18/05/22 Este día se queda grabado en mis retinas para toda la vida. DONAR MÉDULA es un acto que cuesta explicar con palabras...es un cúmulo de sensaciones tan maravillosas , una satisfacción personal, de pensar que con tu aportación vas a salvar una vida, de la manera más altruista, desde el amor, desde la empatía.
No hay sentimiento más bonito que dos personas desconocidas, estén conectadas en el mundo, pensando la una en la otra, con fe y esperanza, de que todo salga bien. Con tu cabeza pensando 24/7: "aguanta un poquito más IMPARABLE, que pronto llega mi ayuda".
Os cuento mi historia...hace 1 año , recibí una llamada desde la Fundación Josep Carreras comunicándome la noticia de que yo era compatible con una paciente con leucemia, que necesitaba trasplante de médula, al otro lado del charco. Todo iba bien hasta que, la situación de la pandemia entorpeció el proceso.
Hace 2 semanas, recibí otra llamada con muy buenas noticias... se había retomado el proceso. Yo era la donante idónea para la misma paciente y el trasplante se necesitaba urgentemente. En ese momento me quedé en shock, pero hice lo que mi corazón sentía, seguir adelante...