Audífono defectuoso
El consumidor:
Compra un audífono, informándole de que puede probarlo en el plazo de un mes y que le devolvían el dinero si no quedaba satisfecho. Al probarlo, se mareaba y se aturdía, por lo que procedió a devolverlo dentro del plazo comprometido de un mes. Sin embargo, no le devuelven el dinero. Aporta además un informe médico que concluye que no es tolerante a este tipo de dispositivos. Reclama que le devuelvan el dinero que le costó el audífono.
La empresa:
Niega que ofrezcan audífonos en prueba y defiende que realizan todas las modificaciones y verifican el rendimiento protésico en gabinete, hasta que consiguen un acoplamiento correcto del aparato.
El colegio arbitral:
Estima parcialmente la reclamación. No encuentran ninguna prueba documental del ofrecimiento de la prueba gratuita de un mes, por lo que no pueden admitirla para la resolución del contrato. Sin embargo, sí obligan a la empresa a realizar una adaptación del audífono a la patología del usuario.