Probablemente piense eso porque cuando no tiene tabaco o cuando ha intentado fumar menos o dejar de fumar, notaba que no tenía la misma capacidad de concentración o estaba más intranquilo y nervioso. Estos son efectos de la abstinencia al tabaco. Cuando el organismo se acostumbra a no fumar tanto la capacidad de concentración y la capacidad de trabajar, como el estado de nerviosismo, volverá a ser el mismo. Son síntomas pasajeros que lo único que demuestran es que existe una dependencia.