
Gastronomía madrileña
Madrid ha sabido adaptarse a los tiempos sin renunciar a sus tradiciones
Su más digno y conocidísimo representante gastronómico es el cocido madrileño que vale la pena acompañar con vinos de Madrid, pero hay mucho más. Más platos, tapas y dulces representativos de la región y de sus sabores más auténticos. Fogones, calidad, buen hacer...y ¡buen provecho!
Platos tradicionales
Cocido madrileño
El plato madrileño por excelencia y comida popular donde las haya, el cocido madrileño que se sirve en tres vuelcos: el primero una sopa de fideos finos, a continuación los garbanzos acompañados por verduras - zanahoria, patata y repollo -, y por último las carnes -de morcillo, codillo, chorizo, morcilla, manitas de cerdo, etc.-, en general de vacuno.
Callos a la madrileña
Si otro plato de cuchara que se sirve bien caliente ha merecido como el cocido su denominación de origen ha sido éste. Sus principales componentes son las tripas y patas, morros y manos de ternera y ganado vacuno muy bien lavados y cortados.
Sopas de ajo
Es una de las recetas centenarias más humilde y sencillas de elaborar. A diferencia de otros platos no se ha transformado con el paso de los años, ya que no admite otros productos más selectos que el aceite, el pan, los huevos, el pimentón y el ajo.
Besugo al horno
El besugo al horno es otro de los platos tradicionales de Madrid y de las cenas de Nochebuena y Navidad madrileñas junto con la lombarda rehogada y la sopa de almendras, de rápida y fácil elaboración. Un pescado muy sabroso.
Asados y pescados
La elaboración del asado es muy simple: buenas carnes y un horno, a ser posible de leña, y un experto cocinero o cocinera que sepa darle el punto exacto. Sin olvidarnos del pescado. Abundan recetas como las que cabe mencionar el bacalao y el besugo al horno.
Gallina en pepitoria y otros platos
Otros platos tradicionales madrileños son la gallina blanda y sabrosa tras su lento cocinado, guisos de ternera y cordero, oreja a la plancha, setas y gambas al ajillo, gambas rebozadas, caracoles, bocadillo de calamares y la carne de caza como el jabalí, el gamo o la perdiz.
Tapas típicas
Tortilla de patatas
Con o sin cebolla, en cualquier momento el sencillo plato, bocadillo o simplemente el pincho, es un manjar y compañero sin igual de la caña, vino o refresco. Sobre la base de huevos y patatas, se han sumado otros productos como el bonito, calabacín, pimientos y un sinfín de variedades.
Patatas bravas
Tan populares como la tortilla de patatas en los bares, restaurantes y terrazas madrileñas a la hora del aperitivo son las bravas. Patatas cortadas en dados y fritas que se bañan con una salsa de tomate picante, dando un gusto muy especial a unas sencillas patatas fritas.
Huevos estrellados
Otra de las variedades de patatas y huevos son estos huevos rotos que sin cuajar forman una masa uniforme, acompañados de patatas y jamón ibérico, el resultado está muy bueno. Una de las recetas y tapas más internacionales.
Bocadillo de calamares
Un icono de la gastronomía madrileña y lo castizo, el bocadillo de calamares, desde el más tradicional, el rebozado más clásico a la romana, al más cool. Una de las cosas que no puedes perderte cuando vengas a Madrid.
Mollejas y gallinejas
Las mollejas más requeridas son las del cordero lechal y son la parte más delicada y valorada de la casquería. Tradicionalmente se preparan encebolladas, a la plancha o al ajillo. Mientras las gallinejas o zarajos, se trata del intestino del lechal, muy lavado y colocado en forma de madejas y posteriormente cocidos para su conservación.
Gambas al ajillo
Aunque la Comunidad de Madrid no tiene mar, al igual que el bacalao rebozado o el besugo al horno, las gambas a la plancha, cocidas, en gabardina, pero sobre todo al ajillo, son uno de los deliciosos sabores de Madrid.
Dulces y postres
¿y de postre?
El más popular, conocido y típico de Madrid puede que sea el chocolate con churros. El más castizo, las rosquillas listas, tontas, francesas y de Santa Clara en San Isidro. El más tradicional, las torrijas, los barquillos, los bartolillos de crema y los pestiños con miel en Semana Santa. La repostería tradicional en todos los santos, ricos buñuelos de viento y huesos de santo, y el delicioso bollo tradicional que despide la Navidad, el roscón de reyes.

Uno de los motivos por los que merece la pena viajar por Madrid es su gastronomía, tanto de sus platos, tapas y postres tradicionales, como de sus productos de altísima calidad a la altura de los paladares más exigentes. Las carnes y quesos de la Sierra de Guadarrama, la miel y los judiones de la Sierra Norte, los ajos y el anís de Chinchón, las fresas y espárragos de Aranjuez, los melones de Villaconejos o los vinos y aceites.