CUÍDAME es un plan de entrenamiento que pretende dar respuesta a la necesidad actual de potenciar el papel de los padres como cuidadores principales de sus hijos en las unidades neonatales y de convertirles en elementos claves en los procesos de toma de decisiones. El objetivo final del mismo es permitir a la familia la adquisición progresiva de las competencias necesarias para alcanzar la autonomía en el cuidado de sus hijos durante su ingreso en el hospital, así como la participación activa en la valoración y la toma de decisiones del niño. A continuación se presentan las características principales que definen este programa.
La filosofía del programa sienta sus bases en las líneas de referencia marcadas por la introducción de los cuidados centrados en el desarrollo en las unidades neonatales.
El método empleado para el entrenamiento de las capacidades familiares está basado en un sistema de fichas que facilitan un entrenamiento progresivo. Este sistema permite a los profesionales y a las familias situar en cada área de cuidado el punto en el que están y los pasos que faltan por dar. Además, permite identificar en cada momento los cuidados que se encuentran con un mayor y menor grado de entrenamiento.
La secuencia de entrega de fichas está pensada para favorecer la preparación de la familia de una manera ordenada, evitando la exposición excesiva de información al mismo tiempo y focalizando la atención de los padres en cada área adaptada a la edad gestacional y el momento del ingreso hospitalario.
El programa va asociada a un sistema de reuniones periódicas con un equipo de referencia personalizado formada tanto por personal de Enfermería como neonatólogos. Este equipo se hará responsable del niño y la familia, acompañados por un grupo de psicólogos y psiquiatras. Este enfoque multidisciplinar permite un abordaje biopsicosocial de los pacientes y su núcleo familiar, lo que ayuda a detectar y resolver precozmente las dificultades sociales y emocionales que se presentan durante el ingreso y que, de no tratarse, podrían repercutir en el futuro.
La comunicación con la familia está pensada desde un modelo horizontal, facilitando un espacio de diálogo y escucha entre padres y profesionales. Este espacio pretende favorecer la escucha activa por parte de los profesionales para atender a las necesidades individualizadas de la familia, así como fomentar la participación activa de la familia en la valoración y la toma de decisiones del niño.
El carácter práctico del programa y las observaciones periódicas del niño pretenden fortalecer el vínculo y centrar la atención de los padres en su hijo y no tanto en el ambiente hospitalario.