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Exposición: PHotoESPAÑA ALMA TIERRA José Manuel Navia

De jueves, 08 de junio de 2023 - 19:30 a domingo, 01 de octubre de 2023 - 15:00
Finalizado
2023-06-08T19:30:00
2023-10-01T15:00:00
REF:#11007790
pastora en Montejo de la Sierra
Exposición/Museo

Hasta el 1 de octubre

PHotoESPAÑA 2023               

 

ALMA TIERRA                  (hoja de sala descargable al final de este documento)

JOSÉ MANUEL NAVIA

Alma tierra es un trabajo fotográfico (exposición y libro) que quisiera ser ante todo un homenaje. Homenaje a las personas que, con energía, resignación o ilusión resisten y pelean cada día por poblar un mundo rural que se fue o que se está yendo. Y homenaje también a quienes ya no están, a su cultura, la cultura campesina, y a su memoria, que es además la memoria de la tierra. Por ello este viaje fotográfico, con sus desvíos y desvelos, no es sólo un viaje por el territorio, sino también por el tiempo.

La voluntad de abordar este proyecto surgió tanto del interés del fotógrafo por la España interior a lo largo de los años, como de la constatación de un hecho rotundo: en nuestro país el ochenta por ciento de la población vive en el veinte por ciento del territorio y, por contra, el ochenta por ciento de sus tierras están pobladas tan sólo por un veinte por ciento de sus habitantes.

La exposición es el resultado de un viaje fotográfico que llevó a José Manuel Navia a explorar varios territorios o comarcas naturales especialmente significativas para mostrar la crisis demográfica, un tema de gran actualidad en España, que ha venido a denominarse España vaciada y de cuyo término el autor reniega, ya que según él, no hay nada vacío, está lleno de cultura, saberes tradicionales, patrimonio, etc., en definitiva de las esencias de nuestra sociedad y orígenes, que son el Alma del mundo rural.

El proyecto es un recorrido geopoético y visual de ese “mundo que agoniza”, como un día lo llamó Miguel Delibes, de una España interior que, aunque duramente golpeada, se resiste a desaparecer.

La exposición original se compone de 65 fotografías en color. Con motivo de la muestra en el Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte, el proyecto original se ha ampliado con una serie de obras de nueva creación, realizadas ex profeso, centradas en la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid.

Una de las líneas clave del trabajo de Navia a lo largo de su carrera ha sido el contacto de las personas con la naturaleza y con sus orígenes. Al autor no le interesa el territorio si no lo interpreta a partir de la mirada de los habitantes del mismo, y ese es el hilo conductor de Alma Tierra.

La presencia del mundo rural ha sido una constante a lo largo de la historia de la fotografía. En el caso de España, podemos citar a numerosos fotógrafos, tanto nacionales como internacionales, que se han sentido atraídos por captar las esencias de este mundo, desde Jean Laurent hasta el autor de este proyecto, pasando por José Ortiz Echagüe, Otto Wunderlich, Antonio Pasaporte, Margaret de Michaelis, W. Eugene Smith, Joaquín Gomis, Nicolás Muller, Virxilio Viéitez, Piedad Isla, Rafael Sanz Lobato, Leonardo Cantero, Cristina García Rodero, Carlos Flórez, etc. Ahora bien, lo que ha variado a lo largo de este extenso tiempo, es que mientras muchos de ellos mostraban un mundo rural dinámico y en plenitud, aunque con múltiples carencias y problemas, previo al primer éxodo masivo de los años 60, Navia, en este proyecto, parece estar asistiendo al final del proceso que concluirá con el fin de la cultura rural, el final de la cultura campesina, como le gusta decirlo al autor. No obstante, el hilo conductor de estos fotógrafos es el mismo, captar, mediante un profundo lirismo la esencia de esta cultura, y, en palabras de Eugene Smith, utilizar la fotografía para dar voz a los que no la tienen.

Alma Tierra surgió en una comarca de Soria, con un trabajo personal que comenzó a hacer el fotógrafo en las Tierras Altas de Soria. El tema de la despoblación es el hilo conductor de este trabajo y también fue lo que inspiró a Julio Llamazares, autor del ensayo del catálogo, para escribir La Lluvia Amarilla en 1988. En ambos trabajos hay una conexión muy profunda y esencial que se puede resumir con la siguiente sentencia: Cuando una tierra muere se muere el alma de dicha tierra.

En este sentido, hay que reseñar que el componente textual, literario y poético, es muy importante en este proyecto. Las abundantes citas, no jerarquizadas, presentes en la muestra, desde autores tan relevantes, como Unamuno, Machado o Caro Baroja, hasta los pensamientos y reflexiones de los protagonistas de las fotografías, las reflexiones de José Manuel sobre el proyecto y el ensayo de Julio Llamazares en el catálogo inciden constantemente en la importancia del componente textual. Para el fotógrafo, la palabra es muy importante; tras su formación filosófica, siempre estuvo convencido de que se dedicaría al mundo de la palabra, pero luego empezó a descubrir la historia de la fotografía y las peculiaridades de su lenguaje, porque como decía Català-Roca "Al contrario de lo que se acostumbra a decir, creo que la fotografía se parece más a la literatura que a la pintura", aunque siempre ha mantenido la importancia del lenguaje en sus proyectos, ya que para Navia la palabra y la imagen son dos lenguajes muy complementarios como lo atestigua su cuaderno de notas donde anota las localizaciones y las conversaciones con los protagonistas que son con las que arma los textos de sus catálogos y libros. 

En Alma Tierra aparecen 25 territorios, a los que en esta ocasión se suma uno nuevo, la Sierra Norte de Madrid no presente en el proyecto original. El fotógrafo no ha trabajado en todos últimamente, sino en 18 de ellos. Hay otros que son de archivo. El trabajo final se compone de un 75% de fotografías tomadas en directo en el territorio y un 25% de su archivo, porque le parecía interesante mirar hacia atrás. De hecho hay alguna imagen, como la de los Ancares, que tiene más de 40 años, ya que le interesaba esa combinación para remarcar uno de los elementos fundamentales de su línea de trabajo y de este proyecto, la intrahistoria y la reflexión en torno al tiempo. Su fascinación por el pasado, enfatizada por sus estudios de filosofía y antropología, remarca la nostalgia en este trabajo, que deriva en melancolía, lo que termina siendo una enfermedad del alma. No se trata de volver atrás, sino de hacer valer todo lo valioso que tuvo una cultura y una forma de vida que ha acompañado a las personas durante muchos siglos.

De esta forma, no le gusta mucho que se tome este trabajo como un trabajo de denuncia o de querer buscar soluciones a la despoblación rural, ya que es un trabajo de creación, un trabajo subjetivo, que pretende dar una visión, una mirada, y utiliza la fotografía para hacerse preguntas y para transmitir esas preguntas a los demás. El interrogante fundamental sería ¿Por qué tanto olvido?, ya que lo que le parece tremendo es que se cierre tan rápido una capa de olvido sobre ese mundo, sobre esas personas, portadoras de la intrahistoria y de las esencias de nuestro país, como diría Unamuno.

La estética del proyecto está marcada por cuatro constantes en la trayectoria del fotógrafo: la naturalidad, la distancia, las luces bajas y la nostalgia. Una de las premisas fundamentales de su trabajo es la búsqueda de un estilo natural. A esta premisa se une la distancia, es decir, ni estar muy encima de la realidad ni estar muy lejos, encontrar esa distancia de cercanía con las personas e incluso de cercanía con los paisajes. Todo esto es tratado con lo que en lenguaje fotográfico se denominan luces bajas, esas luces que quizás encuentras en cuartitos oscuros, esas luces más pobres reflejan también estados de ánimo o sentimientos más complejos que son los que a le gusta transmitir con sus fotografías y que enfatizan la nostalgia, omnipresente en sus trabajos.

Y es que, como dice el propio autor: los fotógrafos andamos mucho detrás de las huellas, intentamos fotografiar el pasado a través de las huellas que el pasado deja en el presente, produciendo una comunicación efectiva, que se consigue de forma brillante en este proyecto, ya que el emisor y el receptor comparten un mismo pasado, el Alma de la Tierra.

José Manuel Navia (Madrid, 1957). Fotógrafo y licenciado en Filosofía. Su trabajo como reportero va dando lugar a una fotografía más personal y demorada, siempre en color y en el ámbito de lo documental. Sus imágenes, de raíz profundamente ibérica, exploran territorios y gentes ligados de uno u otro modo a sus orígenes y su cultura. Le obsesiona el poder de significación de la fotografía y su relación con la literatura.

Empezó a trabajar como fotógrafo freelance en 1987. Sus inicios están ligados a la fotografía editorial, documental y periodística; perteneció a la agencia Cover, y desde 1992 es miembro de VU’. Ha sido editor gráfico de El País Semanal entre 1995 y 1996.

Su trabajo como reportero ha ido disminuyendo en favor de una fotografía cada vez más personal. Haciendo un uso particular de la luz, da un papel primordial al color, que trabaja como modelador de sus imágenes. En sus trabajos destaca también su manera de presentar las ciudades, con un estilo que redunda en lo histórico y lo místico.

Otros medios con los que ha colaborado son el Magazine de La Vanguardia, la edición española de National Geographic, GEO y La Repubblica. Ha recibido el Premio FotoPres (1987, 1989, 1990, 1991) en distintas categorías, el Premio Godó de Fotoperiodismo (1999), el Premio Imagen 2006 de la Sociedad Geográfica Española y el Premio Piedad Isla en 2021, entre otros. Su obra se encuentra en las colecciones del  Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, Colección de la Comunidad de Madrid, Colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Museo Marugame Hirai de Japón, colecciones del Ayuntamiento de Alcobendas, de la Fundación Catedral Santa María de Vitoria, de la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, y en La Galería de La Fábrica, Madrid.

Algunas publicaciones de Navia: Alma tierra, 2019; Castilla, 2017; Miguel de Cervantes o el deseo de vivir, 2015; Nóstos, 2013; PhotoBolsillo, La Fábrica 2017; Pisadas sonámbulas: lusofonías. La Fábrica, 2001-2008; Marruecos, fragmentos de lo cotidiano. Barcelona, Edícola-62, 2003; Desde la Catedral. Fundación catedral Santa María de Vitoria, 2003; Territorios del Quijote. Lunwerg, 2004; Viaje a la Historia. Lunwerg, 2005; Ciudades Patrimonio de la Humanidad. La Fábrica, 2008; Un Madrid literario. Lunwerg, 2009.

La exposición Alma Tierra. José Manuel Navia está organizada por la Dirección General de Promoción Cultural. Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid y Acción Cultural Española, en colaboración con PHotoESPAÑA. El comisariado es de Carmen Martín Eizaguirre.

Masterclass de Navia (de carácter écnico): sábado 23 de septiembre, 11.00 h

8 de junio al 1 de octubre, Sala de exposiciones temporales

Todas las actividades son gratuitas y no requieren inscripción (rogamos puntualidad).

Horario de visita: De lunes a sábados: 9:00 a 21:30 horas; Domingos: 9:30 a 15:00 horas.

Lugar de celebración

Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte
Av. de la Cabrera, 96, 28751 La Cabrera, Madrid, España
Cómo llegar:

Transporte público disponible, autobuses interurbanos:  líneas números 191 Madrid (Plaza Castilla) - Buitrago, 194 Madrid (Plaza Castilla) - Rascafria, 195 Madrid (Plaza Castilla) - Braojos, 196 Madrid (Plaza Castilla) - La Acebeda, 197-B Torrelaguna - El Berrueco - La Cabrera.

Parada muy próxima al Centro de Humanidades. 

En coche particular: Salida 60 de la A1 Madrid-Burgos, tomando dirección La Cabrera. Estamos situados a unos 35/45 minutos de Madrid.