Remodelación de la estación de Ventas

En Ventas confluyen las líneas 2 y 5 del Metro. Por número de Vla]eros se situaba en un lugar intermedio en el conjunto de la red, siendo utilizada -en aquél momento- en día laborable por una media de 30.000 viajeros, sumando los que acceden desde la calle y los que trasbordan entre líneas. Se presentan importantes puntas con ocasión de los actos y corridas que se celebran en la contigua Plaza de Toros.

El objetivo de la actuación fue renovar una estación ya deteriorada por los años y el uso y recortar los recorridos a realizar por los usuarios, más de 100 m en algunos casos, con la consiguiente mejora funcional que supone la nueva solución.

El acceso desde el exterior se realiza a través de dos bocas paralelas similares a las del resto de la línea 2, de las cuales una es de nueva creación.

Las dos bocas de acceso delimitan un espacio exterior de estancia y espera convenientemente ajardinado. A través de ellas se penetra en el nuevo vestíbulo, gran espacio de cuidado diseño que, simultáneamente, permite la distribución y el control de los títulos de transporte de los viajeros que entran y salen del Metro y la canalización de los flujos entre líneas. Junto con esta obra central se procede a la reestructuración de las conexiones internas, y a la renovación formal de los revestimientos, impermeabilización, alumbrado, señalización y servicios de la estación .

El gran vestíbulo trapezoidal (de 19x35 metros aproximadamente) se construye a cielo abierto, dada su escasa profundidad. La estructura es de hormigón armado. Los revestimientos en paredes son de ladrillo en todos los elementos que componen la estación y el solado de terrazo de color claro. Se mantiene vista, con la textura original, la losa de hormigón que cubre el vestíbulo.

Se plantea un sistema integrado de iluminación que permite la relación con el resto de elementos decorativos y resuelve fácilmente los problemas de mantenimiento.

La señalización al usuario se incorpora al diseño a partir de la modulación del ladrillo. Es la cuidadosa utilización de este material tradicionalla que define la imagen de la estación y consigue la gran calidad ambiental de los espacios.

Las obras dieron comienzo el 30 de septiembre de 1988 y se terminaron en agosto de 1989.