José Zamora, artista polifacético
Este año 2021 se cumple medio siglo del fallecimiento de José Zamora (1889-1971), uno de los creadores madrileños más versátiles y cosmopolitas de la primera mitad del siglo XX. Pintor, ilustrador, figurinista, escenógrafo, diseñador de moda, modisto y escritor, José de Zamora, más conocido como Pepe o Pepito Zamora, participó plenamente en la corriente artística conocida como art déco, un movimiento que produjo un arte elegante, decorativo y, en gran parte, efímero.
Dentro de esta corriente, Zamora creó un estilo de dibujo refinado y original, muy imitado en vida y, no obstante, casi olvidado en la actualidad. En este cincuentenario de su fallecimiento, la Biblioteca Regional de Madrid quiere contribuir a la recuperación de su memoria dando a conocer las obras del artista conservadas entre sus fondos. Por su belleza e importancia histórica, cabe destacar el conjunto de figurines diseñado para la representación de la obra Farsa y licencia de la reina castiza, escrita por Ramón del Valle-Inclán (1866-1936).
Farsa y licencia de la reina castiza
Farsa y licencia de la reina castiza fue publicada por primera vez en la revista La Pluma, dentro de los números aparecidos durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 1920. Ese año de 1920 es considerado una fecha clave dentro de la producción literaria de Valle-Inclán. Con más de cincuenta años, el autor se encontraba en plena madurez literaria y desplegaba en sus obras su característica visión crítica de la realidad española.
La reina castiza es un fruto representativo de esta visión reprobatoria y, en especial, de su animadversión hacia el reinado de Isabel II. El argumento gira en torno a unas imprudentes cartas de amor de la reina, que son utilizadas por su destinatario, un “estudiante sopista”, para intentar medrar mediante el chantaje. El desarrollo de la acción muestra la decadencia de la vida cortesana y, en definitiva, de la situación política del país.
Los figurines
Casi desde el mismo momento de su publicación, Cipriano Rivas Cherif (1891-1967) intentó llevar a las tablas la farsa de La reina castiza. El proyecto se concretó dentro de las actividades del renovado Teatro de la Escuela Nueva. En marzo de 1921 se anunciaron las primeras funciones de abono, con cuatro programas, en el último de los cuales se incluía la representación de La reina castiza. No obstante, pocos días antes del estreno, a raíz de la representación de otra obra del programa, Rivas Cherif comprendió que la escasa venta de localidades no iba a poder cubrir los gastos que generaba el Teatro Español. Autodenunciándose ante la Dirección General de Seguridad halló una salida airosa al problema y la función fue censurada.
Como es lógico, el montaje de La reina castiza estaba prácticamente ultimado. Por una carta de Rivas Cherif, fechada el 9 de diciembre de 1921, sabemos que “los proyectos de decoración y trajes dibujados por Zamora” estaban ya listos. Parte de estos “trajes” son los que se conservan en la Biblioteca Regional de Madrid. Se trata de trece composiciones a la aguada (gouache) sobre cartulina de diferentes colores (morado, verde y gris verdoso). Solo el figurín correspondiente al rey consorte lleva la firma de José Zamora y el título de la obra.
Durante los siguientes años, Rivas Cherif no cejó en su empeño de estrenar la obra. Quizás éste haya sido el principal motivo por el que los figurines se han conservado hasta nuestros días. Por fin, en 1931 se pudo llevar a cabo el demorado estreno de La reina castiza, pero ya con otro director de escena, otro escenógrafo y otros figurines.