UNA OCASIÓN ÚNICA PARA QUE LOS CIUDADANOS PUEDAN CONTEMPLAR LA VARIEDAD Y RIQUEZA DOCUMENTAL QUE ATESORAN SUS ARCHIVOS.
La Comunidad presenta la exposición ‘ZonArchivos’, que estará ubicada de manera permanente junto al hall principal del Archivo Regional (c/ Ramírez de Prado, 3). Se trata de una muestra compuesta por una cuidada selección de los documentos más representativos e icónicos de los Archivos de la Comunidad de Madrid (Archivo Regional y Archivo Histórico de Protocolos) reproducidos en distintos formatos y soportes. Casi un centenar de documentos que se remontan a 1330, testamentos de los más ilustres personajes de nuestra historia, planos como el del Palacio de la Zarzuela, escudos heráldicos, árboles genealógicos y fotografías del Madrid de los siglos XIX y XX.
20 junio 2022
Una ocasión única para que los ciudadanos puedan contemplar la gran variedad y riqueza documental que atesoran los depósitos de los archivos que, por cuestiones de preservación, conservación y seguridad, no pueden ser visitados con tanta facilidad. Esta exposición es de acceso gratuito y puede verse toda la semana (lunes a jueves de 9:00 a 20:00, viernes de 9:00 a 14:00 y fines de semana en los que se encuentre abierto el centro).
Custodio de la memoria de Madrid
La primera de las secciones de esta exposición permanente está dedicada al Archivo Regional, principal archivo de la Comunidad de Madrid. Este centro es el guardián del patrimonio documental madrileño y, como tal, custodia en sus 72 depósitos casi 60 kilómetros lineales de documentos textuales y más de 2 millones de imágenes fotográficas.
Sus inicios están ligados a la creación de la Comunidad de Madrid, momento a partir del cual desarrolla una doble función como archivo intermedio de documentos recientes, que ya no son de uso frecuente, y como archivo histórico. A lo largo del recorrido podremos conocer, a través de los documentos que lo integran, los fondos que se custodian y que engloban la totalidad de los asuntos tratados entre los ciudadanos y la administración.
Un colorido cartel de fiestas populares (1987) y un convenio para fabricar un autobús propulsado por gas (1990) nos hablan del grupo de documentos producidos por la administración autonómica. Por su parte, los trabajos ortográficos de unos alumnos de principios del siglo XIX y un cartel de una corrida de toros goyesca de 1954 nos acercan a la riqueza documental de la antigua Diputación Provincial de Madrid, de quien se exhiben algunas de sus primeras actas de sesiones en el Trienio Liberal (1820) y la última de sus sesiones antes de extinguirse (1983), así como documentos que reflejan la entrada de niños a la Inclusa y al Colegio de la Paz de Madrid.
Con su sello colgante, al documento más antiguo (1330) que se custodia en el Archivo Regional y que pertenece a Torrelaguna, le acompaña el proyecto de construcción de escuelas en Orusco de Tajuña (1886). Ambos como perfectos representantes del grupo de documentos de los Archivos Municipales madrileños.
A través de la agrupación documental de fondos y colecciones privadas, la muestra nos permite contemplar la impresionante rota que destaca en un documento de los duques de Medinaceli (1393), la escritura de transformación en Sociedad Anónima de la empresa Sederías Carretas, con la denominación Galerías Preciados (1955) o un figurín (con muestra de tejido incluida) para la obra teatral “Los extremeños se tocan” (1957 – 1958) pertenecientes al Fondo Luis Escobar.
Pero, si por algo destaca el Archivo Regional es por sus magníficos fondos fotográficos, que suponen un extraordinario atractivo para quien desee acercarse al Madrid de la Edad Contemporánea a través de fotógrafos y fotorreporteros con miradas tan distintas como las de Martín Santos Yubero, Cristóbal Portillo, Gerardo Contreras, Nicolás y Ana Muller, Pablo Pérez – Mínguez y Juan Moya. Junto a estos, otros fondos en los que, además de los documentos textuales, también pueden encontrarse gran cantidad de imágenes de extraordinario interés histórico y artístico como Antonio Ruiz Soler ‘Antonio el Bailarín’, Juan María Martínez de Bourio Balanzategui, Nicolás María de Urgoiti Achúcarro o Galerías Preciados.
Del último de los grandes fondos custodiados por los profesionales del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, que agrupa diferentes documentos de carácter público, la exposición nos permite acercarnos a los institutos históricos madrileños a través de los boletines de notas de algunas de las personalidades más relevantes del siglo XX en España como Tierno Galván o Antonio Machado.
Cerrando esta sección, una vitrina con una variedad de soportes especiales de documentos nos permite adivinar las distintas condiciones medioambientales que deben tener los depósitos para custodiar unos soportes tan dispares como el pergamino, el papel, placas fotográficas de vidrio, discos duros, CD – ROM, negativos fotográficos o microfichas.
Historia de los madrileños
El Archivo Histórico de Protocolos de Madrid custodia más de 47.300 protocolos notariales, fechados entre 1504 y 1918, que contienen escrituras de la esfera privada de los ciudadanos como testamentos o inventarios de bienes, a través de las que podemos a conocer la vida privada de los madrileños, como vivían, cómo eran sus casas, los enseres y ajuar doméstico que tenían, sus costumbres y otros muchos detalles de su vida cotidiana.
La zona expositiva dedicada a este archivo se estructura en dos grandes bloques. El recorrido comienza con una zona temática organizada en cinco apartados entre los que encontramos documentos que recogen las últimas voluntades como testamentarías y declaraciones de pobre, entre los que destacan el testamento de Lope de Vega (1627), el redactado de su puño y letra (ológrafo) por la Duquesa de Alba (1797), el del Caballero de Gracia, escrito en forma de cruz (1615) o el inventario de bienes de Velázquez, en el que se describe de forma pormenorizada su extensa biblioteca (1661). Otros documentos importantes de esta zona son los dedicados a aspectos relacionados con usos y costumbres que se remontan a principios del siglo XVI, como las cartas de dote y arras. Entre ellas, se exhibe la de Concepción Arenal (1849), que hace referencia a sus bienes inmuebles en Santander, al dinero en metálico que poseía, a su ajuar y a su preciada escribanía de plata.
El comercio y el trabajo es otro de los temas tratados en esta muestra donde podemos ver documentos tan interesantes como las cartas de aprendiz o las cartas de examen y distintas ordenanzas gremiales. En particular, llama la atención la Real Cédula de Carlos II (1680), que regulaba los precios de los alquileres, así como el de los géneros comerciables, reflejando el control gubernamental de la economía. Recoge, además, una detallada relación de los oficios de la época y sus productos en el Madrid del siglo XVII.
Los tomos del Archivo Histórico de Protocolos de Madrid recogen innumerables escrituras con valiosa información para el estudio del urbanismo madrileño. Es por ello que la exposición muestra diferentes planos y alzados de edificios representativos de la capital como el Palacio de la Zarzuela (1635), la reja de la iglesia de Nuestra Señora de la Almudena (1618), la fachada del famoso circo Price (1880) y la legendaria ‘Posada del Peine’ (1779), centro neurálgico de los que visitaban Madrid y que debe su nombre a que en cada habitación se colocaba un peine para uso exclusivo de los alojados.
El segundo bloque está estructurado de forma cronológica y se remonta al año 1503, fecha del tomo más antiguo conservado en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Ese año marca el inicio de la obligatoriedad de conservar los protocolos notariales, según quedó establecido por la Pragmática de 7 de junio promulgada por los Reyes Católicos. Los protocolos notariales se conforman en tomos que contienen las escrituras originales autorizadas en un año por un escribano Así, en la muestra puede verse uno de esos tomos que pueden alcanzar 3.000 folios, 40 centímetros de altura y 20 kilos de peso.
El siglo XVII nos acerca a documentos de gran interés histórico como una Real Provisión de Felipe IV (1648) convocando a Cortes en Madrid y dando instrucciones sobre el nombramiento de procuradores o un poder, firmado por Miguel de Cervantes (1605), por el que otorga en exclusiva la impresión de “El Quijote” a Francisco de Robles, librero del Rey, y le permite querellarse contra todos aquellos que quisieran imprimir esta obra universal en Castilla y Portugal. 1605.
Otro documento destacado del Siglo de Oro que puede verse en esta exposición son unas escrituras fechadas en 1622 que recogen con todo lujo de detalles el encargo para construir varios carretones destinados a procesionar por las calles de la capital con motivo de la canonización de San Isidro, para la que se organizaron grandes fastos. También, muy interesante es el dibujo de un molino de maroma y puntería (1629) con anotaciones manuscritas en uno de sus márgenes donde se explican varias mejoras para optimizar el funcionamiento de este ingenio, empleado para moler todo tipo de productos, en especial, mineral.
El siglo XVIII, nos regala también documentos de gran valor que nos permiten comprobar que estamos ante un archivo que goza del reconocimiento del mundo científico, que lo considera fuente básica para el estudio de la historia de Madrid y de España, dado que la capital fue sede de la Corte y, por tanto, foco y reflejo de la actividad del país. Prueba de ello son los más de 9.000 investigadores de 53 nacionalidades que han consultado sus fondos y esta cifra se ve incrementada en unos 300 nuevos usuarios anuales.
Gracias a estos documentos constatamos, por ejemplo, que en el siglo XVIII el comercio de esclavos era una práctica habitual. Así, queda reflejado en escrituras donde se realizaba una completa descripción de las cualidades físicas y procedencia de quienes vivían privados de su libertad. Este es el caso de un esclavo, propiedad del Marqués de Monreal, retratado como “alto de cuerpo, bien dispuesto, algo torcida la vista de ambos ojos, el pelo ralo y corto, con señales de pólvora en un brazo el cual se le bendó…” (1726). Otro interesante documento de la época es un espectacular árbol genealógico (1744) que forma parte de los antecedentes utilizados por el escribano para realizar la certificación de los apellidos y armas de Pedro Alonso Dávalos y Bracamonte, caballero de la Orden de Santiago e hijo de los condes de Miravalle. También, destaca el plano de la capilla del Convento de la Encarnación (1771), fundado por el duque de Lerma y la Orden de Trinitarios Descalzos, lugar que acogió la imagen de Jesús Nazareno rescatada por los Trinitarios en Marruecos, hoy llamado Jesús de Medinaceli.
El siglo XIX nos sorprende con el precioso dibujo de un ómnibus (1869), considerado el primer tranvía de la capital, que apareció inserto en las escrituras para regularizar el servicio de este nuevo medio de transporte. Asimismo, llama la atención un curioso mapa de la Península del Río Oro africana (zona sur de la costa atlántica del Sahara Occidental) incluido en una escritura de arrendamiento de terrenos y de la factoría pesquera propiedad de la Compañía Mercantil Hispano Africana, que desarrolló un importante papel comercial en el Protectorado español de Marruecos (1892).
El Archivo Histórico de Protocolos recibe las escrituras cuando han cumplido ya 100 años de antigüedad procedentes del Colegio de Notarios de Madrid. Es por ello que, en este momento, los documentos que custodia pertenecen al primer cuarto de siglo XX. Aun así, encontramos también algunos documentos destacados, muchos de ellos referidos a las obras de construcción, restauración o mejora de la mayor parte de los edificios emblemáticos de Madrid. Este es el caso del célebre frontón madrileño de pelota vasca ‘Jai Alai’ (fiesta alegre) de singular arquitectura neomudéjar y testigo de múltiples acontecimientos de la ciudad, del que existe una pormenorizada descripción en su escritura de venta, realizada en 1912. También, muy interesante es el alzado de un cinematógrafo público (1907) que acompañaba a la escritura de arrendamiento de un solar en la actual glorieta de Iglesia.