'Documento del mes' (MAYO, 2016)
> Dictamen de censura de la obra ‘Equus’ de Peter Shaffer
CENSURA DE LA REPRESENTACIÓN DE LA OBRA TEATRAL EN 1975
El ‘Documento del mes’ pertenece al fondo Ministerio de Información y Turismo, en concreto, a la Delegación Provincial de Madrid. Se trata de un expediente, fechado el 7 de octubre de 1975, y es la remisión del dictamen previo en materia de espectáculos de la obra Equus, de Peter Shaffer, que se representaba por primera vez en Madrid en el Teatro de la Comedia con un destacado elenco de actores, entre otros, José Luis López Vázquez, Ana Diosdado, Margot Cottens, Juan Ribó y María José Goyanes.
En este dictamen de censura se desarrollan tres apartados con las observaciones que el delegado provincial hace a la representación. La primera de ellas es que los actores se deberán ceñir al libreto aprobado por la Dirección General de Teatro y Espectáculos; la segunda señala que los decorados, vestuario, interpretación y situaciones escénicas deberán ser los mismos vistos en el ensayo general; y, la tercera, sugiere a los actores que permanezcan desnudos durante el menor tiempo posible y con la “limpieza” observada en los ensayos, así como que el personaje masculino muestre su sexo el menor tiempo posible. Esta obra supuso un auténtico punto de inflexión en la escena madrileña, pues fue la primera vez que en España se vio un desnudo integral en las tablas.
Dictamen previo de censura de la representación de 'Equus'. 1975. Fondo Ministerio de Información y Turismo. Delegación Provincial de Madrid. ARCM.
La obra continuó interpretándose en 1976 y en esa fecha se tuvo que someter a un nuevo dictamen de censura en el que se realizaron las mismas observaciones que se sugirieron un año antes.
Equus | |
María José Goyanes y Juan Ribó en una de las escenas de 'Equus' | |
Equus es una obra de teatro escrita en 1973 por Peter Shaffer. Relata la historia de un psiquiatra que intenta tratar a un joven adolescente que padece una patológica fascinación sexual y religiosa por los caballos. Shaffer se inspiró para escribir esta obra cuando oyó sobre un crimen que involucraba a un adolescente que cegó a seis equinos. Construyó un relato ficticio sobre lo que pudo haber causado el incidente, sin conocer ningún detalle del crimen. Esta obra es esencialmente una historia detectivesca que recurre a varios principios del psicoanálisis y la psicopatología. La pieza fue llevada a escena por primera vez en el Royal National Theatre en el Old Vic de Londres el 26 de julio de 1973. La dirección corrió a cargo de John Dexter y los protagonistas fueron Alec McCowen como el psiquiatra Martin Dysart y Peter Firth como Alan Strang. En 1976, la obra se trasladó al Albery Theatre con Colin Blakely en el papel de Dysart. También se presentó en Broadway en el Plymouth Theatre con las actuaciones de Anthony Hopkins y Peter Firth. Esta obra se representó por primera vez en Madrid en octubre de 1975, en el Teatro de La Comedia. |
Reseña del diario 'ABC', de 17 de cotubre de 1975, con una crítica relativa a la representación de la obra de Peter Shaffer.
Los expedientes de censura
Estos expedientes, cuando están completos, contienen los textos de las obras, canciones en el caso de espectáculos musicales, con sus correspondientes tachaduras, junto con los informes de los censores, las «Guías» de censura, las solicitudes enviadas por las compañías, correspondencia entre los solicitantes y los responsables de la censura y otros documentos.
El estudio de la censura resulta ineludible a la hora de comprender el teatro de la dictadura franquista, ya que, durante todo el período, teatro y censura estuvieron inevitablemente ligados, tanto en los textos de obras, canciones, como en su escenificación (como es sabido, no sólo cortó frases y hasta escenas completas, sino que también impuso condiciones que afectaban a distintos aspectos de la puesta en escena: música, vestuario, escenografía, interpretación, etc.), y tanto a la hora de la recepción como durante los procesos de creación, ya que en muchos casos los autores hubieron de recurrir a distintas estrategias de autocensura si querían ver sus textos representados.
Los documentos de la censura muestran cómo a través de las muchas supresiones y prohibiciones se pretendió desterrar de los escenarios cualquier posibilidad de crítica al régimen franquista y a las instituciones que lo apoyaban, así como cualquier reflejo de comportamientos que escaparan a la moral del nacional-catolicismo.
El estudio de los expedientes nos permite conocer, en primer lugar, el funcionamiento interno de la censura y sus mecanismos de actuación. Gracias a estos expedientes, hemos sabido, entre otras cosas, cómo era el proceso de tramitación de un expediente, quiénes eran los censores y en qué medida la legislación en esta materia influyó sobre el día a día de la práctica censoria. Pero, lo más interesante es la información que aportan estos documentos a la hora de comprender qué aspectos eran los más perseguidos por los censores y en qué medida su actuación influyó sobre el teatro del período. También, cómo fueron interrelacionándose teatro y censura hasta conformar la historia teatral que hoy conocemos y dejar en la cuneta textos que nunca se estrenaron.
Comunicación de la autorización de la representación de 'Equus' por parte del Director General de Teatro y Espectáculos al Delegado.
La censura en la representación
La censura de las obras teatrales destinadas a la representación, de la que es representativa el ‘Documento del mes’ seleccionado, se llevó a cabo a través de una escalonada y jerárquica organización en la que entraban en juego diversos elementos en distintos puntos de cada provincia y de cada localidad que continuaban la labor emprendida en las capitales respectivas, confluyendo todo el proceso en la Delegación Nacional de Madrid.
Cuando alguna compañía profesional pretendiera actuar en su local, los empresarios de los teatros de cada localidad tenían la obligación de exigirle las Hojas de Censura de las obras que componían el repertorio y el libreto convenientemente sellado por la Vicesecretaría de Educación Popular. Debían presentar estos documentos al Delegado Comarcal previamente para el visado correspondiente. En el caso de que alguna compañía presentase al Delegado Comarcal un certificado de censura con fecha anterior a 1942, este debía informar a la Delegación Provincial, después de haber visto la representación, dando cuenta de la posible existencia de motivos inadmisibles, escenas perniciosas para la moral, el buen gusto, etc. Sin estos requisitos, el Delegado Provincial debía prohibir la representación.
Junto con el dictamen de las obras censuradas, el Delegado Provincial recibía una copia de las tachaduras para que los inspectores de espectáculos pudieran comprobar en una sesión de ensayo a puerta cerrada que se cumplía todo lo prescrito por la Vicesecretaría. Era la segunda censura (de visionado) y sólo en ella los actores, dramaturgos y empresarios podían ver las caras de los censores. Aparte de vigilar que se respetasen estas supresiones, los inspectores debían cuidar de que no se introdujeran chistes, ni frases nuevas improvisadas que no estuviesen incluidas en el libreto mandado a censura. El problema de esto es que a veces en las representaciones se producían equivocaciones lógicas y totalmente involuntarias de los actores, que podían ser causa de desautorización de la obra.
Aunque la vigilancia en los ensayos dependía de los inspectores, los Delegados Provinciales en persona tenían la obligación de asistir a la función de estreno de las obras representadas en su jurisdicción (art. 11) y emitir su propio informe, que también podía motivar la suspensión, por lo que podría considerarse que existió una tercera censura para las obras teatrales.
En los casos en que no fueran compañías profesionales las interesadas en la representación teatral de una obra, sino un cuadro artístico o aficionados teatrales de una localidad concreta, el funcionamiento del proceso censorio era el inverso: no existía la obligación de enviar el libreto a la Vicesecretaría, sino que el Delegado Comarcal era el encargado de corregir el libreto estableciendo las oportunas supresiones. Después, siempre debía enviar a la Vicesecretaría un informe en que constara su resolución y las tachaduras por motivos de buen gusto, moralidad o política.
Folleto del 'Documento del mes' (MAYO, 2016) |