesgo su vida y donde autoriza a los profesionales implicados en su tratamiento y seguimiento a ponerse en contacto con algún familiar o allegado las veces que se considere necesario, para mantenerlo informado de aquello que el equipo terapéutico considere relevante. Por tanto, en el programa PRISUMO es fundamental el papel de la familia o de las personas de confianza de los pacientes, y siempre se intentará implicarlos en la intervención.