En muy raras ocasiones, el paciente ingresa para ser operado y la intervención quirúrgica no se puede llevar a cabo por motivos ajenos a la voluntad del Servicio de Cirugía (prolongación inesperada de una operación previa, no disponibilidad del quirófano previsto, etc.). Si se da esa situación, se procurará notificárselo al paciente lo antes posible para minimizar las molestias y, la mayoría de las veces, será programado para el día siguiente o será dado de alta para ser nuevamente llamado a la mayor brevedad.