Los trastornos alérgicos no se heredan, aunque sí puede heredarse la predisposición a “hacerse alérgico”, circunstancia que se conoce con el nombre de “atopia”. Se considera por tanto que los hijos de padres alérgicos tienen un mayor riesgo de sufrir una enfermedad alérgica a lo largo de la vida. Así, partiendo de un riesgo del 10-15% en la población general, este riesgo asciende al 50% en caso de que uno de los progenitores sea alérgico, e incluso hasta el 70% en caso de que lo sean ambos progenitores (SEAIC)