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Como tratar quemaduras III

Este espacio tiene como objetivo aclarar dudas sobre las quemaduras, con recomendaciones para saber cómo actuar cuando se han producido y con medidas de prevención que pueden evitarlas en el ámbito doméstico.

La información ha sido elaborada por el equipo de profesionales sanitarios del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Universitario de Getafe.

1. ¿Qué es una quemadura eléctrica?
  • Es una lesión a la piel y a otros tejidos del cuerpo provocada por el paso de una corriente eléctrica.

    Las quemaduras eléctricas se dividen en dos tipos a grandes rasgos: las producidas por bajo y alto voltaje. Las de bajo voltaje las producen fuentes eléctricas de menos de 1.000 voltios y las de alto voltaje las de más de 1.000 voltios.

    En general, en las quemaduras de bajo voltaje la lesión se localiza en la zona donde se ha producido el contacto con la corriente (p.ej.: las manos o la boca de un niño que chupa un alargador eléctrico o mete los dedos en un enchufe, …), mientras que en las de alto voltaje, las quemaduras de la piel se asocian a daños en los tejidos profundos (músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, ….).

2. ¿Son graves las quemaduras eléctricas?
  • Las causas más frecuente de accidentes eléctricos en los adultos son los accidentes laborales, mientras que en los niños el escenario más habitual de quemaduras eléctricas es el domicilio. En estos accidentes la corriente alterna es la que más frecuentemente está involucrada, por ser la que más se utiliza en la industria y en los domicilios.

    Las quemaduras eléctricas en general son graves. En estas quemaduras el cuerpo se convierte en parte del circuito eléctrico y se suelen producir quemaduras de grado III (dérmicas de espesor total) y de grado IV (subdérmicas). Estas lesiones pueden no ser muy extensas, pero pueden presentar una importante afectación de los tejidos en profundidad,  especialmente en las producidas por corrientes de alto voltaje, que implique incluso la pérdida de la extremidad que se quema.

    Además de la afectación cutánea, en el accidente eléctrico pueden asociarse lesiones de otros órganos o sistemas. Por ejemplo: alteraciones del ritmo del corazón, incluso con parada cardiaca; fracturas de los huesos u otro tipo de traumatismos en los casos en los que la persona afectada se cae desde cierta altura en el accidente, alteraciones del funcionamiento normal de los riñones tras las quemaduras por corriente de alto voltaje, etc.

    Los factores que influyen en la gravedad de un accidente eléctrico son fundamentalmente la intensidad de la corriente (el voltaje), su trayecto, la duración del contacto, la resistencia de los tejidos que atraviesa la corriente, y otros factores, pero en general deben considerarse quemaduras graves que requieren valoración médica urgente.  Esta atención solo podría demorarse en caso de quemaduras eléctricas muy pequeñas o quemaduras de poca extensión producidas por el fogonazo que se genera en un accidente eléctrico. Estas últimas quemaduras no son realmente eléctricas: son quemaduras por llama originadas por una chispa de la electricidad, que produce una llamarada que suele afectar a cara y manos, pero que también puede hacer que las ropas de la persona se incendien.

3. ¿Qué hacer ante una quemadura eléctrica?
  • La primera medida es separar a la víctima del accidente de la fuente eléctrica en caso de que siga conectado a ella.

    • En un domicilio se cortará la corriente o se separará la fuente eléctrica que está causando la quemadura (cable, alargadera, etc.) con un objeto seco no conductor (madera, cartón o plástico).
    • Si se trata de una fuente de alto voltaje, hay  que tener en cuenta que los cables pueden moverse, o producirse un efecto de arco voltaico que haga que la corriente “salte” a objetos metálicos que pueda tener la persona que pretende ayudar a la víctima aunque esté a una cierta distancia.

    Se mantendrá una distancia de al menos 6 metros de los cables de los tendidos eléctricos.   

    La segunda medida en las quemaduras eléctricas producidas en el domicilio es la aplicación de agua a temperatura ambiente para disminuir las lesiones que se estén produciendo por el calor que ha generado en los tejidos el paso de la corriente. Tras la irrigación se cubrirá la quemadura con una tela limpia (si no se dispone de gasas o compresas) y si es posible, se realizará un vendaje holgado.

    Se acudirá a los servicios de urgencias más próximos manteniendo el área quemada elevada.

    Para más información sobre primeros auxilios ver “¿Cuáles son los primeros auxilios si la quemadura es grave?”.

4. ¿Cómo prevenir incendios y quemaduras en el hogar?
  • Estas son algunas de las medidas que debe tener en cuenta para prevenir las quemaduras en su casa:

    • Para prevenir quemaduras químicas lleve siempre guantes y ropa de protección cuando maneje este tipo de productos. Almacene los mismos fuera del alcance de los niños.
    • Para prevenir quemaduras eléctricas, coloque protectores en todas las tomas de corriente que se encuentren al alcance de los niños. Deseche aquellos cables que se encuentren desgastados o dañados, y evite usar alargadores y la sobrecarga de los enchufes con “ladrones” de corriente.
    • Emplee los calefactores (estufas, radiadores eléctricos, ….) con precaución. Enseñe a los niños que no deben acercarse a los mismos.
    • Almacene mecheros, cerillas, bengalas, fuegos artificiales, petardos y líquidos inflamables en un armario cerrado fuera del alcance de los niños debidamente etiquetados. Extreme las precauciones con estos objetos.
    • Nunca deje velas encendidas sin vigilancia. Apáguelas en caso de que abandone la habitación.
    • En caso de que fume, nunca lo haga en la cama. Deshágase de los cigarrillos usados cuidadosamente. Los incendios producidos por el tabaco y su parafernalia constituyen la primera causa de muerte por incendios en el hogar.
    • Los incendios producidos en la cocina son los más frecuentes en el hogar. Para apagar un pequeño incendio en el fuego de la cocina pruebe en primer lugar tapándolo con una tapa.
    • No utilice ropa con mangas largas y holgadas cuando esté cocinando.
    • En la cocina procure utilizar los fuegos más alejados del borde externo y coloque los mangos de las sartenes evitando que sobresalgan.
    • No deje que los niños pequeños estén cerca de los fuegos de la cocina cuando esté cocinando.
    • No utilice el microondas para calentar el biberón de un bebé, ya que lo calienta de manera no homogénea y podría producirle quemaduras por escaldadura en la boca.
    • Pruebe los alimentos antes de dárselos a los niños pequeños.
    • Establezca áreas de seguridad libre de niños en torno a las fuentes de calor de su casa (fuegos o placas de la cocina, horno, barbacoas, estufas, chimeneas,….). 
    • Escoja, al menos para los niños pequeños, pijamas ignífugos que se ajusten al cuerpo y que cumplan con las normas europeas relacionadas con la inflamabilidad textil.
    • Antes de colocar a un niño menor de 1 año en su silla adaptada del coche, tóquela para comprobar la temperatura. Los cinturones de seguridad y sus hebillas pueden producir quemaduras de segundo grado en niños pequeños cuando están calientes. Cubra el asiento de los niños con una toalla cuando aparque al sol.
    • Desenchufe la plancha tan pronto como termine de utilizarla y recoja el cable (plancha de ropa, de pelo,….). Manténgalas fuera del alcance de los niños.
    • Para prevenir quemaduras solares: Utilice protección solra con filtros adecuados, renovándola cada dos horas; En caso de niños pequeños utilice la protección solar incluso cuando estén en zonas de sombra; Emplee gorras y sombrillas, y evite la exposición al sol en las horas más intensas de radiación, entre las once y las dieciséis horas.
5. ¿Cómo prevenir escaldaduras en el hogar?
  • Estas son algunas de las medidas que debe tener en cuenta para prevenir las quemaduras por escaldadura con agua caliente en su casa:

    • Al preparar el baño abra primero el agua fría y agregue después gradualmente el agua caliente hasta alcanzar la temperatura deseada.
    • Compruebe la temperatura del agua antes de introducirse usted, a un niño o a un anciano a su cargo en la ducha o bañera. No permita que los niños manipulen el grifo durante el baño.
    • Instale dispositivos anti caídas en bañeras y duchas.
    • Configure la temperatura máxima del agua caliente en su caldera para que esté entre 32,2ºC y 48,9ºC.
    • No coja en brazo a los niños mientras cocina, o manipula, transporta o bebe líquidos calientes.
    • Recuerde usar los fuegos más alejados del borde externo de la cocina y  coloque los mangos de ollas y sartenes lejos de este borde.
    • Evite utilizar manteles en presencia de niños pequeños. Pueden tirar de ellos y derramar el contenido caliente de lo que tengan encima.
    • Recuerde crear zonas de seguridad “libre de niños” en las áreas de su domicilio que contengan una fuente de calor: cocina, hornos, estufas, chimeneas, barbacoas, ….
    • En caso de usar humidificadores, trate de emplear aquellos que funcionan con agua templada. Si usa humidificadores de agua o vapor caliente, manténgalos fuera del alcance de los niños.
6. ¿Qué hacer en caso de incendio en el domicilio?
    • Establezca un plan de escape para que los miembros de su familia sepa lo que hacer en caso de producirse un incendio en su domicilio y establezca un punto de encuentro fuera de su casa.Si se produce un incendio, cíñase al plan de escape acordado y practicado con su familia y diríjanse lo antes posible al punto de encuentro acordado fuera de la vivienda.
    • Manténgase agachado lo más próximo al suelo posible. Arrástrese por el suelo si es necesario. Tanto el calor como el humo tienden a ascender, por lo que le será más fácil respirar de esta manera (en los incendios en viviendas fallecen más personas como consecuencia de la intoxicación por el humo que por las propias quemaduras). 
    • Empape ropa (toallas, mantas, …) y cúbrase con ellas.
    • Compruebe las puertas cerradas con el dorso de la mano. Si está caliente no la abra ya que significa que el fuego está cerca de la misma. Si esta templada, ábrala lentamente y asómese para comprobar el otro lado.
    • Cierre las puertas tras de sí para usarlas de barrera entre usted y el fuego y el humo.
    • Si su ropa se prende fuego deténgase y ruede por el suelo hasta sofocar las llamas. Si corre, las avivará.
7. ¿Cómo se calcula la superficie de una quemadura?
  • Para calcular la superficie del cuerpo quemada en un adulto se pueden utilizar dos reglas: la de la palma de la mano y la de los 9. En los bebés y niños pequeños no son tan útiles: la cabeza supone más superficie corporal que en los adultos y los miembros inferiores menos.

    • La  palma de  la mano  del  paciente, incluyendo  los  dedos, corresponde a un 1%  de su  superficie corporal. El cálculo se realiza superponiendo imaginariamente la palma de la mano (con los dedos) de la persona quemada sobre las superficies lesionadas y realizando la suma. 
    • Regla de los 9. Se divide el cuerpo en áreas y cada una de ellas es un 9% o múltiplo de 9. La superficie de la cabeza (incluyendo cuello) es de 9% de la superficie corporal total, la de cada miembro superior (incluyendo manos) es de 9%, la de cada miembro inferior (incluyendo pies) es de 18%; el tórax y abdomen es de 18%, la espalda (incluyendo nalgas) es de 18% y el área genital un 1%.
8. ¿Qué es un gran quemado?
  • Las quemaduras son lesiones que pueden tener efectos devastadores en la zona del cuerpo que se ha quemado y pueden provocar alteraciones muy importantes en el organismo, que pueden comprometer la vida de la persona que las sufre cuando la quemadura es extensa.

    La gravedad de una quemadura está determinada por: su extensión y profundidad; la presencia de inhalación de humos; la edad; las enfermedades preexistentes (p.ej.: diabetes, alteraciones cardiacas, renales,…); la coexistencia de traumatismos asociados a la quemadura producidos en el accidente (p.ej.: fracturas, roturas de vasos sanguíneos, traumatismos craneoencefálicos,…), y por la afectación de áreas especiales (cara, manos, genitales y pliegues).

    Los factores que más influyen en el pronóstico vital de una persona que se quema son: edad, extensión de la quemadura y la presencia o no de inhalación de humos. A mayor edad y superficie quemada, con presencia de inhalación de humos, mayor gravedad.   

    Los factores que más influencian la gravedad de las secuelas ocasionadas por la quemadura son: la profundidad y la localización de las quemaduras.

    Las personas quemadas más graves, que deben ser tratadas en unidades especializadas en el manejo de pacientes quemados según las recomendaciones de la Asociación Europea de Quemaduras (EBA: European Burns Association), son:

    • Pacientes con quemaduras de grado IIA (dérmicas superficiales) de más de:
      • 5% de  superficie total quemada (STQ) en menores de 2 años.
      • 10% de STQ en niños de 3 a 10 años y en mayores de 65 años.
      • 15% de STQ en niños de 10-15 años.
      • 20% de STQ en adultos.

    Las quemaduras de grado IIA correctamente manejadas van a evolucionar a la curación en pocos días, pero si son muy extensas provocan alteraciones generalizadas en el organismo que pueden ocasionar un shock, por lo que requieren un tratamiento especializado.

    • Pacientes con quemaduras en áreas especiales: cara, manos, genitales o articulaciones mayores.

    Estas quemaduras pueden producir secuelas funcionales o estéticas importantes, por lo que es fundamental diagnosticar correctamente su profundidad y tratarlas adecuadamente. Por lo tanto, deben ser al menos valoradas en centros especializados o por cirujanos plásticos con experiencia en quemaduras si existe la mínima duda sobre su profundidad y pronóstico.

    • Pacientes con quemaduras de grados IIB, III y IV de cualquier edad y extensión. La gran mayoría de estas quemaduras requieren cirugías para su tratamiento.
    • Pacientes con quemaduras circunferenciales de cualquier edad. Pueden producir, por el edema que ocasionan en los tejidos, lo que conocemos con el nombre de síndrome compartimental, que consiste en un cuadro ocasionado al comprimirse las estructuras profundas que se ven afectadas: nervios, vasos sanguíneos, músculos, tendones, etc. Ejemplo: una quemadura de grado IIB circular en el antebrazo puede producir un síndrome compartimental en el mismo que se manifestará, entre otros, por: dolor intenso que va aumentando, dificultad para mover la mano y el codo, sensación de hormigueo o acorchamiento progresivo en la mano (aunque no esté quemada), cambio de color de la piel de la mano y del antebrazo, falta de pulsos,….
    • Pacientes con quemaduras y traumatismos o enfermedades que puedan complicar el tratamiento o prolongar su recuperación o que puedan ensombrecer su pronóstico vital.
    • Pacientes  con sospecha de inhalación de humos.
    • Pacientes con cualquier quemadura en la que existan dudas en su tratamiento.
    • Pacientes que requieran especial soporte social, emocional o de rehabilitación.
    • Pacientes con quemaduras químicas.
    • Paciente con quemaduras eléctricas.
    • Paciente con enfermedades similares a quemaduras en las que se producen pérdidas de piel extensas que afecten a un 10% de la SCT en niños y ancianos o a un 15% de la SCT en adultos o en los que existan dudas en su tratamiento. Ejemplos de estas enfermedades son las conocidas con los nombres de necrolisis epidérmica tóxica, síndrome de Lyell, fascitis necrotizantes, síndrome de escaldadura estafilocócica,… Son enfermedades poco frecuentes de diverso origen y en las que la pérdida de piel extensa provoca en ocasiones que los pacientes requieran cuidados y tratamientos similares a los que necesitan los pacientes quemados extensos.
9. ¿Cuándo hay que acudir al médico si se sufre una quemadura?
    • Cuando las quemaduras sólo hayan producido que la piel se ponga roja, lo único que hay  que hacer es utilizar crema hidratante sobre la zona quemada durante unos días. Si la quemadura es pequeña, no será necesario acudir al médico.
    • Si son quemaduras graves (por su extensión y/o profundidad, o se duda por su origen químico o eléctrico), la persona no respira bien, está desorientada o inconsciente, o presenta cualquier otro signo de gravedad: precisa atención médica urgente. Si se puede realizar un traslado rápido y seguro al servicio de urgencias médicas más cercano se llamará al 112. Este número centraliza todas las llamadas de emergencias en España, siendo la propia red de telefonía la que contacta con el centro de atención de emergencias más cercano. La llamada al 112 es gratuita y puede realizarse desde cualquier móvil si existe cobertura, independientemente del operador del móvil, con la pantalla bloqueada e incluso desconociendo el PIN del teléfono.
    • Cuando las quemaduras estén en un punto intermedio a las anteriores y levantan pequeñas ampollas que afectan a partes pequeñas del cuerpo, se deberá acudir en primer lugar al Centro de Atención Primaria. Su médico le indicará si necesita ir a un hospital o si es suficiente con hacer curas y seguir la evolución de la quemadura en Atención Primaria.
10. ¿Cuáles son los primeros auxilios si la quemadura es grave?
  • Las medidas que se tomarán hasta que llegue el personal médico de emergencias son:

    • Protegerse antes de ayudar, manteniendo la calma, para evitar sufrir quemaduras especialmente si el mecanismo involucrado es la electricidad, químicos o llamas con líquidos o gases que puedan explosionar (gasolina, gas, etc.): desconectar fuentes de alimentación eléctrica, de gas, extremando las precauciones antes de tocar a la víctima para retirar productos químicos o líquidos inflamables.
    • Alejar a la persona que sufre la quemadura de la causa que la ha provocado.
    • Valorar los primeros aspectos que pueden amenazar la vida de la persona quemada de forma inmediata: la respiración y la circulación.

    Un fallo de la respiración es lo que más frecuentemente puede comprometer la vida de un paciente quemado: puede tener afectada las vías aéreas y/o estar intoxicado por monóxido de carbono u otras sustancias tóxicas que pueden estar en el humo de un incendio.

    Si el paciente no respira, o lo hace con dificultad, se intentará ver si tiene algún objeto extraño en la boca o en la nariz que pueda estar obstruyendo la vía aérea, y solo si se tienen conocimientos suficientes se valorará la realización de ventilación boca a boca.

    Para ver el estado circulatorio se tomarán los pulsos para valorar la presencia/ausencia de latido cardiaco. Si no hay latido cardiaco, y solo si se tienen conocimientos suficientes, se realizarán maniobras de compresión del tórax (masaje cardiaco).

    • Quitar anillos, reloj, pulseras, u otros objetos que puedan estar comprimiendo las zonas quemadas.
    • Se quitará la ropa que esté impregnada por productos químicos extremando las precauciones. En el resto de las quemaduras no se retirará la ropa de la persona quemada, y mucho menos si está adherida a la piel. No se pretenderá quitar ninguna ampolla, si existen.
    • Si la quemadura es pequeña se echa agua a temperatura ambiente para refrescar la zona y hasta que la persona sienta alivio del dolor. Si la quemadura es muy extensa, no se echará agua para evitar hipotermias severas.

    En ningún caso se usarán líquidos fríos (del frigorífico) o hielo para “enfriar” las quemaduras.

    • Si es un producto químico se echará agua abundante, sin excesiva presión y a temperatura ambiente, durante 20-30 minutos. Si el producto químico esta en forma de polvo sobre la piel se quitará (p.ej.: cepillándolo) antes de echar agua.
    • Se protegerá la quemadura con un paño limpio y se elevará la zona.
    • Otras actuaciones: se evitarán movilizaciones del paciente innecesarias (pueden existir daños que se vean agravados con el movimiento); si se está en un espacio cerrado sin fuego (p.ej.: habitación) se abrirán las ventanas para ventilar y oxigenar el espacio; se evitarán aglomeraciones, y se mantendrá la atención a la persona quemada, tranquilizándola, hasta que lleguen los profesionales de emergencias.
11. ¿Qué secuelas se pueden presentar después de sufrir una quemadura?
  • Las quemaduras pueden producir muchos tipos de secuelas y esto depende de la localización de la quemadura, del grado de profundidad de las mismas (de las capas afectadas), y de si las quemaduras han necesitado o no que se ponga un injerto de piel.

    Dentro de las secuelas se pueden distinguir dos tipos: las secuelas estéticas y las secuelas funcionales.

    • Las secuelas estéticas son muy habituales tras sufrir una quemadura y es posible se presenten cambios en el color de la piel, cicatrices engrosadas y dolorosas, zonas hundidas,... Estas secuelas pueden tratar de minimizarse, pero en muchas ocasiones son difíciles de evitar. Algunas de ellas pueden tratarse con prendas de compresión, corticoides, parches para cicatrices…
    • Las secuelas funcionales son las que hacen no se pueda realizar alguna función normal del cuerpo como, por ejemplo, doblar un brazo, mover adecuadamente la mano, abrir bien la boca,…. Estas secuelas pueden complicar mucho la vida a los pacientes y muchas de ellas van a necesitar que se opere otra vez a la persona para poder resolverlas o, al menos, mejorarlas.
  • secuela estética

    Secuelas estéticas tras quemadura en antebrazo tratada con injertos mallados. No existen secuelas funcionales, pero sí se ha alterado el aspecto normal de la piel.

  • Secuela por cicatriz hipertrófica retráctil tras una quemadura en la palma de la mano. Son quemaduras de poca extensión que, sin embargo, han provocado secuelas funcionales graves al estar comprometida la movilidad normal de la mano. 

    secuela funcional
12. ¿Cómo es el tratamiento de los grandes quemados?
  • Los pacientes grandes quemados son ingresados en una lo que llamamos "Unidad de Grandes Quemados". Es una Unidad de Cuidados Intensivos especializada en el tratamiento de estos pacientes. En el Hospital Universitario de Getafe contamos con una de estas unidades y somos Centro de Referencia Nacional para Quemados Críticos.  

    Así pues, cuando un gran quemado llega a nuestro hospital, es trasladado inmediatamente a la Unidad de Grandes Quemados donde se hacen cargo del paciente los servicios de Cirugía Plástica, de Cuidados Intensivos y todo el personal de enfermería propio de la Unidad. Los intensivistas se hacen cargo del tratamiento médico, que inicialmente consiste en mantener las funciones básicas de la persona (respirar, tener suficiente sangre, ayudar a que los órganos funcionen bien…) y los cirujanos plásticos tratan todos los aspectos relacionados con la quemadura en sí (diagnóstico de la extensión y profundidad de la herida, curas, cirugías, etc.).

    Además, la Unidad de Grandes Quemados es una unidad multidisciplinar, por lo que además de intensivistas, cirujanos plásticos y personal de enfermería, hay otros profesionales con los que se trabaja habitualmente: oftalmólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas, psiquiatras, psicólogos y anestesistas. También se cuenta cuando se necesita con otros especialistas: otorrinolaringólogos, traumatólogos, cirujanos vasculares, cirujanos generales, nefrólogos, neumólogos, dermatólogos, ….

    Durante todo el tiempo que el paciente esté ingresado en esta unidad, estará en constante vigilancia, se curarán las quemaduras con la periodicidad que sea necesaria, se realizarán las cirugías que se precisen y se tratarán todas las complicaciones que surjan.    

    Cuando el paciente mejora y no precisa tanta vigilancia y cuidados, será trasladado a la planta de Cirugía Plástica para continuar el tratamiento hasta el alta hospitalaria.