Desde el punto de vista asistencial se establecen 3 líneas estratégicas de acción por su prevalencia e impacto en términos de salud para el paciente y en términos de gestión para la institución. Las líneas estratégicas asistenciales son:
- Detección y prevención del delirium. El delirium es la complicación más frecuente en los pacientes ancianos hospitalizados, tiene consecuencias devastadoras en su salud, aumenta el número de complicaciones médicas, genera deterioro funcional, dificulta el regreso al domicilio tras el alta y aumenta el riesgo de muerte intrahospitalaria. Es grave, pero es potencialmente reversible y en un 30-40% de los casos se puede prevenir.
- Detección y prevención del deterioro funcional. Es la pérdida de la capacidad de caminar y autocuidarse como se hacía previamente al ingreso y tiene consecuencias devastadoras para el paciente y para su entorno. Si abordamos con éxito la enfermedad aguda, pero no el deterioro funcional del paciente mayor durante el ingreso hospitalario, que le impide regresar a su entorno habitual o ser independiente para las actividades de la vida diaria, impactaremos negativamente en su calidad de vida generando discapacidad.
- Detección y abordaje del paciente mayor frágil. En todas las especialidades médicas y quirúrgicas la edad media de los pacientes está aumentando y se plantean pruebas diagnósticas y tratamientos agresivos tanto médicos como quirúrgicos que hace años era impensable plantearse a partir de cierta edad, lo que supone un gran avance en la atención sanitaria de las personas mayores pues la edad cronológica no es un índice fiable para uniformar a un grupo poblacional con distintas capacidades funcionales, expectativas en salud y calidad de vida.
Por otra parte, es importante detectar a aquellos pacientes en los que estas intervenciones van a generar un claro beneficio en salud y a aquellos en los que la intervención aumentará su supervivencia, pero con discapacidad por múltiples complicaciones. La evaluación de la fragilidad permite detectar a aquellos en riesgo de evolucionar peor. Existe evidencia científica abundante que demuestra la necesidad de que pacientes mayores de riesgo reciban una valoración geriátrica integral previa a la cirugía o al tratamiento médico agresivo que ayude en la toma de decisiones y al abordaje.
La formación del personal es la estrategia crucial para que el proyecto pueda desarrollarse con éxito. Cambiar estructuras y obtener más recursos no siempre es posible. Sin embargo, cambiar el enfoque, la visión de los profesionales siempre es posible a través del conocimiento, de la formación. A través de la formación detectamos a las personas que pueden estar más implicadas con el proyecto en cada unidad para que sean ellas las que formen a sus propios compañeros, mantengan la adherencia al proyecto en el día a día y propongan objetivos de mejora.
- El entorno y sus estructuras
Existe evidencia científica que demuestra cómo el entorno, las diferentes estructuras, el diseño de los elementos arquitectónicos pueden afectar a la independencia funcional y a la seguridad de las personas mayores hospitalizadas. El Hospital Universitario Infanta Leonor es un hospital joven, las habitaciones son espaciosas y luminosas, con baños adaptados, camas articuladas de fácil manejo, los pasillos son amplios. La distribución del hospital se hace por colores y hay líneas en el suelo que conducen a las distintas áreas del centro según los colores que resultan muy facilitadoras. Sin embargo, hay adaptaciones estructurales menores que los profesionales detectan en el trabajo del día a día, que no suponen un gran gasto añadido, que se pueden implementar con facilidad y que hacen el hospital más amable para la persona mayor y generan una mejora importante en la calidad percibida.
- La implicación del paciente y sus familiares
El paciente mayor es el centro del proyecto. Si queremos hacer el hospital más amable para la persona mayor es imprescindible conocer su visión, sus necesidades y sus sugerencias y al mismo tiempo hacerle partícipe de su proceso de abordaje de la enfermedad y de su recuperación. En el proyecto es prioritario recuperar los valores del respeto a la persona mayor, a su intimidad, su autonomía, sus valores y creencias, e implicar al paciente en su autocuidado y a sus familiares.
¿Qué acciones se han hecho hasta ahora?
Enunciamos algunas de las acciones llevadas a cabo hasta el momento:
- Múltiples acciones de puesta en marcha: diseño del logotipo, apertura de una canal de comunicación para ideas, presentación del proyecto a todo el personal sanitario del hospital, vídeo resumen del proyecto, pero la más importante de esa etapa fue la constitución del equipo de referentes del proyecto: un total de 77 referentes médicos, enfermeras, farmacéuticos, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
Líneas estratégicas asistenciales
Las acciones más importantes realizadas han sido:
- Implantación del Código Delirium
- Desarrollo de la detección y abordaje del paciente mayor frágil mediante la colaboración estructurada de Geriatría con Oncología, Hematología, Cardiología, Ginecología, Cirugía General, Digestivo, VIH y ORL
- Definición de objetivos, indicadores y metas para cada una de las líneas estratégicas
- Definición del cronograma anual de acciones permanentes del “Hospital Amable para la Persona Mayor”
- Plan formativo definido y estructurado de formación interna y externa.
Otras acciones realizadas son:
- Instalación de relojes y calendarios en todas las habitaciones de hospitalización
- Carteles de prevención de la inmovilidad y el delirium
- Conocimiento de nuestra realidad: análisis de la prevalencia de delirium y de deterioro funcional asociado a la hospitalización
- Definición y colocación en cada unidad de enfermería de un decálogo de actuación dirigido a los profesionales con acciones concretas de NO hacer para mejorar el descanso nocturno y favorecer la humanización en la atención al paciente mayor
- Check-list y decálogo del manejo adecuado del paciente confuso para evitar el uso de sujeciones
- Grabación y emisión a diario de dos audios que invitan a pacientes, familiares y personal a fomentar la movilidad de los pacientes en unos rangos horarios específicos y a fomentar el descanso durante la noche
- Diseño y distribución de programas de ejercicios adaptados a la movilidad del paciente en todas las plantas de hospitalización
- Señalización en el suelo de cada Unidad de Hospitalización de líneas indicativas de distancia (metros) para favorecer la prescripción de la movilidad por parte de los facultativos y motivar a los pacientes
- Encuesta a pacientes para conocer sus opiniones y sugerencias
- Encuesta a los profesionales
- Mejora de la señalización de toda la primera planta (quirófanos, laboratorio, consultas, Urgencias, Rayos, UCI) con cartelería clara y con letra grande facilitando la accesibilidad
- Cambio del horario del paso de la máquina de limpieza por las plantas de hospitalización retrasándolo por la mañana para favorecer el descanso nocturno.
- Dotación de andadores y bastones trípodes suficientes para facilitar la movilidad de todos los pacientes que los necesiten en las plantas de hospitalización
- En Urgencias, en la zona de pre-ingresos, se ha facilitado una silla por paciente para que puedan levantarse de la cama
- Colocación de un vinilo oscurecido protector frente a la luz solar en la sala de espera de Oftalmología donde muchos pacientes, la mayoría mayores, esperan con las pupilas dilatadas.
¿Está todo hecho?
No está todo hecho, ¡queda mucho por hacer!
El proyecto Hospital Amable para la Persona Mayor es dinámico y está en proceso de mejora continua. La clave de este proyecto es conseguir cambiar mentalidades, rutinas y hábitos establecidos mediante acciones eficaces para hacer del hospital un lugar más amable para la persona mayor y eso, sabemos que es posible, pero no es fácil. Para conseguirlo, tenemos que llegar a cada profesional que trabaja en el hospital y hacer que adhiera al proyecto, lo que requiere esfuerzo continuo, mucha formación e ir construyendo poco a poco.
Las acciones que se han definido en el proceso, especialmente las referidas a las líneas estratégicas asistenciales, se sustentan sobre la evidencia científica disponible, y son rigurosas, evaluables y auditables. Las acciones no estrictamente asistenciales que dan visibilidad al proyecto y facilitan la adherencia al mismo también son importantes, pero lo que es fundamental es contar con la colaboración de pacientes y familiares. Si tiene alguna sugerencia constructiva, puede escribirnos al correo hospitalamable.hvll@salud.madrid.org y se lo agradeceremos.