La Ley 3/2010, de 22 de junio, de Instalaciones Aeronáuticas de la Comunidad de Madrid, fue dictada al amparo de las competencias que se le atribuyen en virtud de lo previsto en el artículo 26.1.7 de su Estatuto de Autonomía, según el cual la Comunidad de Madrid tiene competencia exclusiva en los aeropuertos y helipuertos deportivos, así como en los que no desarrollen actividades comerciales en el ámbito de su territorio. La citada norma remite, a su vez, a un posterior desarrollo reglamentario de  distintos extremos como los relativos a las autorizaciones previstas en la Ley para las instalaciones aeronáuticas; la organización y contenido del Registro de Instalaciones Aeronáuticas de la Comunidad de Madrid, así como el procedimiento para llevar a efecto las inscripciones en el mismo y los efectos que éstas producen; los criterios determinantes para que una instalación aeronáutica deba contar con un Plan Director; el régimen de colaboración en la realización de la actividad inspectora y, por último, las características técnicas que deben reunir los aeródromos, aeropuertos y helipuertos. Asimismo, se pretenden establecer de forma clara cuáles son los procedimientos de autorización e inspección de las instalaciones aeronáuticas en nuestra Comunidad, que permita que el administrado tenga conocimiento de los mismos.