Parque de bolas

Parques infantiles: la seguridad que garantiza la diversión

Los parques infantiles son una alternativa de ocio para las familias con hijos pequeños.

Habitualmente se pueden encontrar en restaurantes o bares, que disponen de un espacio con juegos para los niños mientras los mayores comen, así como en otros locales donde, además, se pueden celebrar los cumpleaños con amigos. Este tipo de estructuras incluyen diferentes actividades para los más pequeños, entre las que se encuentran las piscinas de bolas, los toboganes y otras como pequeñas tirolinas o recorridos con obstáculos.

 

Medidas de seguridad de los parques infantiles: consideraciones generales

 

En primer lugar, los responsables del establecimiento donde esté situado el parque, deberán mantener las instalaciones en perfecto estado y utilizar materiales que no provoquen daños.

Cuando visitamos estos establecimientos es importante prestar atención a cuestiones como la señalización o la accesibilidad a la atracción. En especial:

Visibilidad. La buena visibilidad es esencial para garantizar la seguridad en el recinto de juego, de ella dependen un control y una supervisión eficaces. Es por ello que, en estas instalaciones, la visión desde la zona donde los monitores o padres supervisan a los pequeños hasta el área de juego debe ser ininterrumpida, es decir, no puede haber objetos que obstaculicen. En el caso de que el niño esté en un espacio no visible desde el exterior, se debe permitir un buen acceso de los adultos a ese espacio.

Accesible para adultos. Estas áreas de juego se deben diseñar de manera que pueda asegurarse que los adultos puedan acceder a cualquier punto de la misma para ayudar a los menores que se encuentren en su interior.

Vías de evacuación. Son necesarias en el espacio de juego, debiendo tener una altura mínima de 1,3 metros. En función de la capacidad del área de juegos, deberán tener un número diferente de entradas y/o salidas, que van de las dos salidas y entradas en las estructuras para máximo 20 niños, hasta cuatro para las de 200 niños.

  • En estas salidas, no se pueden colocar equipos de juego que obstaculicen el paso. Si existe un tobogán que termine directamente en una salida de juego, deberá quedar a 3 metros de la salida de la estructura.

Señalización. La señalización en las áreas de juego debe ser clara y apropiada, haciendo referencia al grupo de edad a quien va dirigida la atracción, la altura de los niños, la capacidad o aforo, las señales de emergencia y las reglas de juego.

Iluminación y materiales inflamables. Todas las estructuras deberán estar construidas con materiales que no se incendien, además, la instalación de la iluminación se debe proteger adecuadamente y quedar inaccesible para los niños.

Mantenimiento. Se debe realizar un buen mantenimiento de las instalaciones por parte de los responsables del establecimiento. Es por ello, que el fabricante o distribuidor de la instalación, deberá entregar con ella unas instrucciones para el buen mantenimiento, especificando la frecuencia con la que se debe inspeccionar la atracción. Además, las piezas de repuesto deben cumplir siempre las especificaciones del fabricante.

Piscinas de bolas

 

Las piscinas de bolas son de las estructuras más utilizadas en los parques infantiles de interior. Todas ellas, deberán estar diseñadas de manera que se reduzca al máximo la posibilidad de que las bolas se salgan del cubo.

Además:

  • Para evitar que los niños queden cubiertos bajo las bolas, la altura máxima de la piscina no puede ser superior a 60 cm o 45 cm en el caso de piscinas para menores de 36 meses.
  • El diámetro mínimo de cada bola será de 70 milímetros, para evitar riesgo de asfixia.
  • Cualquier punto de entrada o plataforma que dé acceso a una piscina, no puede tener una altura superior a un metro, desde la base. Así se evita que el menor pueda hacerse daño si se tira a la piscina.
  • Solo se puede entrar a la piscina a través de un tobogán, si esta está separada de otras áreas, quede visible desde las áreas de vigilancia y tenga una profundidad máxima de 40 centímetros.

 

Otras atracciones: toboganes y pequeñas tirolinas

 

Además de las piscinas de bolas, estos parques infantiles suelen incluir toboganes y pequeñas tirolinas que desplazan a los menores de un lugar a otro de la atracción, en estos casos:

  • Los toboganes deberán incluir protecciones laterales, para que el niño pueda agarrarse y deslizar mientras baja. En el caso de toboganes de menos de dos metros, estas protecciones serán de 50 centímetros de alto.
  • Es importante recordar que cuando no haya personal cualificado para supervisar la seguridad de uso del tobogán, se debe impedir el acceso a la sección de inicio del aparato.
  • Con tirolinas nos referimos a aquellos columpios en los que el menor se sube y se desplaza de un punto a otro a través de un cable suspendido. Todos ellos deben incluir asientos de los que el niño se pueda bajar en cualquier momento. No se deben utilizar asientos con forma de bucle o anillas circulares.
  • Además, deberán incluir topes de parada en el carril de desplazamiento, con el fin de parar el columpio una vez que llegue al final de la cuerda. Esa área final, deberá además estar libre de cualquier objeto que pueda producir lesiones.

Recuerde que, si para entrar a estos parques infantiles es necesario adquirir una entrada, tiene derecho a conocer el precio y lo que incluye, antes de acceder al parque. La lista de precios deberá estar expuesta, mediante carteles o folletos informativos, en la entrada o recepción.

 

Reclamaciones

 

Si tiene algún problema con el precio de la entrada o la información que le faciliten puede presentar una reclamación por internet en la Dirección General de Comercio, Consumo y Servicios. Puede consultar el siguiente enlace, si quiere más información sobre cómo y dónde presentar una reclamación de consumo.

 

Fecha de actualización: 16 de junio de 2023