Una innovadora técnica quirúrgica optimiza el tratamiento y recuperación de la fascitis plantar

https://www.comunidad.madrid/sites/all/themes/drpl/logo.pngComunidad de Madrid
cms-sys-admin

ES UNA DE LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES DE CONSULTA EN ESTE HOSPITAL

La fascitis plantar es una de las patologías más comunes del pie y constituye un reto asistencial que la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública madrileña, está afrontando con la implementación de la hemifasciectomía plantar endoscópica, una técnica pionera en la Comunidad de Madrid que cambia radicalmente el resultado y recuperación del paciente.

05 febrero 2019

Como explica el Dr. Armando Macera, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro, la fascitis plantar "es una de las principales causas de dolor en el talón" y se le estima una prevalencia de entre el 3,6 y el 7 por ciento en la población general, representando un 10-15 por ciento de las consultas de la Unidad de Pie y Tobillo". Su detección se realiza mediante un diagnóstico clínico, "aunque para confirmarlo nos apoyemos en pruebas de imagen tales como la ecografía, la radiografía o la resonancia magnética nuclear", indica el especialista.

El tratamiento, en el caso del 95 por ciento de los pacientes, es conservador: un calzado adecuado, utilización de plantilla para reducir la presión con el apoyo, suspensión de las actividades físicas -que favorecen la sobrecarga mecánica- y realización de ejercicios de estiramiento muscular. Sin embargo, en casos refractarios, que no responden a dichas medidas, el Dr. Macera indica que "se opta por el tratamiento invasivo, con infiltración de corticoides y, si aun así no existe mejoría, se debe intervenir quirúrgicamente al paciente".

Para revertir este escenario, la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital de Valdemoro, consolidada, dentro del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, como referencia a nivel nacional, realiza la hemifasciectomía plantar endoscópica, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que solo requiere dos pequeños abordajes a nivel del talón, menores de un centímetro, para introducir un instrumental específico con una cámara endoscópica.

"Esto evita una cicatriz plantar, como ocurre con la técnica tradicional. De esta manera, el paciente apoya el pie desde el día siguiente a la intervención", incide este experto, asegurando que "es aceptada con gran satisfacción por el paciente en comparación con la técnica tradicional ‘open’, ya que permite una recuperación funcional más rápida, reduce el dolor y, por lo tanto, también los riesgos de complicaciones debido a la cirugía".