
Enfermedades poco frecuentes. Esclerodermia
La esclerodermia es un grupo de enfermedades poco frecuentes del tejido conectivo que afecta a 3 de cada 10.000 habitantes. La causa exacta es desconocida aunque parece que pudiera ser de origen autoinmune, siendo secundaria a una reacción que provoca una superproducción de colágeno localizada. También se han encontrado factores genéticos e infecciosos como posibles agentes causales.
En qué consiste la Esclerodermia
Se caracteriza por un endurecimiento anormal y el desarrollo de fibrosis (tejido cicatricial) de la piel aunque, en ocasiones, también afecta a órganos internos. Es una enfermedad que se da predominantemente en las mujeres.
Puede presentarse de dos formas principales: la esclerodermia localizada que afecta únicamente a la piel y la esclerosis sistémica, que afecta además a vasos sanguíneos y otros órganos internos como corazón, pulmones, riñones o aparato digestivo.
La esclerodermia localizada se caracteriza por una fibrosis de la piel, que ocasiona placas llamadas morfea (más habitual en adultos) o bandas escleróticas (esclerodermia lineal) más frecuente en niños y adolescentes. Sin embargo, ambas pueden coexistir en un mismo paciente. Tiende a extenderse al tejido celular subcutáneo y a los músculos subyacentes, pudiendo ocasionar atrofia muscular. El progreso de la misma puede evolucionar a una importante asimetría y discapacidad. Una biopsia cutánea puede ayudar a confirmar el diagnóstico.
Por otro lado, en la esclerodermia sistémica existe una afectación generalizada, caracterizada por fibrosis y obstrucción vascular cutánea y visceral, afectando pulmones, corazón, riñón y aparato digestivo.
Esta enfermedad se manifiesta normalmente entre los 40 y 50 años de edad. Puede aparecer en niños, pero es extremadamente raro. Dentro de los síntomas principales se incluyen el síndrome de Raynaud, la hipomotilidad esofágica, insuficiencia renal y la fibrosis pulmonar.
Se diferencia en tres subtipos:
• Cutánea limitada: la afectación dérmica está limitada a parte distal de extremidades y cara. Incluye el síndrome de CREST.
• Cutánea difusa: progresión rápida de afectación cutánea al inicio, con posterior estabilización a los 2-3 años y aparición de síntomas clínicos de afectación de órganos internos en este período.
• Cutánea progresiva.
En etapas iniciales de la esclerodermia el diagnóstico puede ser difícil. Los primeros síntomas suelen ser muy inespecíficos, asemejándose a otras enfermedades del tejido conectivo, como el Lupus Eritematoso, la Artritis Reumatoide…. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, basándose en la presencia de síntomas y manifestaciones típicas. El hallazgo más importante es el endurecimiento de la piel, que suele ser en manos, antebrazos y cara, como ya se ha especificado. Ante la sospecha, el diagnóstico se completa con otras pruebas de laboratorio y de imagen.
El tratamiento es sobre todo sintomático, y aunque no existe un tratamiento curativo para la esclerosis sistémica, durante los últimos años, numerosas terapias han demostrado eficacia en algunas manifestaciones de la enfermedad. Es importante cuidar la piel y vigilar las heridas aunque sean muy pequeñas. Evitar exponerse al frío y los pequeños traumatismos.
Unidades de Experiencia
Hospitales donde se encuentra la atención del mayor porcentaje de casos de Esclerodermia en la Comunidad de Madrid:
Asociaciones de pacientes de Esclerodermia
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