Productos químicos. ¿Qué significan los símbolos del etiquetado?
Los productos químicos están muy presentes en la vida cotidiana de las personas consumidoras. Detergentes, productos de limpieza, pinturas o insecticidas son sólo algunos de los muchos productos de compra habitual que contienen sustancias peligrosas. Para saber identificarlos, lea el siguiente reportaje del Portal del Consumidor.
Las sustancias químicas están muy presentes en todo lo que nos rodea y en los productos que compramos. Pero, mientras la mayoría de los productos químicos no son peligrosos, hay otros que sí lo son, por eso es tan importante saber interpretar la información que consta en sus etiquetas.
A tal efecto, el Real Decreto 255/2003 sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos establece que este tipo de productos deberán mostrar de manera legible:
- la denominación o nombre comercial del preparado;
- el nombre, la dirección completa y el número de teléfono de la persona establecida en la Unión Europea que sea responsable de la comercialización del producto
- la denominación química de la sustancia o sustancias que contiene.
- la cantidad de la sustancia o mezcla contenida en el envase.
- Si es necesario, los pictogramas de peligro.
- Si es necesario, las palabras de advertencia, como atención (para indicar peligros menos graves) o peligro (para indicar peligros más graves).
- Si es necesario, las indicaciones de peligro (Frases H). Ejemplo: Puede dañar al feto; Mortal en caso de ingestión; puede provocar somnolencia o vértigo.
- Si es necesario, los consejos de prudencia (Frases P). Ejemplo: Mantener fuera del alcance de los niños; usar con gafas de protección; evitar el contacto con la piel o la ropa, evitar su liberación al medio ambiente.
- Si es necesario, una sección de información suplementaria.
- También puede incluir el número UFI (identificador único de fórmula) que usted debe proporcionar al operador del servicio de información toxicológica en caso de una intoxicación. Es un código de 16 letras y números con el que se identifica la composición del producto.
Para una identificación más clara de este tipo de productos y de los distintos peligros asociados a su consumo, la Unión Europea aprobó en 2008 el Reglamento CLP, que implantó la obligatoriedad de incluir pictogramas de peligro en las etiquetas de estos productos.
Estos pictogramas consisten en una imagen con un símbolo de advertencia en forma de rombo rojo y fondo blanco, con una ilustración en negro en su interior. Cada pictograma deberá cubrir al menos una quinceava parte de la superficie de la etiqueta.
A través de estos pictogramas se transmite información sobre el daño que una determinada sustancia o mezcla puede provocar a la salud de las personas consumidoras o al medio ambiente.
Pictogramas de peligro
Es importante que sepamos identificar los pictogramas de peligro cada vez que vamos a adquirir un producto que contenga sustancias químicas.
Comburente: Si encuentra este pictograma en la etiqueta significa que está en presencia de gases, sólidos o líquidos oxidativos que pueden causar o intensificar un incendio o explosión. Es común encontrar este símbolo en productos clorados como, por ejemplo, la lejía, el agua oxigenada, los fertilizantes o los herbicidas.
Corrosivo: Siempre que utilice un producto químico con este pictograma no olvide que es corrosivo y que puede provocar quemaduras graves en la piel y daños oculares. También es corrosivo para los metales. Es el caso del amoniaco, el salfumán o la sosa cáustica.
Explosión: Este pictograma se refiere a sustancias explosivas, autorreactivas y peróxidos orgánicos que pueden causar una explosión cuando se calientan. Es el caso de los petardos, bengalas o cartuchos.
Gas presurizado: Los productos químicos con este pictograma pueden tener gas bajo presión, que puede explotar cuando se calienta; gas refrigerado, que puede originar quemaduras o lesiones criogénicas; o gases disueltos. Incluso gases normalmente seguros pueden volverse peligrosos cuando están presurizados. Es el caso de los insecticidas o ambientadores caseros, así como los desodorantes en spray, espumas de afeitar o lacas.
Inflamable: Este pictograma advierte acerca de gases, aerosoles, líquidos y sólidos inflamables, que pueden incendiarse en contacto con el aire o que emiten gases inflamables al entrar en contacto con el agua. Es el caso del alcohol, la acetona, la pintura o el barniz.
Peligro grave para la salud: Una sustancia o mezcla que lleve este pictograma puede tener uno o varios de los siguientes efectos: es cancerígena; afecta a la fertilidad y al nonato; causa mutaciones; es un sensibilizante respiratorio, puede provocar alergias, asma o dificultades respiratorias si es inhalado; resulta tóxica en determinados órganos; peligro por aspiración, que puede ser mortal o muy nocivo si se ingiere o penetra por alguna vía. Es el caso del alcohol de quemar o la gasolina.
Peligro para el medio ambiente: Este pictograma advierte de que la sustancia es tóxica o nociva para los organismos acuáticos. Es el caso de muchos insecticidas o del gasoil.
Peligro para la salud: Este pictograma puede referirse a uno o más de los siguientes peligros: toxicidad aguda; causa una sensibilización cutánea, irritación de piel y ojos Irritante para la respiración; es narcótico, provoca somnolencia o mareos; peligroso para la capa de ozono. Es el caso de muchos detergentes y friegasuelos.
Toxicidad aguda: Está en presencia de un producto químico que es extremadamente tóxico en contacto con la piel, si se inhala o ingiere, y que puede ser mortal. Es el caso de muchos biocidas o del cloro.
Recomendaciones
Para evitar riesgos en el consumo de este tipo de productos, procure:
- Mantener los productos químicos fuera del alcance de los niños.
- Desconfiar de productos que carezcan de etiquetado.
- Para un mismo uso, elija el producto menos peligroso.
- Lea siempre la etiqueta antes del uso y siga sus instrucciones, utilizándolo en las dosis recomendadas.
- Como regla general, no trasvase el contenido del envase original.
- No fume en los lugares de uso y almacenamiento, ni mientras manipula estos productos.
- No pulverice productos en aerosol sobre llamas, cuerpos que emitan calor, alimentos ni bebidas, ni en presencia de personas ni animales.
- No compre para utilizar en casa productos en los que figure la leyenda “para uso profesional”.
- No mezcle productos químicos entre sí (por ejemplo, la lejía con el amoniaco).
- No utilice agua para limpiar los derrames de un líquido inflamable.
- No vierta productos químicos al desagüe.
En el caso de producirse un accidente o sufrir intoxicación, hay que ponerse en contacto con un médico. Solicite ayuda en los teléfonos 112 (Emergencias para toda España y Europa), 061 (Urgencias) o 915620420 (Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses).