Instalación de un router sin servicio
El consumidor:
Tras realizar portabilidad a una nueva compañía de teléfono, acuden a su domicilio a instalarle el router. Sin embargo, no funciona, no recibe el servicio y la compañía anterior le sigue cobrando. Decide anular la portabilidad y mantenerse en la compañía anterior. Pide la anulación de la factura que le ha emitido la nueva compañía.
La empresa:
Asegura que el servicio se activó de forma correcta y que el consumidor se dio de baja al día siguiente.
El colegio arbitral:
Da la razón al consumidor y obliga a anular el pago, ya que se comprueba que la compañía anterior prestó servicios de telefonía durante ese periodo y que la factura presentada por la nueva compañía no presenta ningún consumo. Además, señala que se firmó un contrato de servicios, que nunca llegó a ser efectivo, por lo que no cabe penalización alguna por gastos de instalación ni por incumplimiento de permanencia.