Así fue...El Águila se Mueve. Madrid años 60. Entró el color y cambió la película

Las tensiones amorosas entre un locutor y su prometida, una curiosa pareja de vecinos que escuchan un programa de gimnasia, y el paso de las estrellas por el estudio, enlazan tres historias que tienen como eje central a los radioyentes, como homenaje a la importancia de la radio a mediados del siglo XX. 

Dirigida por José Luis Sáenz de Heredia, Historias de la radio es una de las películas más populares y rentables de nuestro cine, todo un homenaje a la radio, principal vehículo comunicador y de entretenimiento en España hasta que las pantallas de televisión entraran paulatinamente en los hogares españoles en la década de los sesenta.

En las diferentes historias de la trama se maneja a partes iguales el humor y la ternura, con Francisco Rabal y Margarita Andrey, como la pareja de personajes que sirven de hilo conductor, acompañados de un elenco realmente importante, donde brillan en papeles más o menos pequeños, actores como José Isbert, José Luis Ozores o Tony Leblanc y con la aparición de personajes de la época como la cantante Gracia Montes, el futbolista Luis Molowny o la estrella radiofónica Bobby Deglané.

Bajo la dirección de Marco Ferreri e Isidoro M. Ferry y el guion de Rafael Azcona; El Pisito retrata desde el estilo neorrealista italiano un tema de máxima actualidad, casi setenta años después: la precariedad de una pareja de novios, Petrita y Rodolfo, quienes no pueden casarse por falta de medios para adquirir una vivienda. En el Madrid de finales de los años cincuenta, aún en subdesarrollo, la pareja planea el matrimonio de Rodolfo con su anciana y enferma casera, Doña Martina, esperando a poder heredar el contrato de alquiler tras su fallecimiento.

La ambientación de la película acompaña sin piedad la dura trama, donde abunda la mezquindad, la picardía, y los detalles ácidos retratados desde el humor negro como el coche publicitario de caldo para sopa, cabeza de gallina incluida, que acude a un acto fúnebre. El tratamiento de un tema tan árido no fue bien visto por el régimen franquista, siendo mal rechazada y estigmatizada por la crítica oficial no resultando nada rentable, lo que no evitó que la película fuese con el tiempo, y sus pases en televisión, más exitosa, y que en la actualidad se haya convertido en un clásico con José Luis López Vázquez a la cabeza.

Dirigida por Luis Savslasky, El balcón de la luna nos presenta el local de variedades que acoge noche tras noche a personajes de todo tipo, entre personal y clientela y en el que somos testigos de las disputas y los anhelos de las tres cantantes, Pili, Cora y Charo, protagonizadas por Paquita Rico, Lola Flores y Carmen Sevilla.

Tres compañeras y amigas, que se quieren tanto como odian, que se envidian como admiran, y que tienen como fin casarse con un hombre rico, mezclan sus vidas con un marqués tacaño, un torero triunfador, un pobre guitarrista y hasta un delincuente.

Algunos de los detalles de las tramas parecen estar basados en los ambientes de la época de los cafés cantantes, con alusión y guiños a las «vedettes y figuras extranjeras que internacionalizan Madrid», como Ava Gardner y su estancia en la capital española. A resaltar los números musicales, siendo el tema de «Ay, qué calor» del maestro Quiroga, con letra de Rafael de León, interpretado por las tres artistas, el tema que abre y cierra El balcón de la luna.

Al bueno de Don Felipe, director de una sucursal bancaria de un barrio de Madrid, le despiden. Este hecho, junto a las malas condiciones laborales de los empleados de la sucursal, motivan al cajero, Fernando Galindo, a proponer a sus compañeros, atracar el propio banco. Finalmente les convence, y preparan el atraco minuciosamente durante días al estilo de las películas del cine negro en boga esos días. Aunque el plan tendrá sus complicaciones…

José María Forqué declaraba en su día que dirigir Atraco a las tres era una de las mayores alegrías de su carrera. Siendo una comedia aparentemente ligera e inocua para la censura, la película no deja de tener una carga crítica sobre las relaciones entre los obreros y los patronos.

José Luis López Vázquez deja en esta película algunos momentos memorables para la historia del cine español acompañado por un elenco en el que brillan Alfredo Landa o Gracita Morales.