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Vía lagrimal pediátrica

La obstrucción congénita de la vía lagrimal es una patología extremadamente frecuente. En la gran mayoría de los casos se soluciona sola durante el primer año de vida.

  • Pero si no es así, y el paciente continúa con clínica de lagrimeo e infecciones oculares de repetición deberemos realizar distintas técnicas para resolverlo.

    • Sondaje vía lagrimal: Consiste en la introducción de una sonda a través del punto lagrimal para alcanzar la membrana imperforada cerca de la nariz que provoca la obstrucción. Es una técnica sencilla y rápida pero que requiere sedación. Puede realizarse en dos ocasiones si en la primera ocasión no se consigue la desobstrucción.
    • Intubación de vías lagrimales.
    • En los casos en que el sondaje no ha sido efectivo o en caso de niños más mayores tutorizamos la vía lagrimal con un tubo de silicona que permanece dentro de la vía lagrimal durante unos meses y que podrá ser retirado posteriormente en consulta.
    • Dacriocistorrinostomía.
    • Cuando nada de lo anterior ha sido resolutivo se realiza a través de la fosa nasal un nuevo paso de la lágrima desde el saco lagrimal hacia la nariz.
    • Dicha intervención se realiza junto al servicio de otorrinolaringología.
  • Cuidados perioperatorios

    • Tanto el sondaje como la intubación son intervenciones ambulatorias que no requieren ingreso.
    • El tratamiento en domicilio únicamente consiste en gotas de antibiótico y antiinflamatorio durante 5 días.
    • La dacriocistorrinostomía si requiere una noche de ingreso para vigilar que no se produzcan sangrados nasales y posteriormente también tratamiento con colirios de antibiótico y antiinflamatorio.