Reunimos a 14 equipos de investigación para impulsar la agroecología
La Comunidad de Madrid reúne a 14 grupos operativos de investigación agroecológicos en el Centro de Innovación Gastronómica (CIG), en unas jornadas de información y trabajo organizadas por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), para profundizar sobre la cultura agroecológica aplicada a la innovación en la agricultura y el desarrollo rural a través de grupos operativos.
La consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad del Gobierno regional, Paloma Martín, acompañada por el gerente del IMIDRA, Sergio López, ha inaugurado estas jornadas, que comienzan hoy y que durarán hasta el próximo viernes, en las que los 14 grupos operativos agroecológicos,- ‘Agroecologiam’, ‘CAM Agrocomposta’, ‘Leñosost’, ‘AP Sierra de Madrid’, ‘Madrid-KMRegión’, ‘Ozocam’, ‘Paisaje y Huerta de Madrid’, ‘Pausa’, ‘Simbiosis Api-Agro’, ‘Terrae-Itínera’, ‘Agrohub Madrid’, ‘Alimentando el Campus’, y ‘Arolivo-Olivares de Miel-‘, presentarán sus proyectos pioneros como modelo de gestión sostenible en la producción de alimentos saludables, de lucha contra el despoblamiento rural, de innovación social y con una actitud responsable con el entorno.
En total, más de cincuenta entidades entre productores, consumidores, asociaciones, sindicatos agrarios, universidades, profesionales del sector, ayuntamientos y centros de investigación se darán cita para exponer sus trabajos, resultados y avances de sus trabajos, que iniciaron en 2017.
Martín ha destacado el carácter colaborativo de estos grupos operativos que “ofrecen respuestas innovadoras a los problemas y soluciones a los retos presentes y futuros de nuestra región en materia de alimentación, despoblamiento rural, contaminación atmosférica, la erosión de los suelos agrarios y la reutilización de residuos orgánicos, a través de la economía circular”, siguiendo el mandato de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Desde hace unos años, la Agroecología se está posicionando como un nuevo enfoque estratégico ante el desarrollo rural de la Comunidad de Madrid. Se trata de una disciplina científica que, unida a prácticas agrarias sostenibles, busca explorar nuevas formas de producción de alimentos socialmente responsables. El objetivo final es estimular el sector de la economía verde en nuestra región a través de métodos agroecológicos, considerando que más del 50% de nuestro territorio tiene alguna figura de protección y el 90% de los habitantes vive en áreas urbanas.
Más de tres millones de euros para la agroecología en cinco años
La Comunidad de Madrid participa desde octubre de 2017, a través del IMIDRA, en la puesta en marcha de proyectos pilotos, a través de grupos operativos, dentro del Plan de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020 de la región. La labor del IMIDRA es coordinar la colaboración de estos grupos en el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos o tecnologías.
El presupuesto total destinado a estas actividades previsto hasta 2022 será de más de tres millones de euros. Los fondos parten del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, cofinanciados por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y en los que también colabora el Ejecutivo regional.
Hasta la fecha se han conformado 19 grupos operativos de investigación y 31 proyectos piloto correspondientes a las convocatorias de los tres últimos años. Estos 19 grupos estudian modelos agrícolas más sostenibles, relacionados con la agroecología, en el contexto de una sociedad cada vez más comprometida en el consumo de alimentos más saludables, al tiempo que respetuosa con la protección del medio ambiente.
14 proyectos de agroecología
En las jornadas a las que ha asistido la consejera 14 grupos operativos han presentado sus proyectos pioneros. Así, para el proyecto ‘Agroecologiam’, la agroecología es una propuesta de transición hacia un modelo agrario y un sistema agroalimentario más sostenible, sano y justo. Por su parte ‘CAM Agrocomposta’ pretende fijar experiencias piloto en varias fincas agrarias y ganaderas de la Comunidad de Madrid, mientras que ‘Leñosost’ promueve la formación en técnicas más sostenibles a los agricultores mejorando el manejo de cultivos leñosos.
El proyecto de ‘AP Sierra de Madrid’, aplicado en la Sierra de Guadarrama, muestra la viabilidad de una gestión sostenible que revierta los procesos erosivos, regenerando suelos y reduciendo el riesgo de incendio. En el caso de ‘Madrid-KMRegión’, el objetivo es dinamizar las relaciones entre productores y consumidores, construir vínculos duraderos, reduciendo la distancia entre la huerta y la mesa.
Otro de los proyectos es el que encabeza ‘Ozocam’ a través un estudio experimental sobre el efecto del incremento del ozono en cultivos como el trigo y la acelga, representativos de la Comunidad de Madrid. ‘Paisaje y Huerta de Madrid’ tiene como reto principal desarrollar una infraestructura verde para la protección de los espacios agrarios del sur de la región, situando como referente a la Comarca de las Vegas.
‘Pausa’ es una plataforma que permitirá conocer y acceder a las investigaciones sobre la producción agraria ecológica, los sistemas alimentarios sostenibles y la ordenación del territorio de proximidad. Por su parte, ‘Terrae-Itínera’ presenta un proyecto de formación agraria itinerante para crear una red entre profesionales que forme a nuevos agricultores agroecológicos, atrayendo población y activando la economía agroganadera.
‘Agrohub Madrid’ se encargará de distribuir productos frescos de pequeños y medianos productores del área metropolitana mediante nuevos canales de comercialización, especialmente en comedores escolares. En esta línea, ‘Alimentando el Campus’ conectará con el sector productivo de proximidad y los consumidores, promoviendo el abastecimiento de producciones alimentarias sostenibles a través de un proyecto piloto desde tres universidades madrileñas: la Politécnica de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares y la Autónoma.
Por último, ‘Arolivo-Olivares de Miel’ quiere potenciar la escasa rentabilidad de los olivares tradicionales. Para ello se va a estudiar el cultivo mixto de olivar y aromáticas, combinado con apicultura.