Protegemos al sapo partero, la especie más amenazada del Parque Nacional
La Comunidad de Madrid protege la riqueza faunística presente en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, y entre ella la de los anfibios –los vertebrados más amenazados del planeta–, con una especial atención a la especie más vulnerable del parque, el sapo partero común (Alytes obstetricans), que se encuentra en peligro de extinción en la zona como especie más sensible a una enfermedad, la quitridiomicosis.
El Gobierno regional vela por el estado de conservación de esta especie anfibia y adopta las medidas necesarias para su recuperación. A ello se dedica el Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados de la Sierra de Guadarrama, centro dependiente del Centro de Investigación, Seguimiento y Apoyo a la Gestión del Parque Nacional de la Comunidad.
Este centro de cría ha liberado durante este mes (cuando corresponde por el ciclo anual del sapo partero) un total de 75 ejemplares adultos y más de 1.000 ejemplares más en fase larvaria de este anfibio en el macizo de Peñalara de la Sierra, en el marco del programa de reintroducción que se lleva a cabo para lograr su recuperación.
Centro de referencia mundial en enfermedades de anfibios
El Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados de la Sierra de Guadarrama es un centro de referencia mundial en programas de detección de enfermedades emergentes de anfibios, una ambiciosa línea de trabajo para la que cuenta, desde hace 18 años, con la colaboración del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC.
Riqueza faunística del Parque Nacional
En el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, además de otros importantes valores naturales y culturales, existe una elevada riqueza faunística, que en el caso de los vertebrados representa el 40 % de la fauna inventariada en todo el territorio español.
Aunque la especie más amenazada del Parque Nacional es el sapo partero común, otra especie de anfibio que merece especial atención por ser endémica y en peligro de extinción en la Sierra de Guadarrama es la rana ibérica, en la que también se trabaja. La presencia de anfibios supone un importante indicador del estado de salud del territorio.