Decoloración en la tintorería
El consumidor:
La consumidora dejó en la tintorería un vestido de premamá comprado dos meses antes y confeccionado a medida pactando con el dependiente que permanecería allí varios meses hasta poder recogerlo. Al volver a por la prenda, comprobó que esta presentaba una decoloración.
La empresa:
La empresa reconoció el deterioro y ofreció a la clienta un bono de 200 euros para consumir en el establecimento, pero esta no lo aceptó por considerar que el vestido de premamá, que estaba diseñado para ser empleado en ocasiones especiales, tales como bodas, valía más, insistiendo en obtener el correspondiente abono en metálico.
El colegio arbitral:
Ante las manifestaciones de las partes, el tribunal estimó la reclamación, ya que la decoloración era constatable, ambas partes reconocían que se había producido durante el proceso de limpieza y que la reclamante había aportado el tique de compra del vestido por valor de 320 euros. La tintorería tuvo que abonarle el 50% de esa cantidad.